Alemania prevé elecciones anticipadas el 23 de febrero tras el colapso del gobierno

El canciller alemán Olaf Scholz durante una reunión de su Partido Socialdemócrata (SPD) en el Bundestag, la cámara baja del Parlamento alemán, en Berlín, el 12 de noviembre de 2024. Foto: Reuters

Esos comicios deben llevarse a cabo después de un voto de confianza en el Parlamento, que se prevé se llevará a cabo el 16 de diciembre y que el canciller Olaf Scholz perderá debido a que se encuentra en un gobierno de minoría tras el colapso de la coalición tripartita.


Alemania se alista para elecciones anticipadas ante el previsible fin del gobierno liderado por el canciller Olaf Scholz tras el colapso de la coalición tripartita.

Los comicios adelantados al Bundestag han quedado previstos para el próximo 23 de febrero, según acordaron los grupos parlamentarios del Partido Social Demócrata (SPD) y la unión conservadora CDU/CSU, informaron este martes 12 de noviembre fuentes del (SPD).

Sin embargo, la fecha necesita de la confirmación del presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, quien deberá disolver el Parlamento tras la esperada moción de confianza a Olaf Scholz.

La moción, prevista para el 16 de diciembre, será clave en este proceso, ya que Scholz, líder del SPD, se anticipa a perderla debido a la falta de mayoría, destacan medios locales como Der Spiegel y la cadena pública ARD.

Este movimiento se produce tras la ruptura de la coalición tripartita de Scholz, en medio de crecientes desafíos financieros.

El ministro de Trabajo alemán, Hubertus Heil, el canciller Olaf Scholz, los colíderes del Partido Socialdemócrata (SPD) Lars Klingbeil y Saskia Esken y el secretario general del SPD, Matthias Miersch, asisten a una reunión de la junta directiva del partido en Berlín, el 11 de noviembre de 2024. Foto: Reuters

Alemania, la mayor economía de Europa, enfrenta un estancamiento económico, con expertos pronosticando una posible contracción este año. La crisis de la cadena de suministro, la burocracia excesiva y la escasez de trabajadores cualificados han agravado la situación, intensificando la presión para adoptar medidas políticas que impulsen el crecimiento.

El canciller Olaf Scholz solicitó a los líderes parlamentarios que acordaran una fecha para las elecciones anticipadas tras proponer inicialmente finales de marzo y luego mostrar disposición para adelantar los comicios a diciembre.

En un principio, Scholz planeaba someterse a la moción de confianza el 15 de enero, argumentando que quería que el Bundestag aprobara varias iniciativas clave. Sin embargo, la CDU dejó claro que no respaldaría ninguna medida impulsada por un gobierno en minoría sin un compromiso para adelantar las elecciones.

La presión por una fecha más temprana no solo vino de los conservadores, sino también de otros partidos que buscaban acelerar el proceso electoral.

Una vez convocada la moción de confianza, los diputados tendrán un plazo de 48 horas para votar. Posteriormente, el presidente Frank-Walter Steinmeier dispondrá de un máximo de 21 días para disolver el Parlamento, lo que iniciará un período de 60 días para la celebración de las elecciones anticipadas.

La ruptura de la coalición tripartita formada por los socialdemócratas, los verdes y los liberales ocurrió el pasado miércoles 6 de noviembre, aunque ya habían mostrado sus diferencias públicamente en los meses previos.

La principal disputa giró en torno a si era necesario declarar un estado excepcional para eludir el freno de deuda, que limita el endeudamiento al 0,35 % del PIB, como proponía Scholz, o si debía mantenerse su aplicación estricta, como insistía el ministro de Finanzas, Christian Lindner, quien fue despedido por el canciller. Todo en medio del proceso de aprobación del presupuesto de 2025, que ya presenta un déficit superior a los 12.000 millones de euros.

Ante un panorama político fragmentado, la CDU, el partido democratacristiano alemán, lidera las encuestas con un significativo apoyo, pero ahora debe encontrar un socio con quien formar una coalición de gobierno. La extrema derecha de la Alianza por Alemania ocupa el segundo lugar con un 18% de apoyo, seguida por los Socialdemócratas con un 16% y los Verdes con un 12%.

Sin embargo, las diferencias ideológicas entre estos partidos hacen que las negociaciones sean complicadas, y la CDU descartó entrar en conversaciones con la extrema derecha. Mientras tanto, los liberales, cuyos desacuerdos con el Gobierno de Scholz contribuyeron a la ruptura de la coalición, se encuentran al borde de quedar fuera del Parlamento con solo un 4% de intención de voto, lo que añade una nueva capa de incertidumbre a la dinámica política alemana.

El experimento político que fracasó

La coalición de gobierno de tres partidos en Alemania, que comenzó tras las elecciones federales de 2021, llegó a su fin, marcando el colapso de un experimento político singular a nivel federal.

El ministro de Finanzas alemán saliente, Christian Lindner, sostiene un certificado de destitución después de recibirlo del presidente Frank-Walter Steinmeier, en el Palacio Bellevue en Berlín, el 7 de noviembre de 2024. Foto: Reuters

Este bloque inusual estaba formado por los socialdemócratas del SPD, el partido verde y el neoliberal FDP, cuyas posturas fundamentales eran opuestas. Mientras los socialdemócratas y los verdes abogaban por un rol fuerte del Estado, con una política social y climática expansiva, el FDP priorizaba el libre mercado y un enfoque fiscalmente conservador, favoreciendo una menor intervención estatal.

A pesar de los esfuerzos por mantener la coalición unida, las tensiones internas fueron evidentes desde el principio, tanto en disputas privadas como en los medios de comunicación y debates públicos. Para muchos analistas, la pregunta no era si la coalición duraría hasta las elecciones de 2025, sino cuándo y cómo colapsaría.

El desencadenante final fue la política fiscal. En medio de una economía alemana golpeada por la pandemia y la guerra en Ucrania, los tres partidos no lograron llegar a un consenso sobre cómo afrontar los desafíos fiscales, lo que acabó con la cooperación entre los miembros de la coalición.

En la historia reciente de Alemania, las elecciones anticipadas han sido un evento poco frecuente y solo se han celebrado en tres ocasiones: en 1972, 1983 y 2005. La última de estas elecciones, en 2005, resultó en un cambio significativo, ya que marcó el inicio de los 16 años de Angela Merkel al frente del país, un período que transformó profundamente la política alemana y europea.

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