Evo Morales enfrenta críticas por gestión en incendios a 53 días de los comicios
El Presidente boliviano detuvo su campaña electoral para enfrentar la crisis ambiental que azota a Santa Cruz.
Más de un millón de hectáreas han sido arrasadas por el fuego y 10 municipios del departamento de Santa Cruz mantenienen incendios forestales activos. La emergencia ambiental ha puesto en una encrucijada política al Presidente Bolivia Evo Morales, quien ha sido acusado de promover la quema controlada de pastizales y aprovechar la crisis a favor de su cuarta candidatura consecutiva, a solo dos meses de las elecciones.
Vestido con el overol azul de los brigadistas y con pala en mano, Evo Morales llegó el martes a la Chiquitanía, llanura boliviana emplazada en la Amazonía, para recorrer la zona y declarar una "pausa ecológica", que implica la suspensión de desmontes y quemas mientras realizan una evaluación por los incendios.
Más de 80 organizaciones ambientales acusan al gobernante de "ecocidio" debido a la Ley 741 emitida en 2016 y al decreto supremo 3973 aprobado en julio pasado por Morales, que permite el "chaqueo", como es conocida en Bolivia la quema controlada de pastizales con fines agrícolas.
El gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) ha rechazado derogar la ley y declarar emergencia nacional. En vez de aquello, Evo Morales planteó que la tarea es diseñar un "gran programa de recuperación" que contará con recursos del Tesoro General de la Nación que estará enfocado en la etapa post incendio.
Horas después, Bolivia entregó un informe a la OEA sobre la reducción del fuego de 8.461 focos de incendios registrados el 17 de agosto a 163 activos hasta este miércoles.
La reelección
Según los analistas bolivianos, la crisis ambiental dejó al descubierto el descontento respecto del gobierno de Evo Morales, especialmente porque en una primera instancia rechazó la ayuda internacional, que catalogó de "limosnas". Sin embargo, tras las críticas de la oposición y de los ciudadanos, el mandatario aceptó donaciones internacionales y de organismos regionales como la Alternativa Bolivariana para América Latina.
"El gobierno está cediendo a la presión ciudadana al aceptar la cooperación internacional y reconocer que el tema de la Amazonía los ha desbordado. Estos días se ha generado una imagen negativa de Evo Morales por la falta de respuesta oportuna a los incendios. El evidente malestar ciudadano genera que ese tipo de percepción que se hace en campaña sean definitivas", afirmó a La Tercera el analista político boliviano Carlos Cordero.
El politólogo y columnista Marcelo Arequipa sostiene que "el alcance del tema medioambiental no es tremendamente significativo como para variar las proporciones de los votos y decir que Evo Morales va a perder, pero ciertamente afecta".
Los incendios forestales han opacado la campaña electoral en Bolivia y tanto el mandatario como sus rivales decidieron poner una pausa a su agenda política.
A pocas semanas del 20 de octubre, Morales -que lleva 13 años en el poder y ahora busca su tercera reelección- lidera las encuestas frente a su más cercano rival Carlos Mesa. Sin embargo, los sondeos estiman que el expresidente podría imponerse en un escenario de segunda vuelta.
La Ley de Régimen Electoral estipula que en Bolivia vence el candidato que logra más del 50% de los votos o un 40% del respaldo con una diferencia de 10 puntos con el segundo lugar. Según la encuesta de Ipsos publicada el lunes, Evo Morales lograría un 31% de los votos y Mesa un 28%, lo que obligaría a un balotaje en el que el opositor de Comunidad Ciudadana (CC) vencería con el 46% de los votos.
Para Arequipa y Cordero, la clave de las elecciones estará en los "indecisos". Sin embargo, este último apunta que "a 50 días de las elecciones, los indecisos siguen por arriba del 20%, por lo que más que no saber por quién votar creo que hay un voto oculto, una especie de castigo hacia Evo".
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