Andahuaylas, la cuna de Dina Boluarte y foco de su primer conflicto en la presidencia de Perú

Incendio en el aeropuerto de Andahuaylas, el 11 de diciembre de 2022. Foto: Agencia Andina

Cerca de 50 policías se encontrarían retenidos en el aeropuerto de esta localidad, ubicada en la sierra sur del país, que fue cerrado tras actos vandálicos. Este domingo se informó de dos fallecidos y al menos 30 heridos en los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden en Andahuaylas. Boluarte reiteró su llamado “al diálogo y a deponer la violencia”.


Cuatro días después de la destitución del Presidente Pedro Castillo, las protestas que exigen el cierre del Congreso y el adelanto de elecciones generales se han agudizado tanto en Lima como en las distintas regiones de Perú. Una situación crítica se ha vivido en Andahuaylas, zona ubicada en la sierra sur del país, en la región de Apurímac, de donde proviene la actual mandataria Dina Boluarte.

Allí, manifestantes provocaron actos vandálicos en la pista de aterrizaje del aeropuerto local, incendiaron las salas de transmisores y de combustible y cercaron con actos de violencia el terminal aéreo, donde se encuentran 50 efectivos de la Policía Nacional del Perú (PNP) y colaboradores de la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial (Corpac) aparentemente retenidos, acciones que obligaron al cierre del aeropuerto, según el comunicado de esta última entidad. En redes sociales, también se estaba llamando a la toma del aeropuerto internacional Jorge Chávez de Lima, “hasta que liberen al presidente Castillo, lo restituyan en su cargo y cierren el Congreso”.

Andahuaylas
Manifestantes provocaron un incendio en el aeropuerto de Andahuaylas, en la localidad de Huinchos. Foto: Twitter

La cadena RPP informó este de domingo de dos fallecidos -un menor de edad de 15 años y un joven de 18 años- en los enfrentamientos de la población con la policía en el aeropuerto de Andahuaylas. Además, el gobernador regional de Apurímac, Baltazar Lantarón Núñez, confirmó al menos 30 heridos -entre civiles y policías- en las protestas, entre ellos un menor de 14 años que recibió un perdigón en el ojo y que pedía ser trasladado a Lima. Los manifestantes incendiaron una comisaría en Andahuaylas tras la muerte de uno de los jóvenes.

Boluarte se pronunció tras los graves hechos de violencia en Andahuaylas, expresando sus condolencias. “La vida de ningún peruano amerita ser sacrificada por intereses políticos”, señaló en Twitter, para luego agregar: “Reitero mi invocación al diálogo y a deponer la violencia”.

Sin embargo, la congresista representante de Apurímac, Elizabeth Taype Coronado, pidió la renuncia de la mandataria. “Escuche el clamor de mi pueblo. La responsabilizo a usted y a su ministro del Interior, por la vida de mis hermanos andahuaylinos y también de los policías”, señaló.

A los hechos en el aeropuerto de Andahuaylas se suma el hecho de que los manifestantes mantuvieron como rehén a dos efectivos de la PNP, que finalmente fueron liberados, como parte de las movilizaciones que se decretaron en esa provincia de la región de Apurímac. Según informó Canal N, citando a la División Policial de Andahuaylas, dos personas fueron detenidas.

Uno de los agentes fue amarrado junto a una bandera y custodiado por dos manifestantes sobre una garita construida en homenaje a los policías fallecidos en la protesta conocida como el Andahuaylazo, de 2005, cuando el militar etnocacerista Antauro Humala, junto a 150 reservistas armados, encabezó la toma de un cuartel policial para exigir la salida del entonces Presidente Alejandro Toledo (2001-2006), que finalmente dejó un saldo de cuatro oficiales asesinados.

Andahuaylas
Imagen de la plaza de Andahuaylas. Foto: Agencia Andina

Según la cadena RPP, la garita está ubicada en el puente colonial de la ciudad de Andahuaylas, donde más de tres mil pobladores protestaban exigiendo la disolución del Congreso, la renuncia de la Presidenta Dina Boluarte y que se convoque a nuevas elecciones.

En el centro de la ciudad se han registrado diversos enfrentamientos. Los manifestantes han utilizado piedras, palos y látigos, mientras los policías responden con gas lacrimógeno para dispersar a los pobladores. Los negocios y el tránsito en la ciudad se encuentran paralizados y los residentes se esconden en sus viviendas por la gran cantidad de gas lacrimógeno utilizado.

La Policía Nacional informó que 150 efectivos policiales de la Unidad de Servicios Especiales llegaron a la zona a solicitud del jefe de la División Policial de Andahuaylas y Chincheros.

Oficiales de policía hacen guardia mientras la gente se manifiesta exigiendo elecciones presidenciales y el cierre del Congreso, en Lima. Foto: Reuters

“En general, la sierra sur, la sierra centro tienen a algunos actores más politizados, más radicalizados. Yo dudo mucho de la organización, pienso más en algo relativamente espontáneo. Y digo relativamente, porque Andahuaylas sí tiene una característica: el 1 de enero del 2005 hubo un intento de levantamiento armado por Antauro Humala, que fue justamente allí. El evento fue específicamente la toma de una comisaría y yo creo que en Andahuaylas quedan bastantes bases de lo que es el etnocacerismo (movimiento radical ideado por el patriarca de los Humala, Isaac), que son sectores que no necesariamente tienen a Antauro como el líder al que siguen para todo, sino que en general son reservistas que tienen un discurso más radicalizado y que tienen capacidad de movilizar a las personas”, explicó a La Tercera el sociólogo Omar Coronel.

“Hay una estructura de movilización particular en Andahuaylas que probablemente ha tenido que ver con esto, pero no estoy seguro de que eso haya sido condición suficiente, porque creo que las masas que se movilizan en Andahuaylas exceden a estas bases de estos reservistas etnocaceristas. Son sectores más amplios que yo creo que no necesariamente pertenecen a una organización, o tienen una militancia, pero sí tienen un malestar muy fuerte que en la región además se actualiza mucho por los medios de comunicación locales”, añadió.

En las regiones del sur del país se han anunciado bloqueos de vías y paralización de las labores mineras en Antapaccay y Las Bambas. En Cusco y Puno, la sociedad civil y diversas organizaciones se han declarado en insurgencia y anuncian que en adelante todo lo estatal dejará de funcionar.

El presidente de las comunidades campesinas del distrito de Haquira, en la región de Apurímac, Valentín Roque, informó al diario La República que tienen el objetivo de “bloquear el paso a la minera Las Bambas en protesta por la vacancia de Castillo”. ”Marcharemos hasta Las Bambas, porque estamos en contra del Congreso, porque ellos no nos representan y tampoco la señora Boluarte”, añadió.

Manifestantes se reúnen exigiendo elecciones presidenciales y el cierre del Congreso, en Lima. Foto. Reuters

La Federación Departamental de Trabajadores del Cusco (FDTC) convocó para este lunes a una movilización contra la Presidenta Boluarte. “A partir del lunes las marchas serán constantes en toda la región”, manifestó Germán Santoyo, secretario general de una de las facciones de la FDTC, citado por el diario La República. El dirigente afirmó que, en coordinación con la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), el 15 de diciembre acatará el paro de 24 horas a nivel nacional.

Diversas movilizaciones también se desarrollaron en el norte de Perú, especialmente en las ciudades de Trujillo, Chiclayo y Piura, donde grupos y colectivos ciudadanos rechazaron la continuidad del Parlamento y exigieron elecciones generales. En Trujillo, algunos colectivos de izquierda que aglutinaban a profesores del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación Regional (Suter) -sindicato castillista paralelo al Sindicato Unitario de Trabajadores en Educación del Perú (Sutep)-, militantes de Perú Libre y otras organizaciones salieron a las calles con la consigna: “¡Que se vayan todos, nuevas elecciones!”.

La llegada al poder de la Presidenta Dina Boluarte el miércoles, luego de que su antecesor Pedro Castillo fuera destituido y detenido tras cerrar el Congreso, ha provocado la indignación en algunos sectores de la población, que reclaman un cierre del Congreso y el adelanto de las elecciones. El sábado la mandataria juramentó a su nuevo gabinete, sin embargo, no calmó el malestar en las calles.

“El reporte que yo tengo es que hay el mínimo común denominador. El mensaje que más se repite es el de cierre de Congreso y adelanto de elecciones. Luego en algunas regiones hay algún tema más vinculado a la liberación de Castillo y una cuarta demanda sería ya en un sector un poco más minoritario, la Asamblea Constituyente, que creo que es un tema más de los sectores más politizados, más militantes o activistas de izquierda, no necesariamente el de toda la población que se está movilizando. En ningún caso he visto como demanda la restitución de Castillo en el poder. Eso está fuera de la mesa”, explicó Coronel.

Manifestaciones en Lima

Desde la destitución de Castillo el miércoles pasado, decenas de personas se congregan en la Plaza San Martín para pedir el cierre del Congreso y nuevas elecciones. “No reconocemos la usurpación de la señora Dina Boluarte, no la reconocemos como presidenta del Perú, queremos nuevas elecciones, donde el pueblo tenga la oportunidad de elegir a su gobernante. Cuando Castillo disolvió el Congreso, era un pedido que el pueblo reclamaba. Estamos cansados, porque el Congreso se convirtió en un nido de oportunistas”, dijo a La Tercera Inés, una manifestante que se encontraba protestando en el centro de Lima.

Un manifestante es detenido por policías durante una protesta que exige la disolución del Congreso y la celebración de elecciones democráticas, en Lima, el 11 de diciembre de 2022. Foto: Reuters

Para el sociólogo Coronel, lo expresado por Inés refleja el descontento que existe en la población respecto del Legislativo. “Lo que tenemos además en Lima es una multitud de colectivos pequeños y algunos otros sectores que se van sumando. A mí me sorprende todavía que la CGTP, la principal central de sindicatos no haya todavía organizado algo más contundente en Lima. En el Perú todo está muy fragmentado y a nivel local tenemos sobre todo otro tipo de organizaciones, no como frentes de defensa, y los que están saliendo son, sobre todo, organizaciones vinculadas a sectores agrarios, organizaciones vinculadas al magisterio, al sindicato cercano a Castillo. Hay otros sectores de vecinos que no pertenecen a ninguna organización, pero sí les indigna mucho que el Congreso se haya quedado y que Castillo haya salido”, sostuvo.

Algunos expertos han cuestionado que la Presidenta Boluarte no haya hecho frente a estas demandas y que se haya reunido con miembros del Congreso. El Legislativo se reunió la tarde de este domingo para analizar la situación de Castillo, que se encuentra detenido en un centro de reclusión de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes) de la Policía Nacional, en el distrito de Ate, en Lima. Sin embargo, la sesión del pleno fue suspendida tras incidentes y agresiones entres los legisladores.

El Consejo de Ministros iba a sostener una reunión de urgencia la noche del domingo por las protestas en el país, mientras el ministro del Interior anunció la posibilidad de declarar estado de emergencia en Andahuaylas.

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