Gobierno argentino presenta nuevo reglamento para uso de armas de fuego de las fuerzas federales en medio de crisis narco en Rosario
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, dijo que la implementación del nuevo reglamento les otorgará a los agentes “pautas claras” para su utilización en caso de “peligro inminente”.
“La verdad es que tengo miedo, es la primera vez en mi vida que siento que alguien me puede gatillar”, comenta Elda, de 76 años, al diario Clarín. La mujer, acompañada por dos amigas en un banco frente a la Municipalidad de Rosario, se refiere a “la paranoia y la psicosis colectiva” instalada en la ciudad de la provincia argentina de Santa Fe, secuestrada por la violencia narco.
Tras el anuncio del lunes del ministro de Defensa argentino, Luis Petri, este jueves se produjo la llegada a Rosario del primer envío de las Fuerzas Armadas para sumarse al comando unificado de las fuerzas federales, tras la seguidilla de asesinatos que paralizó la rutina de la tercera ciudad del país con mayor cantidad de habitantes. Se trató del arribo de 22 camionetas de la Armada y del Ejército. Sin embargo, los militares que manejaban los vehículos no se quedarán a prestar servicio. Según informó el diario La Nación, no habrá efectivos desplegados en el territorio.
“Estamos recibiendo el apoyo logístico de las Fuerzas Armadas, una primera tanda de ese apoyo que se va a completar en los próximos días con helicópteros, drones y camiones. Las fuerzas federales ya están desplegadas en las nuevas zonas”, detalló Federico Angelini, subsecretario de Intervención Federal del Ministerio de Seguridad.
Fue el propio presidente Javier Milei quien anunció que buscará modificar la ley para que los militares puedan intervenir, en este caso, en la lucha contra el narcotráfico. “Estamos evaluando enviar una nueva ley que permita que las Fuerzas Armadas puedan tomar algunas acciones adicionales”, dijo el mandatario argentino. Sin embargo, con el clima que vive el Parlamento no parece que será una realidad en el mediano plazo, destacó el periódico transandino.
Según Página/12, en Defensa dicen que están trabajando en la reforma del artículo 27 de la Ley de Seguridad Interior, que es el que regula el apoyo logístico que las Fuerzas Armadas pueden darles a las fuerzas de seguridad. De acuerdo con la legislación vigente, apunta el medio argentino, las Fuerzas Armadas pueden prestar apoyo logístico, pueden responder ante ataques a unidades militares o pueden operar ante la declaración del estado de sitio –algo que no está en los planes de Milei–.
Por de pronto, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció el miércoles la implementación de un nuevo reglamento para el uso de armas de fuego por parte de las fuerzas federales, que les otorgará a los agentes “pautas claras” para su utilización en caso de “peligro inminente”.
En medio de la ola de violencia en la ciudad de Rosario, Bullrich dio a conocer este nuevo protocolo y reconoció que, hasta el momento, las fuerzas de seguridad se encontraban “muy desorientadas” respecto al uso de su armamento. Por esta razón, la funcionaria explicó que, desde el Ministerio de Seguridad, decidieron instrumentar “un reglamento general para el empleo de las armas por parte de los miembros de las fuerzas federales de seguridad”.
“Tiene como imperativo contar con pautas claras para el uso de armamento por parte de las fuerzas y esto se da cuando existe un peligro inminente”, argumentó la ministra de Seguridad en el marco de una conferencia de prensa. Según Clarín, el nuevo reglamento le da más libertad a los agentes para disparar en caso de situaciones que consideren de peligro.
“¿Cómo es el uso de las armas? Cuando haya un peligro inminente de muerte del propio agente o de ciudadanos que están en peligro ante un ataque de delincuentes, criminales, mafiosos o narcotraficantes. Para impedir la comisión de un delito, cuando este delito es particularmente grave y ponga en riesgo la integridad física de las personas”, explicó Bullrich.
En este sentido, agregó que la nueva norma podrá ponerse en práctica “para detener un delincuente cuando oponga resistencia a la autoridad o para impedir que se fugue”. A su vez, la ministra señaló: “Es importante porque siempre se plantea que el delito termina en el momento que aparentemente el delincuente se fuga, pero no es lo que dicen nuestro código de fondo y el código penal, y es claro que la acción obliga a las fuerzas a impedir la fuga de los delincuentes porque implica el peligro a la sociedad si el criminal se escapa”. De esta manera, habilita a darle un tiro por la espalda a quien sea considerado un delincuente, apuntó Página/12.
La funcionaria señaló además que los agentes podrán usar las armas “para mantener la seguridad y el orden cuando corra peligro la integridad física, la vida de las personas que se encuentran bajo custodia o detenidas”.
Bullrich precisó también que “los agentes deberán siempre identificarse como tales”, pero confirmó que “hay una excepción”: “Hay momentos en que si el agente se da a conocer pone en riesgo su vida y la de terceros”. “Si está rodeado por un grupo de narcotraficantes o criminales, y da la voz de alto puede dar a conocer su posición. Entonces, los delincuentes saben de dónde sale la voz de alto y matan al agente de cualquiera de las fuerzas”, explicó.
En diálogo con Página/12, María del Carmen Verdú, titular de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), repudió el nuevo protocolo y aseguró que “Bullrich busca legalizar el gatillo fácil y garantizar la impunidad para los policías represores”, ya que “con esa resolución vigente, la enorme mayoría de los casos de gatillo fácil en los que se ha conseguido una condena hubiesen quedado impunes”.
La abogada recordó que los convenios de Naciones Unidas que Argentina suscribió, relativos a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, tienen algunos principios básicos: “Primero, que el uso de arma de fuego siempre es el último recurso, cuando todo lo demás no se puede usar o falló; segundo, el arma solo se utiliza cuando del otro lado hay agresión equivalente, eso quiere decir alguien que te está disparando, no alguien que tiene un arma en la cintura o tiene un bulto sospechoso; tercero, siempre hay que dar voz de alto para dar tiempo a recapacitar a que la otra persona tire el arma y se entregue; y cuarto, quedan terminantemente prohibidos los disparos en situación de fuga, porque precisamente, si alguien está escapando, por más que en el bolsillo tenga un misil tierra aire, no te está atacando, y a partir de ahí matarlo es causar, como dice la ley, un ‘daño mayor al que se quiere evitar’”.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.