“Corriente y comida”: Protestas en Cuba en medio de apagones
En Santiago de Cuba y Granma, decenas de cubanos salieron a las calles quejándose por apagones que ya se están extendiendo hasta 18 horas en el oriente de la isla.
Más de cien cubanos tomaron parte en una manifestación este domingo en Santiago de Cuba, la segunda ciudad más importante de la isla. El presidente cubano Miguel Díaz-Canel terminó llamando a un “ambiente de tranquilidad y paz”, aunque, como indican los informes de medios, la manifestación se realizó sin violencia.
“Producto a las largas horas de cortes eléctricos, por la indisponibilidad de combustible y otras situaciones derivadas de la crisis económica actual, varias personas salieron a las calles y ocurrió una manifestación popular”, publicó el proyecto de periodistas El Necio en su cuenta de Facebook.
El lema de estas manifestaciones fue “corriente y comida”, haciendo alusión a los apagones que se están viviendo en gran parte de las provincias del país, y que han llegado a durar 18 horas, junto con la falta de alimentos.
El gobierno cubano aseguró que las protestas las originaban enemigos del gobierno desde el extranjero. El país lleva semanas de tensión a causa de la falta de combustible en las termoeléctricas. Esto se suma a la escasez de alimentos, medicamentos y otros bienes que han vuelto más aguda la situación.
A poco de empezar la manifestación, la policía nacional apareció para “evitar sucesos violentos”. Poco después, Díaz-Canel publicó en redes sociales: “La disposición de las autoridades del Partido, del Estado y el Gobierno es atender los reclamos de nuestro pueblo, escuchar, dialogar, explicar las numerosas gestiones que se realizan para mejorar la situación, siempre en un ambiente de tranquilidad y paz”.
En ese contexto, el mandatario dijo que eran “terroristas” radicados en Estados Unidos los que incentivaban “acciones contra el orden interior del país”. ”Varias personas han expresado su inconformidad con la situación del servicio eléctrico y la distribución de alimentos. Este contexto se intenta aprovechar por los enemigos de la Revolución, con fines desestabilizadores”, aseguró el presidente.
Los diplomáticos estadounidenses aseguraron el domingo que estaban monitoreando las protestas y pidieron al Gobierno de Cuba que escuchara a los manifestantes. “Instamos al Gobierno de Cuba a respetar los derechos humanos de los manifestantes y abordar las necesidades legítimas del pueblo cubano”, publicó la Embajada de Estados Unidos en La Habana en X,
Como respuesta, el ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba convocó a Benjamin Ziff,el máximo diplomático estadounidense en La Habana. Según el ministerio, el viceministro Carlos Fernández de Cossío “trasladó formalmente” a Ziff “el firme rechazo a la conducta injerencista y los mensajes calumniosos del gobierno estadounidense y su embajada en Cuba ante asuntos internos de la realidad cubana”.
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