Economía le pasa la cuenta a Erdogan: presidente turco promete corregir errores tras humillante derrota en municipales
Según los analistas, los votantes perdieron la paciencia ante una crisis del costo de la vida provocada por una inflación cercana al 70% y el estilo político divisivo de Erdogan.
El Presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, prometió el lunes corregir los errores que llevaron a su partido a la derrota en las elecciones municipales, en las que la oposición capitalizó los problemas económicos y alienó a los votantes islamistas, sembrando la incertidumbre sobre sus planes de reforma.
Según Reuters, la votación del domingo supuso la peor derrota de Erdogan y su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) en más de 20 años en el poder, revitalizando a la oposición y reforzando la posición del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, como principal rival del presidente.
Redibujando un mapa político dominado durante mucho tiempo por el AKP (que obtuvo el 35% de los votos), el Partido Republicano del Pueblo (CHP) ganó el sufragio popular (38%) por primera vez en décadas y arrasó en la mayoría de las principales ciudades, penetrando profundamente en la conservadora Turquía central.
Erdogan pronunció un discurso sombrío e introspectivo en las primeras horas del lunes. “Esto no es el final para nosotros, sino un punto de inflexión”, dijo, reconociendo una “pérdida de altura” para el AKP. “Si hemos cometido un error, lo arreglaremos”, aseguró ante la multitud congregada en la sede del AKP en Ankara, sin indicar qué cambios podría hacer dentro de su partido o en la política.
El resultado en las urnas mermó sus esperanzas de aprobar una nueva Constitución, que podría prolongar su mandato más allá de 2028, cuando finaliza su mandato. Aunque el AKP y sus aliados tienen mayoría en el Parlamento, Erdogan necesitaría un apoyo más amplio o el éxito de un referéndum para aprobar una nueva Constitución.
Según los analistas, los votantes perdieron la paciencia ante una crisis del costo de la vida provocada por una inflación cercana al 70% y el estilo político divisivo de Erdogan.
La inflación galopante de Turquía durante el año pasado perjudicó increíblemente al electorado, según destaca el sitio Middle East Eye. Erdogan, a diferencia de su política anterior a las elecciones presidenciales de 2023 que ganó, optó por una política monetaria ortodoxa con tipos de interés elevados e impuso una serie de medidas de austeridad.
El gobierno también redujo sustancialmente el mercado crediticio, negando a los votantes la capacidad de obtener ganancias rápidas a través del mercado de viviendas y automóviles de segunda mano, como lo hicieron antes de las elecciones de 2023, cuando Erdogan bajó las tasas de interés muy por debajo de la inflación anual.
Hakan Kara, profesor de economía, afirmó que el índice de confianza del consumidor es un indicador del sentimiento del electorado hacia el gobierno. “En los últimos 12 años, el índice de confianza del consumidor superó los 90 antes de las elecciones y los partidos gobernantes ganaron”, escribió.
“La única excepción fueron las elecciones locales de 2019. En aquel momento, debido a la recesión económica, la confianza de los consumidores había caído hasta los 80 y la oposición se hizo cargo de Estambul”, recordó Kara. En marzo pasado, el índice de confianza del consumidor fue del 79,4%.
“Creo que se trata principalmente de la economía y, en particular, de la inflación.... Creo que los votantes decidieron castigar a Erdogan por estas razones”, comentó Wolfango Piccoli, copresidente de la consultora de riesgo político Teneo, en declaraciones a Reuters.
Piccoli dijo que el AKP perdió el control de las regiones industriales donde muchos trabajadores cobran un salario mínimo, que ha ido a la zaga de la inflación a pesar de los grandes aumentos.
El AKP en general “sufrió debido a la arrogancia del exceso de confianza”, aseguró Piccoli, señalando el éxito del islamista Partido Nuevo Bienestar, que emergió como la tercera fuerza más grande en una gran sorpresa, con un apoyo del 6,2%.
Nuevo Bienestar se benefició al adoptar una postura aun más dura que la de Erdogan contra Israel por el conflicto de Gaza, lo que ayudó a alejar a los votantes piadosos del AKP, de raíces islamistas, dijeron analistas.
“No votamos por (AKP) obviamente debido a las condiciones económicas y a las promesas que no se cumplieron”, dijo el contador Onur Hizmetci, de 42 años, añadiendo que había votado por el AKP los últimos 15 años. “Todos los partidos deben alejarse de la polarización y hacer algo por nuestro país con unidad”, comentó a Reuters en una plaza pública en el lado asiático de Estambul. “La gente está harta de pelear y discutir”, reiteró.
Además del tema económico, Middle East Eye destacó el impacto que tuvo la participación en los comicios del domingo, la más baja desde 2004. Los votantes turcos se quedaron en casa en comparación con las elecciones pasadas, con una tasa de participación del 76%. Hace solo nueve meses la participación fue del 87%.
El consenso en Ankara es que los votantes del AKP evitaron votar para castigar al gobierno por su historial económico, destacó el sitio web que cubre Medio Oriente y el norte de África.
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