Alberto Fujimori saldría en 2033 de la cárcel
El expresidente peruano completará su condena en el mismo recinto donde estuvo preso hasta 2017. Si cumple toda la sentencia quedaría libre a los 94 años. Por primera vez padre e hija (Keiko) están presos. El expresidente peruano completará su condena en el mismo recinto donde estuvo preso hasta 2017. Si cumple toda la sentencia quedaría libre a los 94 años. Por primera vez padre e hija (Keiko) están presos.
Después de 113 días internado en la clínica Centenario Peruano Japonesa, en Lima, por una crisis cardíaca que habría sido detonada tras enterarse de la anulación de su indulto humanitario concedido en 2017 por Pedro Pablo Kuczynski, Alberto Fujimori regresó a la cárcel de Barbadillo, donde en 2007 llegó por primera vez tras ser extraditado de Chile para cumplir una sentencia de 25 años de prisión por violaciones a los DD.HH. durante su gobierno (1990-2000). Fujimori deberá permanecer recluido hasta mayo de 2033 -cuando tenga 94 años- para completar los 15 años faltantes de su condena.
"Siento que el final está cerca. Es por eso que volver a prisión es una condena de muerte lenta y segura", señaló el expresidente, de 80 años, en una carta manuscrita. Horas después, Fujimori fue trasladado en un vehículo todo terreno blanco y con un amplio contingente de seguridad que incluyó motos y varios autos de la policía, al recinto de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes), al este de Lima, donde estuvo detenido hasta 2017.
De los cuatro hijos del expresidente, sólo Kenji acompañó a su padre en su regreso al penal. Su hermana Keiko, líder de Fuerza Popular, está en prisión preventiva en el penal Chorrillos. A través de Twitter pidió "compasión". Por primera vez, padre e hija están tras las rejas.
Un cuidado jardín
Sólo 10 meses alcanzó a estar en libertad Alberto Fujimori antes de ser internado en una clínica. Durante ese tiempo, se mantuvo alejado de la política y vivió en una casa arrendada en el barrio La Molina, donde se habría enfocado en escribir sus memorias.
En el penal de Barbadillo, donde figura como el único recluso, tendrá cuidados médicos permanentes. La "celda" de Fujimori, en un recinto que tiene un área de 800 metros cuadrados, cuenta con 40 metros cuadrados, que incluye el dormitorio principal, una pequeña cocina y baño privado. También tiene otro espacio que sirve como comedor y sala de visitas, que podrá recibir tres veces a la semana. Durante su primer paso por este penal -donde también se construyó una sala especial para el megajuicio en su contra- la prensa peruana sostuvo que contaba con un sillón para masajes y que recibía visita de hechiceras, "novias" y cientos de partidarios.
Además, el expresidente pasó parte importante de su tiempo en la cárcel realizando labores de jardinería. También recibió clases de pintura -para esto dispondrá de la misma sala que utilizó con este fin- y tenía acceso a un auditorio con aire acondicionado y televisión. Incluso, en 2010 obtuvo un permiso para que su hija Sachi se casara en la capilla del Diroes con la presencia de 50 invitados.
"El penal de Barbadillo está prácticamente igual a como (Fujimori) lo dejó. Hay enfermeras en turnos de ocho horas, un médico y una ambulancia. Y desde este jueves el expresidente comenzó a recibir visitas de amigos excongresistas y congresistas y supongo que seguirá con la pintura si su físico se lo permite", dijo a La Tercera, el analista político Luis Nunes.
La sentencia de Fujimori fue dictada por las matanzas de Barrios Altos en 1991 y La Cantuta al año siguiente, donde un escuadrón militar asesinó a 25 personas.
El ministro de Justicia y Derechos Humanos de Perú, Vicente Zeballos, señaló que hay "tres premisas para otorgar un indulto humanitario: enfermedad terminal, enfermedad degenerativa o un grave estado de alteración mental". Así, dijo que Alberto Fujimori no tiene argumentos médicos para que el Presidente Martín Vizcarra evalúe un nuevo indulto, algo que rechaza la familia del exgobernante.
En su carta, Fujimori sostuvo que "el indulto se justificó por varias enfermedades, entre ellas la fibrilación auricular paroxística. El diagnóstico actual no es el mismo, pues se ha agregado ahora otro mal coronario. La combinación de estos dos problemas con el trauma y el estrés que produce la cárcel es un camino seguro a un infarto cardíaco".
Eso sí, la suerte de "El Chino" podría cambiar, ya que será la Corte Suprema la que deberá decidir sobre un recurso contra la anulación del indulto, mientras que el Congreso podría aprobar una ley general que beneficie a los presos de mayor edad con enfermedades para que cumplan las condenas en arresto domiciliario. Pero por ahora, Fujimori parece condenado a pasar sus días tras las rejas.
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