Asesinan a tiros a candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio
El ataque se registró en un colegio ubicado en el norte de Quito, donde abanderado por el Movimiento Construye se encontraba realizando un mitín de la organización política que lo respalda. El malogrado candidato había denunciado una semana antes las presuntas amenazas que habría recibido su personal de parte de un grupo de delincuencia organizada.
El candidato a la Presidencia del Ecuador, Fernando Villavicencio, fue asesinado a tiros la tarde de este miércoles por un grupo de sicarios durante una manifestación política, en Quito, de cara a las elecciones del próximo 20 de agosto.
El ataque a Villavicencio -antiguo sindicalista y abanderado por el Movimiento Construye-, se registró en un colegio ubicado en el norte de la capital ecuatoriana, donde se encontraba realizando un mitín de la organización política que lo respalda, según el reporte del diario Expreso.
El político se movilizaba en una camioneta de color blanco cuando fue interceptado por varios sujetos, según indican varios testigos del hecho. Tras el ataque, el exasambleísta fue trasladado a un centro asistencial, herido de gravedad, pero los esfuerzos médicos no lograron salvar su vida.
“Los familiares tenemos que presenciar esta situación indescriptible, que en estos momentos pase esta situación insostenible, insoportable, recibir la noticia de que mi sobrino acaba de fallecer aquí en la Clínica de la Mujer”, expresó su tío Galo Valencia, quien confirmó su deceso.
Amenazas
El familiar de Villavicencio estuvo a pocos metros del hecho. “Saliendo (del colegio donde se realizaba la reunión) recibimos una ráfaga de 40 disparos. Fernando, desafortunadamente, recibió disparos al parecer en la cabeza; nos acaban de confirmar el equipo médico que ha fallecido. Es un dolor indescriptible”, manifestó Valencia.
Villavicencio era uno de los candidatos que recibía protección por parte de la Policía Nacional, para minimizar riesgos de ataques en su contra.
En imágenes que circulan en redes sociales se observa al político y a otras personas mientras tratan de cubrirse detrás de paredes.
El malogrado candidato presidencial ecuatoriano había denunciado una semana antes las presuntas amenazas que habría recibido su personal de parte de un grupo de delincuencia organizada. Él hablaba de la banda que lidera alias “Fito”, es decir, Los Choneros.
La Fiscalía informó que el sospechoso en el asesinato de Villavicencio murió tras ser detenido.
Presidente Lasso condena asesinato
“Indignado y consternado por el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio. Mi solidaridad y mis condolencias con su esposa y sus hijas. Por su memoria y por su lucha, les aseguro que este crimen no va a quedar impune”, publicó el presidente del país, Guillermo Lasso, en su cuenta de la red social X, antes Twitter.
El mandatario ha convocado al gabinete de Seguridad, al que asistirán la presidenta del Consejo Nacional de Ecuador (CNE), Diana Atamaint, la fiscal general del Estado, Diana Salazar, el presidente del Tribunal Nacional de Justicia, Iván Saquicela, y otras autoridades estatales.
“El crimen organizado ha llegado muy lejos, pero les va a caer todo el peso de la ley”, añadió el gobernante ecuatoriano.
Luisa González, la candidata impulsada por el expresidente Rafael Correa que lidera los sondeos, suspendió su campaña y mostró su rotundo rechazo: “Con indignación recibo la terrible noticia del atentado que produjo el fallecimiento de Fernando Villavicencio, esto nos enluta a todos, mi abrazo solidario a toda su familia y coidearios. ¡Este vil acto no quedará en la impunidad!”, enfatizó.
Periodista de investigación
Villavicencio, de 59 años, era periodista de profesión. Según el sitio ecuatoriano Primicias, comenzó su carrera política como líder sindical de Petroecuador, lo que le permitió conocer muy bien el negocio petrolero. En el gobierno de Rafael Correa llegó a ser asesor del entonces asambleísta por Pachakutik, Cléver Jiménez. Él y Villavicencio presentaron varias denuncias en contra de Correa, sobre todo relacionadas con el negocio petrolero.
En 2014, presentaron, junto al médico Carlos Figueroa, una denuncia en contra del exmandatario por supuestos delitos de lesa humanidad, por la incursión de militares en el Hospital de la Policía el 30 de septiembre de 2010. Sin embargo, esta denuncia fue declarada maliciosa y temeraria. Ante esto, Correa contrademandó a Jiménez, Villavicencio y Figueroa y fueron sentenciados a 18 meses de prisión, que nunca cumplieron y volvieron a la vida pública cuando el caso proscribió. Huyó a territorio indígena dentro de Ecuador y luego recibió asilo en Perú.
Posteriormente, dice Primicias, Villavicencio trabajó como periodista de investigación, siendo su caso más bullado el llamado Arroz Verde, como denominó a una trama de corrupción que incluyó sobornos para financiar al extinto partido Alianza País, que fue clave para la apertura de la investigación judicial que terminó en la sentencia de algunos líderes correístas incluyendo al mismo Rafael Correa- que recibió ocho años por cohecho- a su vicepresidente y a otros de sus funcionarios.
El político fue integrante de la Asamblea hasta su disolución y presidía la comisión de fiscalización. Fue criticado por su actuación en el proceso de juicio político contra Lasso, porque esa comisión emitió un informe favorable al mandatario que no tuvo el apoyo entre los demás legisladores.
Para estas elecciones Villavicencio se presentaba como un ariete contra la corrupción bajo el eslogan “Es tiempo de valientes”. Según las encuestas electorales, en las que aún ronda un 40% de indecisión, Villavicencio ocupaba el cuarto lugar de preferencia con menos de un 10%. A la cabeza estaban Luisa González, Otto Sonnenholzner y Yaku Pérez.
El asesinato ocurre en momentos en que la inseguridad ciudadana ha alcanzado niveles alarmantes en Ecuador durante el presente año. La sombría cifra de 1.390 muertes violentas durante la primera mitad del año ha conmocionado al país, acercándose peligrosamente al número total de homicidios del año anterior y representando casi la mitad del registro nacional de 3.500 casos.
En respuesta a la ola de violencia que ha golpeado a las provincias de Manabí, Los Ríos y el cantón Durán, de la provincia del Guayas, Lasso ha decretado el estado de excepción en julio pasado. Esa decisión llegó en medio del estupor provocado por el asesinato del alcalde de Manta, Agustín Intriago, el 23 de julio, cuya muerte ha conmovido al país y generado una sensación de vulnerabilidad entre los ciudadanos.
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