Arauz y Lasso disputarán la segunda vuelta de las presidenciales en Ecuador
Arauz, delfín del expresidente Rafael Correa logró entre 34,9% y 36,2% de los sufragios y Lasso de 21% a 21,7%, de acuerdo a los sondeos a boca de urna
Los ecuatorianos acudieron hoy a las urnas con el fin de elegir al futuro presidente del país, que deberá enfrentar medidas de salud sin precedentes debido a la pandemia del coronavirus. El economista de izquierda Andrés Arauz y el exbanquero de derecha Guillermo Lasso disputarán la presidencia de Ecuador en una segunda vuelta el 11 de abril, según anticiparon dos encuestas a boca de urna difundidas tras el cierre de los centros electorales este domingo.
Arauz, delfín del expresidente Rafael Correa (2007-2017), logró entre 34,9% y 36,2% de los sufragios y Lasso de 21% a 21,7%, de acuerdo a los sondeos de las empresas Cedatos y Clima Social, que ubican tercero al líder indígena Yaku Pérez.
El Consejo Nacional Electoral de Ecuador (CNE) reportó una alta participación del 62,34%, pese a la pandemia y la prensa ecuatoriana dio cuenta que muchas mesas se demoraron en constituirse.
“Llegué con miedo a contagiarme por esta pandemia, pero aquí estoy”, dijo a la agencia Reuters Jomaira Alvarado, una comerciante de 28 años, que emitió su voto en un centro electoral en Guayaquil. “Tengo muchas esperanzas de que finalmente podamos eliminar la sombra de los malos gobiernos”.
Unos 13,1 millones de electores estaban llamados a designar al sucesor del impopular Presidente Lenín Moreno, cuya gestión concluirá el 24 de mayo y no pretende la reelección. La segunda vuelta era un escenario que había sido previsto por los analistas y los sondeos, esto porque se habían presentado 16 candidatos y para ganar en primera vuelta, un aspirante presidencial debe obtener la mitad más uno de los votos válidos o el 40% de los sufragios y una ventaja de 10 puntos sobre su más inmediato rival.
La “dispersión de partidos y movimientos en la papeleta presidencial refleja instituciones débiles, maquinarias electorales que se activan únicamente cuando hay elecciones, donde no hay estructuras fuertes”, dijo a la agencia France Presse la politóloga Karen Garzón Sherdek, de la Universidad Internacional SEK.
Arauz, de la coalición Unión por la Esperanza (Unes), es el delfín del exmandatario Rafael Correa (2007-2017), que ahora es también un exaliado de Moreno. Ambos líderes sostienen una pugna que casi sepulta al oficialismo. El analista y consultor político Alejandro Zabala opinó a The Associated Press que Correa ha sido un actor importante en estas elecciones “porque el candidato que ellos escogieron no tiene buen discurso, tiene muchas limitaciones, por eso escondieron a Arauz y salieron con la imagen de Correa a pasearla en todo el país”.
En su discurso, Arauz ha prometido hacer pagos directos en efectivo por unos US$ 1.000 millones a familias pobres y negó las condiciones de un paquete de financiamiento del Fondo Monetario Internacional (FMI), de unos US$ 6.500 millones. Lasso, por su parte, se ha visto perjudicado por su imagen de banquero conservador, y los encuestadores dicen que la posibilidad de una baja participación electoral debido a la pandemia podría afectar su apoyo.
Arauz no pudo ejercer su voto en Quito debido a que estaba empadronado para hacerlo en México, donde vivía hasta poco antes de su postulación, y no cambió su domicilio electoral. El domingo optó por acompañar a su abuela Flora Galarza a votar en un centro instalado en el norte capitalino. “La respuesta de la ciudadanía ha sido abrumadora en todas las partes del país y sabemos que eso se va a reflejar en el voto ciudadano”, dijo.
Mientras que Lasso sufragó junto a su esposa María de Lourdes Alcívar en la ciudad de Guayaquil. “Lo que les puedo decir es que habrá segunda vuelta, nosotros estaremos ahí y nos veremos con quien el pueblo decida escoger”, indicó.
Ecuador sufrió el año pasado un brutal brote de coronavirus que dejó cuerpos sin recoger en las calles de su ciudad más grande, Guayaquil. Las medidas de cuarentena golpearon aún mas la economía que ya sufría los bajos precios del petróleo, la principal exportación de Ecuador, así como fuertes recortes en el gasto público.
El presidente Lenín Moreno, un exaliado de Correa, impulsó una agenda a favor del mercado con la esperanza de revivir a una economía lenta y fuertemente endeudada. Sus esfuerzos provocaron una reacción violenta con 10 días de protestas callejeras en el 2019 contra el retiro del subsidio a los combustibles.
El ganador de las elecciones asumirá las riendas del país el 24 de mayo. Entre sus desafíos se encuentra trabajar para sacar a la nación productora de petróleo de una crisis económica cada vez más profunda que ha sido exacerbada por la parálisis productiva y comercial causada por pandemia. Ecuador sufrió el año pasado un brutal brote de coronavirus que dejó cuerpos sin recoger en las calles de su ciudad más grande, Guayaquil.
El Presidente Moreno impulsó una agenda a favor del mercado con la esperanza de revivir a una economía lenta y fuertemente endeudada. Sus esfuerzos provocaron una reacción violenta con 10 días de protestas callejeras en el 2019 contra el retiro del subsidio a los combustibles.
El país de 17 millones de personas había registrado más de 253.000 casos y casi 15.000 muertes por COVID-19 hasta el viernes, según datos de la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos.
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