Brotes de Covid-19 vuelven a amenazar a Sudamérica
Con el regreso de la recomendación, y en algunos casos, de la obligación del uso de la mascarilla en espacios cerrados, también volvió la amenaza de nuevas olas. Las 400 muertes semanales en Brasil y la llegada de la subvariante ómicron BA.4 y BA.5 a la región marcan el inicio de una nueva etapa de la pandemia.
La alerta fue levantada por la Organización Panamericana de Salud en su informe del 29 de junio. En él advirtió que en América del Sur, “ha aumentado significativamente la incidencia de Covid-19, dado que ha habido casi medio millón de casos nuevos en la última semana, un aumento del 24,6% en comparación con la anterior”. De ahí en más, los números han crecido de forma regular.
En su último informe, entregado la semana pasada, el aumento de casos y muertes continúa en crecimiento en gran parte de los países. No se dio de forma tan explosiva como en el recuento semanal anterior, pero de igual forma aumentaron un 15,4% la detección de casos y un 14,8% las defunciones.
Frente a este nuevo embate de la pandemia, las autoridades peruanas ordenaron el lunes pasado el retorno de la obligatoriedad del uso de la mascarilla tanto en espacios abiertos como cerrados, indicó el ministro de Salud, Jorge López, medida que luego fue matizada cuando desdijeron la orden y afirmaron que era una recomendación. En Colombia, por su parte, el ministro de Salud y Protección Social, Fernando Ruiz Gómez, anunció el viernes el inicio de la quinta ola de Covid-19.
La Tercera consultó a expertos en epidemiología y salud pública de distintos puntos de la región para que relataran la situación en su país, así como para hacer un balance general sobre el estado de la región frente a los casos de Sudamérica.
Ruth Jimbo Sotomayor fue una de ellas. “La pandemia no ha terminado”, aseguró la doctora en Epidemiología y Salud Pública. Según Jimbo, que se desempeña como docente e investigadora de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, son tres los factores que explican este aumento de casos en el continente.
En primer lugar está “el relajamiento de las medidas sanitarias por parte de la población”. Segundo, opinó la experta, “en la mayoría de los países de América ha existido una disminución en la cobertura de la aplicación de terceras y cuartas dosis”. Por último, el tercer factor que explicaría el alza sería “la aparición de nuevas variantes que tienen una posibilidad alta de transmisión y, probablemente, de evasión a las vacunas”.
Al ser consultada por este medio, la estadística y magíster en Epidemiología de la Universidad del Valle de Colombia, Claudia Mora, coincidió con la experta ecuatoriana sobre “la falta de confianza en las estrategias de vacunación por parte de la ciudadanía”, agregando que el aumento de casos también está ligado a que “la tecnología utilizada en las vacunas no genera una inmunidad permanente y las variantes van a mayor velocidad que el desarrollo de estas”.
Mauricio Torres, doctor en Salud Pública y profesor asociado de la Universidad Nacional de Colombia, planteó ideas similares. “Se volvieron laxas las medidas de higiene pública para cortar la transmisión del virus, y por otro lado, están las variantes del virus que con sus mutaciones se han ido librando de obstáculos”.
Relacionado al último punto expuesto por Ruth Jimbo Sotomayor, hace unos días, la jefa técnica de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Van Kerkhove, informó a través de su cuenta de Twitter que “estamos jugando con fuego al dejar que este virus circule a niveles tan intensos”.
“Si bien las muertes son ahora mucho más bajas que en los peaks de los últimos dos años y medio, debemos recordar que en marzo de 2020 sabíamos muy poco sobre este virus y no teníamos tratamientos ni vacunas”, por lo que le preocupa que “las muertes por Covid-19 a nivel mundial están en un nivel similar al de marzo de 2020″, escribió. A esto se suma que las subvariantes de ómicron BA.4 y BA.5 continúan expandiéndose a nivel mundial. “La BA.5 se ha detectado en 83 países, con una prevalencia del 37% al 52%, del 19 al 25 de junio”, explicó la experta.
La situación de la región
Frente al aviso de Perú y Colombia de la llegada de nuevas olas y la recomendación del uso de la mascarilla, la situación de la región frente al virus es una de las principales preocupaciones de las autoridades sanitarias de cada país.
Si bien Juan Carlos García, doctor y profesor del Departamento de Salud Pública de la Universidad Nacional de Colombia, dijo a La Tercera que “como habitantes del planeta debemos acostumbrarnos a convivir con los demás organismos y microorganismos que lo habitan, al igual que lo hemos hecho evolutivamente” y que probablemente el virus se convertirá en uno endémico, es decir, que tendrá “niveles más o menos estables de casos, con ‘olas’ estacionales que resulten predecibles”, el alza en casos preocupa a otros expertos.
En Perú, por ejemplo, las autoridades declararon la llegada de la cuarta ola al registrar 3.492 contagios durante este domingo y confirmar el ascenso sostenido de casos. Para el miércoles pasado eran 2.716. Semanas atrás, entre el 19 y el 25 de junio, se detectaba un alza del 70% frente a días anteriores, por lo que se recomendó el regreso de la mascarilla, y el gobierno no descarta la suspensión de fiestas, desfiles por Fiestas Patrias y la entrada a discotecas, asegurando que así se “evitarán las aglomeraciones”, dijo el ministro de Salud peruano, Jorge López.
Ecuador, por otro lado, declaró el 28 de abril de este año que daban como “controlada” la pandemia al lograr un 83% de vacunación con las dos primeras dosis. Luego vino la eliminación en la obligatoriedad del uso de la mascarilla en espacios abiertos y cerrados, exceptuando centros de salud. Sin embargo, el Comité de Operaciones de Emergencia de dicho país volvió a recomendar su uso en lugares sin ventilación o en sitios abiertos con aglomeraciones durante el jueves pasado.
“En las últimas semanas se ha registrado un importante aumento en la positividad, donde prácticamente se ha triplicado el número de casos positivos y también de la velocidad de transmisión. El estancamiento del proceso de vacunación, junto a la aparición de nuevas variantes genera un escenario propicio para el desarrollo de una nueva ola de Covid-19″, dijo desde Ecuador la epidemióloga Ruth Jimbo Sotomayor. Solo un 39% de vacunados con la tercera dosis y las aglomeraciones producto de las manifestaciones indígenas registradas en las últimas semanas, opinó la experta, serían parte de los factores que explican la situación actual del país.
Similar es la situación de Colombia, donde los casos diarios suben y el porcentaje de vacunación baja. Con 23.667 positivos entre el 1 y el 7 de julio, el viernes se confirmó la llegada de una quinta ola al país, donde cerca del 50% sería a causa de las subvariantes BA.4 y BA.5. “Uno esperaría unas dos o tres semanas bastante movidas en términos de afectación. Esperaríamos que después haya una reducción”, dijo a la prensa local el ministro de Salud, Fernando Ruiz Gómez.
En Brasil se registraron 45 muertes durante este domingo, alcanzando los 673.659 decesos producto del Covid-19 en lo que va de pandemia. Al comparar la media móvil, es decir, los últimos siete días versus los siete anteriores, se detectó un alza del 18% en las muertes, lo que concreta 17 días de crecimiento en los decesos, detalló el medio brasileño G1. Con dos semanas consecutivas promediando 400 muertes semanales, el país se acercó a los números registrados durante marzo de este año.
Mientras, al otro lado de la cordillera de los Andes, Argentina detectó 31.845 casos en los últimos siete días, lo que representa un 39% más de casos que el tramo anterior, pero el número de muertes se redujo en un 7%. “Aunque se presentara un nuevo aumento de casos, es poco probable que tuviera consecuencias graves en internaciones y defunciones, dado que la cobertura de vacunación, aunque menor que la de Chile, es alta, con casi un 84% de la población con plan completo, y un 55% con dosis de refuerzo”, dijo a este medio el profesor de Salud Pública de la Universidad de Buenos Aires, Pedro Casserly.
Subvariantes en la mira
La idea de que la pandemia no ha acabado parece ser el consenso general entre expertos de la región. ¿La razón? Las subvariantes que mutan cada cierto tiempo, pasándose la posta entre una y otra para ver cuál es la dominante en el mundo, modifican el escenario constantemente.
Con la llegada de las vacunas, el riesgo de muerte relacionado al Covid-19 ha disminuido de forma drástica, cree Casserly. “A partir de la información y análisis disponibles, lo peor de la pandemia ya ha pasado. Es posible que aparezcan algunos pequeños brotes a partir de las actuales o nuevas mutaciones, aunque con una magnitud y gravedad cada vez menor”.
Por ahora, las subvariantes ómicron BA.4 y BA.5 surgen como las principales amenazas a la salud pública y países europeos ya se preparan para la siguiente fase de la pandemia. Reino Unido retornó a la obligatoriedad del uso de la mascarilla en centros de salud y en España ya se habla de la séptima ola.
“Tanto las subvariantes BA.4 como la BA.5 han mostrado una mayor capacidad para eludir los sistemas inmunitarios adquiridos tanto por la vacuna como por haber padecido la enfermedad”, detalló Casserly, agregando que esto no significa necesariamente que dicha protección desaparezca o que infectará a toda persona.
Sin embargo, estas no son las únicas preocupaciones de los expertos. Localizada en al menos 10 países hasta la fecha, ómicron BA.2.75 es otra modificación del virus en la mira de autoridades e investigadores. Surgida en junio de este año, es una subvariante de segunda generación de ómicron que sería “cinco veces más contagiosa que las anteriores”, explicó en su cuenta de Instagram la directora clínica de farmacia, patología y genética del Hospital Infantil de Sheffield en Reino Unido, Marta Cohen. Si bien no se ha reportado una mayor tasa de muerte por dicha subvariante, los primeros estudios indican una mayor propagación que podría incluso saltar la inmunidad generada por la infección previa y las vacunas actuales.
“Latinoamérica está en un momento importante para tomar decisiones y medidas para anteponerse los futuros resultados”, argumentó la doctora Ruth Jimbo Sotomayor. El riesgo de muerte se mantiene bajo, pero el virus no se ha ido, recordó.
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