El plan del nuevo alcalde de Nueva York para frenar la violencia armada
Una serie de tiroteos y ataques con armas de fuego han marcado el primer mes del expolicía Eric Adams en el cargo. Ante la emergencia, el Presidente de EE.UU., Joe Biden, llegará a la ciudad este jueves para discutir las nuevas medidas con el edil demócrata.
En el primer mes del año, la policía de Nueva York reportó que cinco agentes han sido heridos por disparos con armas de fuego y el fin de semana pasado, el alza de violencia dejó a su primera víctima fatal. El oficial Jason Rivera, de 22 años, respondió a una denuncia por agresión doméstica en Harlem cuando recibió una ráfaga de balas de una Glock 45, que terminó con su vida y dejó a su compañero, de 27 años, en estado grave. El caso sacudió a los neoyorquinos y a su nuevo alcalde, el excapitán de policía Eric Adams, quien está impulsando una cruzada contra los crímenes con armas, que incluye desde un aumento de patrulleros, controles de reconocimiento facial hasta la lucha frontal contra el tráfico de armamento ilegal en las calles.
“Este no es solo un plan para el futuro, es un plan para ahora. La violencia armada es una crisis de salud pública. No hay tiempo para esperar. Debemos actuar. El mar de violencia proviene de muchos ríos. Debemos represar cada río que alimenta esta crisis mayor”, sentenció Adams, el demócrata de 61 años, que ganó las elecciones en noviembre convirtiéndose en el segundo afroamericano en liderar la alcaldía de Nueva York.
El edil de la mayor ciudad de Estados Unidos presentó el “plan para poner fin a la violencia armada” como un programa centrado en sacar a los agentes del escritorio para devolverlos a las patrullas. Durante la semana pasada, Adams explicó que el Departamento de Policía centrará su labor en la estrategia de “vigilancia de precisión dirigida” en 30 sectores donde se llevan a cabo un 80% de los actos violentos, al tiempo que aumentarán el Sistema de Manejo de Crisis (CMS).
Después de días en estado crítico, el segundo agente baleado en Harlem, Wilbert Mora, falleció en el hospital. Horas después, la Casa Blanca anunció que el Presidente de EE.UU, Joe Biden, viajará este jueves a Nueva York para reunirse con Adams y “discutir la estrategia integral de la administración para combatir los delitos con armas de fuego”.
Según CNN, el crimen en Nueva York alcanzó mínimos históricos en las últimas tres décadas antes que las cifras comenzaran a crecer rápidamente desde 2020. El año pasado se registró el mayor número de agentes policiales asesinados durante su trabajo desde el ataque del 11 de septiembre de 2001, con un saldo de 73 oficiales fallecidos. El último recuento de la ciudad muestra que la tasa de criminalidad aumentó un 21,3% en noviembre pasado, en comparación con el mismo mes de 2020.
Víctimas de las armas
“No permitiré que Nueva York sea una ciudad de desorden”, aseguró Adams, un agente con más de 20 años de experiencia, cuando asumió el pasado 1 de enero en el cargo. Sin embargo, desde su llegada a la oficina del gobierno local, una serie de tiroteos y ataques con armas de fuego han golpeado a la ciudad de 8,4 millones de habitantes.
El 9 de enero, Krystal Bayron-Nieves, de 19 años, estaba por terminar el turno nocturno en la caja de una cadena de comida rápida cuando entró un asaltante al local en Manhattan. Según el New York Post, la adolescente que llevaba tan solo tres semanas trabajando en el lugar y había señalado a su familia que temía ir de noche, le entregó al victimario el dinero en efectivo, un monto de US$ 100. No obstante, este se devolvió para dispararle en el torso y la joven falleció camino al hospital.
Entre la lista de víctimas de ataques violentos también aparece una niña de 11 meses que recibió una bala en el rostro, el 19 de enero, tras verse en medio de un tiroteo en el Bronx. La menor, que celebró su primer cumpleaños estando internada grave en el hospital, estaba junto a su madre al interior de un vehículo estacionado, mientras esperaban al padre que compraba en una tienda. Un informe de Gun Violence Archive advierte que durante las tres semanas de 2022, en Estados Unidos, 40 niños de 11 años o menos fueron heridos con armas de fuego.
“Una crisis de Estado”. Así, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, describió la situación en la urbe y comprometió el envío de ayudas financieras para avanzar en medidas significativas para la seguridad de los ciudadanos. Sin embargo, las proyecciones no son positivas para la ciudad en la que disminuyen los niveles de delincuencia, pero aumenta la violencia con uso de armas.
“A medida que entramos en 2022, estamos viendo un aumento dramático en el número de armas que encuentran su camino a través de nuestras fronteras y en las manos de los delincuentes. Y estamos viendo una concentración en lugares como el Bronx, el Alto Manhattan, pero también en otras ciudades”, alertó Hochul. De acuerdo con la revista The Economist, aunque los números están lejos de acercarse a la ola de violencia registrada en la década de 1990, cuando se informaron 2.000 homicidios anuales, en 2021 la ciudad registró 488 asesinatos, lo que deriva de vecindarios decididamente inseguros.
“Intervención y prevención”
El denominado plan de Eric Adams con la “huella azul”, en referencia al color del uniforme de la policía, tiene como principal objetivo controlar la distribución de armamento de fuego. Las cifras oficiales apuntan a que en lo que va del año han confiscado 350 armas, mientras que el año pasado superaron las 6.000 requisadas.
La Fuerza de Tarea Conjunta de Armas de Fuego y la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) señalaron que la mayor parte de las armas utilizadas para cometer delitos en Nueva York han sido rastreadas a una compra fuera del estado, realizada al menos un año antes del crimen. Por ello, el proyecto de reforma de seguridad también busca identificar y detener a las agrupaciones ilícitas, con controles en estaciones de tren, buses, metro y puertos marítimos.
Además, el edil demócrata anunció un proyecto transversal para trabajar con las comunidades en “reparar colegios, ayudar a las personas sin hogar y permitir el acceso a la salud mental”. En un intento por disminuir las tasas de crimen juvenil, Nueva York iniciará pasantías pagadas en los veranos para jóvenes en programas de inserción de los servicios sociales y respaldarán una reforma del sistema judicial.
Una de las críticas al programa de Adams es la propuesta para revisar la edad penal para los jóvenes. El alcalde defendió que un joven de “16 o 17 años, detenido por tenencia de armas, debería ser juzgado en los tribunales regulares y no en los de familia”. Asimismo, el expolicía busca examinar la libertad condicional, la prisión preventiva y que los jueces fallen según el “grado de peligrosidad” del detenido.
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