De “perrito faldero” a “Pinochetito”: el historial de desencuentros entre Daniel Ortega y Boric

“Ayer el dictador Ortega insultó a la institución de Carabineros de Chile (…) Quiero que sepan Carabineros, que instruí inmediatamente a nuestro ministro de Relaciones Exteriores, Alberto Van Klaveren, que presentara una nota de protesta diplomática como corresponde en estas instancias porque la reputación de nuestras instituciones se defiende nacional e internacionalmente”, aseguró esta mañana el Presidente Gabriel Boric, en alusión a las declaraciones que el Mandatario de Nicaragua, Daniel Ortega, emitió sobre Carabineros de Chile, en el marco de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado.

El último de los desencuentros entre Ortega y Boric se originó este lunes, en medio de un discurso del primero en el marco del 44 aniversario de la Policía Nacional de Nicaragua. En la oportunidad, el exlíder sandinista afirmó: “El 44% de los chilenos siguen añorando a Pinochet y que gobiernos fascistas lleguen al poder (…) están los Carabineros, y los Carabineros chilenos no son como la policía de Nicaragua. Están formados por el asesinato masivo, formados para asesinar al pueblo”.

Ante las declaraciones de Ortega, la Cancillería chilena citó a las 17.00 de este martes a Gadiel Arce, encargado de negocios de Nicaragua en Chile, para presentarle la nota de protesta diplomática por los dichos del gobernante centroamericano.

Pero lejos de rebajar la tensión, Ortega las emprendió contra el Mandatario chileno a quien comparó con una versión pequeña Augusto Pinochet. “Boric, vos sos un pinochetito”, señaló el Presidente nicaragüense. “Ahora, como que le picó (a Boric) un chile (ají) por lo que dije ayer (lunes), una verdad, que los militares chilenos y los Carabineros han sido asesinos, que asesinaron a todo un pueblo, a todo un proyecto hace 50 años, cuando dieron el Golpe de Estado en contra del Presidente mártir heroico Salvador Allende. Son criminales (…) Se han molestado porque dije que son criminales”, aseveró.

La polémica, sin embargo, no es la primera entre ambos gobernantes. Ya antes de asumir en el cargo, el 11 de marzo de 2022, Boric se había mostrado crítico del régimen de Managua. En un mensaje publicado en Twitter el 12 de noviembre de 2021 señaló: “En nuestro gobierno el compromiso con la democracia y los derechos humanos será total, sin respaldos de ningún tipo a dictaduras y autocracias, moleste a quien moleste. Nicaragua necesita democracia, no elecciones fraudulentas ni persecución a opositores”.

Pese a ese cuestionamiento, Ortega felicitó el triunfo de Boric en las urnas en diciembre de 2021. “Con respeto y alegría saludamos su histórico triunfo, alcanzado con el valiente pueblo chileno, inspirados con el legado siempre presente del presidente de la dignidad, Salvador Allende, y de tantos héroes y mártires de ese gran pueblo”, dijo el Mandatario de Nicaragua, en un mensaje enviado al presidente electo.

“Deseamos a su Gobierno y a Chile todo, caminos de avance en esperanzas ciertas, creando los cambios que se proponen, en justicia y paz”, agregó el exguerrillero sandinista.

Dos meses antes de asumir, Boric dio una entrevista a la cadena BBC donde se desmarcó nuevamente del régimen de Nicaragua. Ante la consulta si se reconocía en alguno de los gobernantes de izquierda en el concierto latinoamericano, el presidente electo de Chile respondió: “Yo entiendo que la pregunta va muy relacionada con Venezuela y Nicaragua. En el caso de Nicaragua no logro encontrarle nada ahí, y en el caso de Venezuela es una experiencia que más bien ha fracasado”.

Ya en el poder, Boric arremetió contra Nicaragua en su discurso durante la 70° Asamblea General de la ONU en Nueva York, en septiembre de 2022. “Que en ningún lugar del mundo tener distintas ideas del gobierno de turno pueda terminar en persecución o en vulneración de derechos humanos”, afirmó Boric, y puso como ejemplo la existencia de “presos políticos” contrarios al régimen de Daniel Ortega en Nicaragua o el éxodo venezolano producido por la “prolongada crisis política” durante el gobierno de Nicolás Maduro.

La respuesta de Ortega no tardó en llegar. Durante un acto en ocasión del 43 aniversario de la Policía Nacional y transmitido en cadena de radio y televisión, el exlíder sandinista dijo que “se ha puesto de moda” pedir en foros internacionales que deje en libertad a los “presos políticos” de Nicaragua, y mencionó concretamente el caso del presidente chileno que lo hizo durante la Asamblea General de la ONU.

“El gobierno que quiere recibir aplausos del imperio yanqui (EE.UU.) y de algunos gobiernos de la Unión Europea salen allí, como perritos falderos, a hablar que hay que poner en libertad a los presos políticos en Nicaragua”, criticó Ortega. Según el gobernante nicaragüense, esos mismos “se olvidan de los presos políticos que tienen en su país”, en Chile, en donde dijo, “sigue privando la Constitución que dejó” el dictador militar chileno Augusto Pinochet.

“Allí sale de repente (Boric demandando la liberación de los presos políticos en Nicaragua) y tiene cantidad de presos del gobierno anterior, de jóvenes que protestaban en las calles buscando un cambio profundo” en Chile, sostuvo.

El mandatario sandinista cuestionó, por tanto, la autoridad que tiene Boric para demandar la liberación de los presos políticos en Nicaragua. “¡Cómo si sólo hubiese presos en Nicaragua! Tienen el techo de vidrio. Tienen los presos en su casa. Tienen un régimen constitucional golpista, terrorista y hablan de esa manera”, reprochó Ortega, que pidió con sarcasmo a Boric “deje de estar contando chiles (bromas) o chistes cuando está montado sobre las bases de una dictadura y una tiranía pinochetista que ejerce la represión contra los estudiantes”.

Un nuevo capítulo de los roces entre Boric y Ortega se escribió en febrero pasado, cuando La Cancillería chilena expresó su condena a la decisión del gobierno nicaragüense de quitarle la nacionalidad a 94 opositores en el exilio. “Cada día más” Nicaragua se convierte “en una dictadura totalitaria, donde se persigue cualquier tipo de disidencia”, dijo entonces la canciller chilena, Antonia Urrejola.

Pocos días después, Boric calificó de dictador a Ortega, tras solidarizarse con los opositores despojados de su nacionalidad nicaragüense. “Un abrazo fraterno a Gioconda (Belli), (Sergio) Ramírez, Sofía (Montenegro), Carlos (Fernando Chamorro) a todos quienes Ortega ha pretendido despojarlos de su nacionalidad nicaragüense”, escribió en Twitter. “No sabe el dictador que la patria se lleva en el corazón y en los actos, y no se priva por decreto. ¡No están solos!”, remató su mensaje el Mandatario chileno.

El Gobierno de Chile informó entonces que ofrecía la residencia y la nacionalidad chilenas a los más de 300 opositores “injustamente expatriados” en Nicaragua, entre ellos los escritores Sergio Ramírez y Gioconda Belli. “El Gobierno de Chile arbitrará los medios legales necesarios para ofrecerles la debida protección internacional, que les permita residir en el país y obtener la nacionalidad chilena, según las normas constitucionales y legales que la regulan”, indicó la Cancillería chilena en un comunicado.

Boric volvió sobre el tema en la XXVIII Cumbre Iberoamericana, celebrada en Santo Domingo, República Dominicana, en marzo pasado. “No es aceptable de parte nuestra callar ante la dictadura familiar de Ortega y (Rosario) Murillo en Nicaragua, que acaba de privar de su nacionalidad a 94 opositores y deportar a más de 200 presos políticos”, mencionó en su discurso. “Pareciera no saber Ortega que la patria se lleva en el alma y en la sangre, y no se quita por decreto”, insistió el mandatario chileno.

Tras los dichos de Boric, el ministro nicaragüense de Relaciones Exteriores, Denis Moncada Colindres, exigió “respeto” al Presidente de Chile. “Exigimos al Presidente Boric, de Chile, respeto para el Gobierno y el pueblo de Nicaragua”, pidió el canciller durante su intervención ante el plenario de la XXVIII Cumbre Iberoamericana.

Moncada Colindres, un general retirado, dijo que Boric “no debe utilizar a Nicaragua como plataforma para demostrar su traición al pueblo chileno y su entrega al imperio norteamericano y sus aliados”. “Las relaciones históricas, fraternas y solidarias entre los pueblos de Chile y Nicaragua no serán rotas por su actitud antilatinoamericana y caribeña”, continuó.

“Presidente Boric: exigimos respeto a nuestro Estado, respeto a nuestro Gobierno, respeto al pueblo nicaragüense”, insistió Moncada Colindres.