Gobernadores peronistas exigen candidato único y enredan definición electoral oficialista en Argentina

A poco más de dos semanas de que se cierre el plazo para presentar las listas de precandidatos ante las autoridades electorales de cara a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 13 de agosto próximo, el oficialista Frente de Todos parece lejos aún de lograr acuerdos. Así lo dejaron en claro las distintas visiones que componen el conglomerado liderado, en teoría, por el Presidente de Argentina, Alberto Fernández.

Mientras el mandatario ha expresado en numerosas ocasiones la necesidad de que su sector participe en primarias para elegir la carta que compita en las elecciones del 22 de octubre por el sillón de la Casa Rosada, los gobernadores peronistas –y, vale decir, en la misma línea que uno de los principales contendientes, el ministro de Economía Sergio Massa, del Frente Renovador–, rayaron la cancha y exigieron un candidato de unidad, de paso rechazando la idea de una primaria con los otros dos nombres que suenan fuerte: el ministro de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, y el embajador en Brasil, Daniel Scioli.

“Exigimos la construcción de una lista de unidad con integración de carácter federal”, reclaman los gobernadores, pidiendo la presencia de un “federal” en la fórmula, es decir, solicitan que se integre a un representante de las regiones al interior del país, lejanas a la costera Buenos Aires. Pero también lo hacen por el temor de que, al final del día de la primaria, el candidato peronista aparezca en un exiguo tercer lugar, aseguró el sitio La Política Online, basándose en comentarios de la interna.

Este miércoles, 13 mandatarios provinciales del oficialismo se reunieron en la sede del Consejo Federal de Inversiones (CFI), detallaron medios locales, buscando delinear la postura del Frente de Todos en un tema problemático al interior del peronismo, al menos en las últimas elecciones: encontrar una carta única.

Ejemplo de aquello fue la elección presidencial pasada, en 2019, donde Alberto Fernández no llegó a ser el candidato unificado del bloque gracias a las primarias, sino que llegó por concesión de la entonces expresidenta y principal carta kirchnerista, Cristina Kirchner. Resistida por algunos sectores del peronismo, la ahora vicepresidenta ungió a Fernández como el indicado, obteniendo un respaldo mayoritario en el bloque que finalmente lo llevó a la presidencia.

De vuelta al presente, los gobernadores tienen claro su pasado, por lo que la exigencia fue directa. Nada de primarias y con presencia de las provincias. Si bien la reunión estaba planificada para la próxima semana, el apremio por llegar a una solución fue mayor, lo que llevó al chaqueño Jorge Capitanich, vocero del grupo durante este miércoles, a adelantar el encuentro para dar un margen prudente a los precandidatos a que atiendan su petición, detalló Clarín.

La principal preocupación del bloque, aseveró La Política Online, es la falta de intención de voto demostrada por los otros candidatos, fuera de Sergio Massa y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, quien se niega a asumir la carrera presidencial y, hasta el momento, optará por la reelección en Buenos Aires. Ambos nombres son los únicos del peronismo cercanos a los 20 puntos en la mayoría de las encuestas.

Según Clarín, la reunión de los gobernadores estuvo en la mira tanto de los precandidatos como del fundador de La Cámpora, el diputado Máximo Kirchner. Massa habría puesto como una de sus principales exigencias para liderar la boleta en octubre la existencia de un candidato de unidad, lo que se ve complejo de lograr a dos semanas del cierre de las listas de precandidatos.

Uno de los principales opositores a esta idea proviene del mismo albertismo: el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, el que, al igual que “Wado” de Pedro, aún marcan 5% o 6% de las preferencias, pese a que el último suena como una de las posibles cartas a las que Cristina Kirchner podría ungir.

Scioli se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para el massismo y quienes buscan la unificación sin primarias. “¿Cuánto tardan en bajarse después de que los llame ella?”, se preguntaba retóricamente un dirigente kirchnerista, según Clarín. Hacía referencia a la eventual llamada de la vicepresidenta –quien, según el mismo medio, “detesta” al embajador– para que baje su candidatura. Pero el entorno de Scioli dijo que eso no ocurrirá ni con Cristina Kirchner insistiendo en su teléfono y que se presentará de todos modos en las PASO.

En el Frente Renovador aseguran que seguirán “trabajando en este espacio político en la medida en que la coalición demuestre la voluntad de ganar las elecciones”, dijo el ministro de Transportes, Diego Giuliano. La respuesta de Scioli, señalaron cercanos a Clarín, llegó con el llamado del embajador a cinco gobernadores para pedirles “no sumarse a los que no quieren que la gente decida en las urnas”, prometiendo una campaña sin descalificaciones. “Saben que Daniel jamás pondría en riesgo la unidad, no van a encontrar ningún ataque suyo a un compañero. Eso lo hacen otros y en Juntos por el Cambio”, agregaron desde el círculo de Scioli.

El diario La Nación aseguró este jueves que los gobernadores peronistas dialogaron con Scioli -quien asegura que no se va a bajar- y quieren persuadir al Presidente de que desista de las PASO. En la Casa Rosada estiman que el lunes habrá una audiencia con Alberto Fernández.

Aún pesa en la memoria del peronismo lo ocurrido en las elecciones de 2015, cuando Macri rompió más de una década de dominio kirchnerista encarnado en Néstor Kirchner (2003-2007) y luego su esposa, Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015).

En aquellos comicios aún no existía el Frente de Todos. En cambio, el bloque se llamaba el Frente para la Victoria, y llevaba como candidato al entonces exgobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, quien se quedó con el 37,08% de los votos de la primera vuelta y el primer lugar, pero no le alcanzó para vencer a Mauricio Macri en el balotaje. El peronismo iba dividido y, probablemente, le costó la banda presidencial. El tercer lugar, con el 21,39% –y, por ende, el 50+1–, lo obtuvo precisamente Sergio Massa. El oficialismo luego perdería la segunda vuelta, dando paso al gobierno de Mauricio Macri.

Según La Política Online, este martes, previo a la reunión de los gobernadores, Massa hizo una sugerente visita al Congreso, donde lo vieron entrar por el Senado para, sospechan, reunirse con Cristina Kirchner, pese a que el entorno del ministro lo niega. Si bien “Wado” de Pedro parece ser la carta que la vicepresidenta estaría impulsando, el mismo medio afirma que no está descartado que esta otorgue su visto bueno a la carta más competitiva del bloque.

En el massismo aún no dan por perdidas las elecciones. Así lo confirmó un dirigente a La Política Online, quien aseguró que “con una lista de unidad, el peronismo se puede acercar a los 30 puntos, salir primero y meterse en el balotaje”, considerando la división de votos que podría significar la irrupción del libertario Javier Milei. La encuesta Analogías, publicada el miércoles, incluso muestra una paridad a la hora de medir bloques, otorgándoles el 27,5% de los votos al Frente de Todos, un 26,8% a Juntos por el Cambio y el 21,2% a Milei.

Incluso, Clarín señaló este jueves que Cristina Kirchner y Sergio Massa están presionando al Presidente para que acepte una lista única. El kirchnerismo y el massismo sostienen que si Daniel Scioli no baja su candidatura presentarán en las elecciones una nueva coalición con nuevo nombre. “La etiqueta que se evalúa es Unidad Renovadora”, apuntó el periódico.

Tras la reunión de los gobernadores, hubo otro encuentro importante: el de Sergio Massa y el Presidente Alberto Fernández. Según el círculo de este último, solo se trataron temas relativos a la cartera de Economía liderada por Massa, considerando que recientemente regresó de su viaje a China en busca de una salida a la crisis económica del país.

Sin embargo, también confirmaron al diario Página/12 que el mandatario estaría por las primarias, quien sigue manifestando que “si hay un marco de consenso, él no está en contra de que haya candidato de unidad, pero, como no ve que eso exista, el único camino posible es la PASO”.

Donde no hubo diálogo fraternal fue en un sector del propio albertismo, lo que quedó en evidencia con las palabras de su jefe de gabinete, Agustín Rossi, otra de las posibles cartas, junto a Daniel Scioli.

Rossi respondió duramente a los gobernadores, aseverando que le pareció “de tono casi autoritario esto de ‘exigimos’. Una cosa es decir ‘consideramos que sería lo mejor una lista de unidad’ y otra cosa es plantear exigencias. Tampoco sé a quién está dirigida esa exigencia; cuando uno exige es a alguien, ¿y quién es ese alguien? No me pareció razonable”, planteó el jefe de gabinete, según La Política Online.

“La realidad es que si no tenemos un candidato de consenso es porque no hay. Si tuviésemos un dirigente que midiera 25, 28 o 30 puntos, habría un candidato de consenso”, continuó, cerrando con una ironía: “Es extraño, ¿lista de unidad con quién? ¿Con el candidato invisible?, ¿con el amigo invisible? Porque nadie sabe quién es el candidato de la lista de unidad”.