Biden asume y promete unir a un país dividido
El demócrata de 78 años juró como el 46º Presidente de EE.UU. destacando que “la democracia ha prevalecido”. Tras asumir la tarea de “poner fin a la guerra incivilizada”, advirtió que “sin unidad no hay paz”.
En una ceremonia de investidura marcada por los símbolos, un inédito despliegue de seguridad, la histórica ausencia del mandatario saliente y el recuerdo vivo del reciente asalto al Capitolio por parte de seguidores de Donald Trump, Joe Biden juró como 46º Presidente de EE.UU. El demócrata toma el cargo en medio de un empeoramiento de la pandemia de Covid-19, problemas económicos y profundas divisiones. Así, en momentos de crisis nacional, Biden prometió buscar la unidad del país. “Sin unidad no hay paz”, aseguró.
Biden, el primer Presidente católico de EE.UU. desde John F. Kennedy, comenzó la jornada con la asistencia a un servicio religioso en la Catedral de San Mateo Apóstol en Washington, en compañía de su esposa Jill, la vicepresidenta entrante Kamala Harris y su esposo, Douglas Emhoff. Congresistas demócratas y republicanos se sumaron a Biden en el oficio iniciado a las 08:35, en una muestra de bipartidismo que él espera sea un impulso en la lucha contra la pandemia, que ha matado a más de 400.000 personas en el país. Fue en esa catedral, ubicada a pocas cuadras de la Casa Blanca, donde se llevó a cabo el funeral de JFK, asesinado el 22 de noviembre de 1963.
Veinte minutos antes del inicio del servicio religioso protagonizado por su sucesor, Trump partió por última vez de la Casa Blanca como Presidente. El republicano salió del edificio a las 08:15 junto a la primera dama Melania Trump para abordar el helicóptero Marine One, que lo llevaría a la base aérea Andrews en Maryland. “Ha sido un gran honor, el honor de mi vida”, aseguró. Una vez allí recibió una despedida militar antes de emprender viaje a su resort en Florida a bordo del Air Force One. Polémico hasta el último minuto, Trump no mencionó a Biden por su nombre en ningún momento. “Nosotros volveremos, de una manera o de otra”, lanzó antes de emprender vuelo y convertirse en el primer Presidente saliente en más de un siglo que rechaza la tradición de asistir a la investidura de su sucesor.
Biden y su esposa llegaron al Capitolio unos 90 minutos antes de la ceremonia, que se inició a las 11:20. Tras las intervenciones de los senadores Amy Klobuchar (demócrata por Minnesota), Roy Blunt (republicano por Missouri) y el sacerdote Leo O’Donovan, el turno fue para la cantante Lady Gaga, quien interpretó el himno nacional.
Kamala Harris hace historia
A continuación, a las 11:41, la jueza Sonia Sotomayor, la primera latina en llegar a la Corte Suprema (nominada por Barack Obama), tomó juramento a Kamala Harris, de 56 años, quien se convirtió así en la primera vicepresidenta mujer en la historia de EE.UU. Además, la exsenadora por California es la primera persona negra y de ascendencia asiática elegida para el cargo. Harris usó dos biblias en la ceremonia: una que pertenecía a su exvecina y amiga, Regina Shelton, quien la ayudó durante su infancia en San Francisco, y otra a Thurgood Marshall, el primer afroamericano en servir en la Corte Suprema, quien ha sido una inspiración para su carrera.
Horas antes, Harris publicó un video en redes sociales agradeciendo su logro a “las mujeres que vinieron antes”. El mayor reconocimiento se lo dedicó a su madre, Shyamala Gopalan, quien llegó de India a los 19 años a EE.UU., creyendo que en el país “un momento como este es posible”. Vestida de morado, el color del feminismo, Harris recibió los aplausos en el Capitolio del vicepresidente saliente Mike Pence, y su esposa Karen, quienes asistieron a la juramentación de Biden, tras saltarse la ceremonia de despedida de Trump. “Es un honor ser su vicepresidenta”, escribió posteriormente Harris en su cuenta oficial para el cargo en Twitter, donde ya suma 6,6 millones de seguidores.
Tras la interpretación del tema “This Land is my Land” por parte de la cantante Jennifer Lopez, llegó el momento del juramento de Biden. El demócrata de 78 años lo hizo ante el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, a las 11:50, colocando su mano sobre una Biblia propiedad de su familia desde hace 127 años.
A continuación, Biden agradeció la presencia de los expresidentes Bill Clinton, George Bush y Barack Obama para luego pronunciar un discurso de 21 minutos, cuyos ejes principales giraron en torno a la unidad, la defensa de la democracia, la verdad y la pandemia. “Sé que las fuerzas que nos dividen son profundas y reales. Llegó el momento de unificar a la nación, de que trabajemos todos juntos. Todos somos iguales”, señaló. “Con unidad podemos hacer grandes cosas. La democracia ha prevalecido”, agregó, prometiendo poner fin a la “guerra incivilizada”. “Si nos unimos, les prometo que nunca fallaremos (...). Sin unidad no hay paz (...). Me comprometo con ustedes, voy a ser un Presidente para todos los estadounidenses”, reiteró, recordando que “debemos rechazar la cultura en la que los hechos se manipulan e incluso se inventan”.
En su primer discurso como Presidente, Biden también se refirió al ataque del 6 de enero al Capitolio. “Aquí estamos, solo unos días después de que una turba se creyese que podía usar la violencia para silenciar la voluntad del pueblo, para parar el funcionamiento de la democracia, para echarnos de este lugar sagrado. No ocurrió y no ocurrirá. Ni hoy, ni mañana, ni nunca”, sentenció, indicando que hoy Estados Unidos “está a prueba”. Asimismo, aludió a los movimientos extremistas, indicando que “el surgimiento de extremistas políticos, la supremacía blanca, el terrorismo doméstico, es algo que enfrentaremos y que derrotaremos”.
En cuanto a la pandemia, Biden dijo que “estamos entrando en la que puede ser la fase más dura y mortífera del virus. Debemos dejar a un lado las ideas políticas y enfrentar esta pandemia como una nación”. También tuvo palabras para la tarea de recomponer la imagen y el liderazgo internacional de EE.UU. “Vamos a reparar nuestras alianzas y nos vamos a poner en contacto con todo el mundo otra vez, no para enfrentar los desafíos de ayer, sino los desafíos de hoy y del mañana, y vamos a liderar no solo por el ejemplo de nuestro poder, sino por el poder de nuestro ejemplo”, señaló en su discurso, que fue seguido de las intervenciones del cantante Garth Brooks, la poeta Amanda Gorman, de 22 años, y el reverendo Dr. Silvester S. Beaman.
En su primer tuit tras la toma de posesión, Biden enfatizó que “no hay tiempo que perder cuando se trata de abordar las crisis a las que nos enfrentamos”. En esa línea, durante la jornada el demócrata comenzó a firmar 15 órdenes ejecutivas, muchas de ellas destinadas a desmantelar políticas de Trump. Las órdenes incluirán mascarillas obligatorias en las propiedades federales, volver a unirse al Acuerdo de París y la Organización Mundial de la Salud (OMS) y poner fin a algunas prohibiciones de viaje a países con mayoría musulmana.
Antes de ir a la Casa Blanca, hasta donde llegó a pie, Biden y Harris visitaron el cementerio de Arlington para rendir homenaje a los militares caídos en una ceremonia en la que participaron Clinton, Obama y Bush.
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