EE.UU. denuncia que Rusia está desarrollando un arma antisatélite, pero que no representa una “amenaza inmediata”
El Kremlin desestimó la advertencia de Washington sobre las nuevas capacidades nucleares de Moscú en el espacio, calificándola de “fabricación maliciosa” y de un truco de la Casa Blanca destinado a lograr que los legisladores estadounidenses aprueben más dinero para contrarrestar a Rusia.
La alerta la dio el miércoles el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano Mike Turner, tras dar una declaración críptica al decir que el panel había puesto a disposición de todos los miembros del Congreso información sobre una “grave amenaza a la seguridad nacional” que no fue detallada y que estaría vinculada a Rusia.
“Solicito que el presidente (Joe) Biden desclasifique toda la información relacionada con esta amenaza para que el Congreso, el gobierno y nuestros aliados puedan discutir abiertamente las acciones necesarias”, dijo Turner en el comunicado.
La noticia generó inquietud en Estados Unidos, donde algunos legisladores señalaron que se trata de información “suficientemente grave como para desclasificarla y hacerla pública”. Por otro lado, otros altos funcionarios, como el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, le bajaron el perfil, asegurando que “no hay necesidad de una alarma pública”.
Tras la declaración del presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Johnson aseguró a los periodistas en el Capitolio que abordarán el asunto, si bien no reveló detalles específicos alegando que no tiene “libertad para revelar información clasificada” por lo que “realmente” no puede “decir mucho más”.
“Vi la declaración de Turner sobre el tema y quiero asegurar al pueblo estadounidense que no hay necesidad de alarma pública. Vamos a trabajar para abordar este asunto, como hacemos con todos los asuntos sensibles que están clasificados. Solo queremos asegurarles a todos que hay manos firmes al volante”, zanjó.
No obstante, Johnson comunicó que se reuniría durante el jueves con el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan; con el líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries; con Turner y con el representante Jim Himes, que es el líder demócrata en el Comité de Inteligencia.
Finalmente, Washington abordó el asunto este jueves a raíz del revuelo causado por la declaración de Turner. Rusia está desarrollando una capacidad antisatélite que aún no ha sido desplegada y el presidente estadounidense, Joe Biden, ha solicitado un compromiso diplomático directo con Moscú al respecto, dijo John Kirby, portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Según el funcionario, el arma es preocupante, pero no representa una amenaza inmediata. “Esta es todavía una capacidad que están desarrollando. Todavía estamos analizando la información que está disponible al respecto”, aseguró.
Kirby dijo que Biden ha sido mantenido informado sobre lo que, según él, estaba “relacionado con una capacidad antisatélite que Rusia está desarrollando”. Agregó que la nueva capacidad no había sido desplegada y que si bien se trataba de un hecho preocupante, no revestía “una amenaza inmediata a la seguridad de nadie” en la Tierra.
El portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca indicó que Biden ha dirigido una serie de acciones iniciales en respuesta, incluidas sesiones informativas adicionales para los líderes del Congreso y un compromiso diplomático directo con Rusia.
En la misma línea, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, dijo el jueves que la amenaza a la seguridad nacional relacionada con Rusia que salió a la luz esta semana no era una “capacidad activa”, y agregó que Washington está tomando el tema muy en serio y pronto tendrá más que decir.
Al respecto, el Kremlin desestimó el jueves una advertencia de Estados Unidos sobre las nuevas capacidades nucleares de Moscú en el espacio, calificándola de “fabricación maliciosa” y de un truco de la Casa Blanca destinado a lograr que los legisladores estadounidenses aprueben más dinero para contrarrestar a Rusia.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que no haría comentarios sobre el fondo de los informes hasta que la Casa Blanca revelara los detalles. Pero enfatizó que la advertencia de Washington era claramente un intento de lograr que el Congreso aprobara más dinero. “Es obvio que la Casa Blanca está intentando, por las buenas o por las malas, animar al Congreso a votar un proyecto de ley para asignar dinero, esto es obvio”, comentó a los periodistas. “Veremos qué trucos utilizará la Casa Blanca”, añadió.
En tanto, el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Ryabkov, hombre clave de Moscú en materia de control de armas, acusó a Estados Unidos de “fabricación maliciosa”, informó TASS.
Estados Unidos ha informado al Congreso y a sus aliados en Europa sobre nueva inteligencia relacionada con las capacidades nucleares rusas que podrían representar una amenaza internacional, dijo a Reuters el miércoles una fuente informada sobre el asunto. Al respecto, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró este jueves que la organización militar intercambia información de Inteligencia y vigila “todas las amenazas potenciales” tras el aviso lanzado por Washington respecto a supuestas nuevas capacidades nucleares de Rusia para desplegar un sistema nuclear antisatélite en el espacio.
“En la OTAN intercambiamos constantemente inteligencia entre los aliados de la OTAN, y por supuesto siempre estamos vigilando todas las amenazas potenciales en todos los dominios y desde todas las direcciones”, afirmó Stoltenberg al ser consultado por este caso en conferencia de prensa tras la reunión de ministros de Defensa aliados.
El New York Times y ABC News informaron que la Inteligencia estadounidense estaba relacionada con los intentos rusos de desarrollar un arma nuclear antisatélite basada en el espacio. No quedó inmediatamente claro por qué Rusia necesitaría un arma nuclear para destruir un satélite, destacó Reuters.
Los satélites amenazadores podrían causar todo tipo de daños: socavar las comunicaciones, la vigilancia, la inteligencia y el mando y control en todo el mundo, incluso en la esfera nuclear. El New York Times dijo que Estados Unidos no tiene la capacidad de contrarrestar semejante arma.
Analistas consultados por Reuters dijeron que el arma espacial que la inteligencia estadounidense cree que Rusia podría estar desarrollando es más probablemente un dispositivo de propulsión nuclear para cegar, bloquear o freír los componentes electrónicos dentro de los satélites que una ojiva nuclear explosiva para derribarlos. Estos podrían incluir bloqueadores de señales, armas que pueden cegar los sensores de imágenes o, una posibilidad más grave, pulsos electromagnéticos (EMP) que podrían quemar la electrónica de todos los satélites dentro de una determinada región orbital.
“Que Rusia esté desarrollando un sistema impulsado por una fuente nuclear... que tenga capacidades de guerra electrónica una vez en órbita es más probable que la teoría de que Rusia esté desarrollando un arma que lleva una ojiva nuclear explosiva”, dijo Daryl Kimball, director ejecutivo del grupo de defensa de la Asociación de Control de Armas.
Un informe de 2023 de la Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos dijo que Rusia estaba desarrollando una serie de armas diseñadas para apuntar a satélites individuales y también puede estar desarrollando “sistemas de mayor potencia que extienden la amenaza a las estructuras de todos los satélites”.
James Acton, un experto nuclear del grupo de expertos Carnegie Endowment for International Peace, dijo que el hecho de que Rusia pusiera un arma nuclear en órbita sería una “violación flagrante del Tratado del Espacio Ultraterrestre”. El tratado de 1967, del que son parte Estados Unidos y Rusia, prohíbe a los signatarios colocar “en órbita alrededor de la Tierra cualquier objeto que transporte armas nucleares o cualquier otro tipo de armas de destrucción masiva”.
Los analistas consultados por Reuters destacaron que las armas antisatélites podrían paralizar las comunicaciones militares y comerciales, socavando la capacidad de operación de las Fuerzas Armadas, así como los sistemas de posicionamiento global (GPS) que utilizan todos, desde los conductores de Uber hasta los servicios de entrega de alimentos.
“Los rusos piensan que estamos ciegos si no tenemos acceso a nuestros satélites y probablemente sea cierto”, dijo un exfuncionario de Inteligencia estadounidense. “Nuestra capacidad de depender de satélites es una gran ventaja en una posible confrontación, pero también una gran vulnerabilidad”, señaló.
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