Colegios: expertos dan consejos sobre cómo reabrirlos de manera segura

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Profesoras de ciencias toman la temperatura a alumnos del Wylie High School, en el estado de Texas. Foto: AP

Los establecimientos deberían mejorar la filtración del aire, mantener a los niños en “cápsulas” y aumentar el tiempo afuera de las salas, como formas para bajar el riesgo de la transmisión de coronavirus.


Dorian Solot está tratando de resolver si enviar a sus hijas de vuelta al colegio en el otoño o hacer algo nuevo: educarlas en casa. “Pronostico que el camino que tenemos por delante será muy movido”, dice Solot, de 47 años, de Albany, Nueva York, empresaria que tiene a sus hijas entrando en el tercer y séptimo grado.

A medida que los funcionarios en todo el país tratan de resolver cómo reabrir los colegios en momentos en que las tasas de infección de coronavirus aumentan, muchos padres y profesores están preocupados por el riesgo y las restricciones asociadas con el regreso al aprendizaje en el colegio.

Los expertos en salud han recomendado a los padres que revisen ciertas medidas de seguridad, basadas en el entendimiento más actual de cómo el virus se propaga, principalmente persona a persona, con riesgos más altos en lugares cerrados y con mucha gente.

Entre lo más importante está que los niños deberían usar mascarilla, que sean agrupados en pequeñas “cápsulas” que no se mezclen con otros alumnos y que mantengan el distanciamiento social. Los colegios deberían aumentar sus prácticas de higiene y limpieza.

Otras recomendaciones incluyen la enseñanza en lugares al aire libre cuando sea posible, los almuerzos que sean en las salas de clase y que se mejore la ventilación de los lugares cerrados y las filtraciones de aire en los colegios. Aseguran que actividades como la participación en coros y tocar instrumentos de viento son más riesgosos, mientras que los recreos y el ejercicio afuera son menos riesgosos.

“Es absolutamente crítico que los niños vuelvan al colegio”, dice Joseph Allen, director del Programa de Construcción Saludable en la escuela de Salud Pública del Colegio T.H. Chan de Harvard. El experto dice, además, que hay costos para el bienestar social y físico de los niños que conlleva el continuo aprendizaje desde sus casas.

Allen y sus colegas recientemente publicaron un reporte de 60 páginas sobre las estrategias para reducir el riesgo en los colegios. Es de especial importancia, dice, minimizar la potencial transmisión por el aire del virus al mejorar la ventilación y la filtración en las escuelas.

Esto se puede hacer al aumentar la cantidad de aire que viene de afuera al interior de las salas de clase mediante algo tan simple como abrir las ventanas o usar ventiladores. Los colegios que tienen sistemas de ventilación mecánica deberían usar filtros con mayor eficiencia y asegurar que el sistema está usando la máxima cantidad de aire de afuera en lugar de hacer recircular el aire interno. Los purificadores de aire en las salas de clase también ayudan.

La Academia de Pediatría de Estados Unidos emitió recomendaciones el mes pasado para la reapertura de colegios. Sus directrices dicen que el distanciamiento físico entre los estudiantes puede ser de un metro en lugar de la recomendación estándar de dos metros, especialmente cuando se usan mascarillas.

Nathaniel Beers, pediatra del Hospital Nacional de Niños en Washington D.C., y miembro del comité que desarrolla directrices, dice que la nueva recomendación de distancia se basó en gran medida en el estudio publicado el 1 de junio por la revista Lancet, que sugiere que la distancia de un metro entre las personas es adecuada.

“Si dices dos metros, no hay forma de que la mayoría de los colegios distritales pueda cumplir con ese criterio y tener a más del 50% de los alumnos en la sala de clases”, dice Beers.

El grupo recomienda a los estudiantes de media y a los cursos mayores de básica que usen cobertura facial tanto como sea posible. Beers dijo que en el caso de los niños más pequeños que tocan sus caras y probablemente las mascarillas más frecuentemente, el valor de usar un cobertor facial se puede ver disminuido. Pero otros expertos señalan que el uso universal de mascarillas es clave para la reapertura de cualquier colegio.

Allen afirma que crear recreos de mascarillas puede ser útil. “La fatiga del uso de mascarilla es real”, sostiene. Buenos momentos para recreos del uso de mascarilla pueden ser durante “ratos tranquilos”, como cuando se lee, cuando las personas no están hablando, o haciendo actividades que puedan emitir aerosoles de virus en el aire.

Los protectores faciales también son una buena alternativa para los niños que no usan mascarillas, dicen los expertos.

La creación de cápsulas o clases separadas para que los niños no estén juntos y no se mezclen con el resto de la población escolar es otra estrategia efectiva dicen los expertos, especialmente en los colegios de enseñanza básica. Cuando un estudiante da positivo para Covid-19, por ejemplo, solo aquellos en sus salas de clase necesitarían ser testeados o puestos en cuarentena.

“Hace que el control sea más fácil”, indica Ashleigh Tuite, profesora asistente de epidemiología en la Escuela de Salud Pública Dalla Lana en la Universidad de Toronto. “Si tienes un caso en una cápsula puedes aislar a los estudiantes. Sabes quiénes han estado expuestos”.

Protección al profesorado

El personal debería distanciarse socialmente los unos con otros, señala Alyssa Bilinski, una estudiante de doctorado de política de salud en la Escuela de Artes y Ciencias de Harvard, quien está trabajando en un estudio de modelos de brotes de Covid-19 en los colegios. Las reuniones deberían llevarse a cabo de manera remota y los almuerzos deben ser consumidos de forma separada para disminuir el riesgo de la propagación de cualquier virus.

Los expertos dicen que los profesores deberían volver a enseñar frente a una clase cerrando espacio entre ellos y los estudiantes de 4,5 metros a 6 metros. Ellos siempre deberían usar mascarillas o protectores faciales cuando necesitan que los estudiantes vean sus expresiones faciales.

La mayoría de los expertos reconoce que no hay infraestructura para un testeo amplio y regular de los estudiantes. Eso probablemente no ocurrirá hasta que hayan tests de saliva que sean costeables y rápidos. Pero una vez que estén disponibles, el testeo a los estudiantes y a los profesores de forma regular es una buena estrategia, sostienen los expertos.

Países en Asia y Europa han abierto evitando grandes brotes, pero los expertos notan que en la mayoría de los países la tasa de transmisión en la comunidad de Covid-19 eran menores cuando reabrieron los colegios, en comparación a muchos estados en Estados Unidos.

El consenso es que los niños más jóvenes tienen menos probabilidades de tener Covid-19 y que si bien hay menos evidencia de que puedan significar un riesgo menor de transmisión a los adultos, no es concluyente. Sin embargo, algunos expertos señalan que los planes para la reapertura de los colegios debería tener en cuenta la creciente evidencia de que los estudiantes más grandes, principalmente adolescentes, parecen tener un mayor riesgo de desarrollar Covid-19 y transmitir el virus.

“Al momento que llegas a la enseñanza media el riesgo de infección es casi indistinguible en comparación a los adultos jóvenes”, dijo Bilinski.

Algunos padres no están dispuestos a esperar a ver qué es lo ocurrirá. Samantha Esposito ya ha decidido educar a sus hijos en casa. “Estoy más cómoda planeando un currículum en casa y dándoles un año seguro de aprendizaje, que el panorama desconocido que será el colegio el próximo año (escolar)”, señaló Esposito, una madre de 34 años en Rocky Hill, Connecticut. Sus hijos entrarán a tercer grado, kindergarten y prekínder en el caso del que tiene tres años. También tiene a una niña de meses que nació en marzo.

“Conozco bien a mis niños, las mascarillas y las barreras serán estresantes para ellos”, indica. “Además, si el colegio se cancela a mediados de año de nuevo, será perturbador y confuso”.

También está preocupada que sus hijos puedan llevar el virus hasta la casa y contagiar a su esposo que tiene diabetes tipo 1 y su hija de meses. Como una exprofesora de tercer grado no hay forma que los niños de esa edad mantengan el distanciamiento social.

“No hay forma de mantenerlos separados”, señala. “Si estás tratando de mantenerlos separados ellos van a ser mezquinos y también lo serán los profesores”.

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