Gobierno de AMLO rompe el récord histórico de homicidios en México
De enero a junio de 2023 en el país se contabilizaron 15.082 homicidios, según datos preliminares publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Así, el mandatario acumula 160.594 muertes en sus cuatro años y medio de sexenio, la cifra más alta desde 1990, año en el que comienzan los registros oficiales.
Este martes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de México dio a conocer un registro preliminar de homicidios en el país entre enero y junio de 2023, en el que contabilizaron 15.082 asesinatos. Con ello, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sumó 160.594 homicidios en sus primeros cuatro años y medio de sexenio y superó el récord de muertes alcanzado en la administración de su antecesor, Enrique Peña Nieto.
David Saucedo, analista político especialista en seguridad pública de México, explica que el crimen organizado no ha sido la prioridad de López Obrador, ya que de cara a las elecciones presidenciales y legislativas del próximo 2 de junio, él ha atendido otras demandas. “El presupuesto federal ahora está enfocado para la dispersión de apoyos sociales, para la construcción de grandes obras de infraestructura como el Tren Maya, el aeropuerto, programas sociales, las becas de educación Benito Juárez, programas para personas de la tercera edad. Otras problemáticas, como la inseguridad, están en segundo plano”, explica el experto.
Otro reporte, “Final de sexenio, se confirma el fracaso de cumplir las metas en seguridad”, elaborado por el Observatorio Nacional Ciudadano, marca otro cómputo, señalando que en la gestión de AMLO se superó la cifra de 171.000 homicidios dolosos. El informe destaca que otros delitos en su administración, como la extorsión, violación y robo a negocio, también marcaron nuevos récords, y advierte que el gobierno de López Obrador quedará en deuda respecto a la reducción de los delitos, por lo que será recordado como el sexenio más violento de la historia.
“Quizá el principal incentivo que tiene el Presidente para dedicarle atención a la inseguridad es la presión de Washington. En Estados Unidos sigue habiendo un incremento de muertes importante, derivado del consumo de fentanilo. Fentanilo que se procesa desde México hacia Estados Unidos, en parte por las guerras de cárteles que hay en varias regiones del país. Esa presión mediática local y la presión internacional de Washington obligan al presidente Andrés Manuel a que coyunturalmente dirija su atención al tema de la inseguridad, pero en realidad él tiene enfocada toda su atención hacia el proceso electoral”, considera Saucedo.
Las cifras han ido en tendencia creciente desde el mandato de Felipe Calderón (2006-2012), quien dio inicio a la guerra contra el narcotráfico, que comenzó casi inmediatamente después de que asumió el cargo. Así, Saucedo considera que las cifras actuales están “maquilladas” y no están mostrando la cantidad real de homicidios dolosos, ya que muchos de los cadáveres de las víctimas son escondidos por las bandas organizadas que se dedican a estos crímenes.
“Los cárteles de la droga traen una estrategia de ocultamiento de cadáveres, descuartizándolos, depositándolos en cuerpos de agua, incinerándolos o enterrándolos en narcofosas. Son narcocementerios clandestinos en donde el narcotráfico deposita los cadáveres”, explica Saucedo.
Tyler Mattiace, investigador de la ONG Human Rights Watch en México, coincide en que es probable que muchos homicidios dolosos no estén considerados en la cifra de fallecidos debido a las desapariciones ejercidas por los cárteles. “Las desapariciones podrían coincidir con homicidios donde la persona no ha sido identificada, o que estén en fosas clandestinas”, especula Mattiace. Hasta octubre del año pasado se habían contabilizado 5.698 fosas clandestinas, según datos de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB).
La Comisión encontró que la mayoría de las fosas clandestinas (2.863) se localizaron durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador; mientras que de 2006 al 1 de diciembre de 2018 se contabilizaron 2.835.
Durante el mandato de Enrique Peña Nieto (2012-2018) la cifra de homicidios fue de 156.066, según registró el Inegi. Hasta este nuevo informe, el registro durante la gestión de Peña Nieto era el más alto alcanzado en la historia de México, viéndose ahora superado por la administración de López Obrador, que representa la cifra más alta desde 1990, año en el que comienzan los registros oficiales.
Ambos analistas coinciden en que las altas cifras de homicidio no han perjudicado al gobierno de AMLO, ya que la mayoría de los mexicanos no lo culpa a él por esta realidad que está hace tiempo instalada en el país. Saucedo incluso señala que esto ha beneficiado a AMLO y a su partido Movimiento de la Regeneración Nacional (Morena). “Lo cierto es que al partido del Presidente no le ha ido mal electoralmente, con la inseguridad. El Presidente inició su sexenio en el 2018 con apenas dos o tres gubernaturas de su lado. Está cerrando el sexenio con más de 20 gubernaturas, de 32 totales de su lado. La violencia sirvió para que los candidatos de Morena utilizaran este discurso para erosionar y desgastar a los gobernadores de oposición, y también a los antecesores de López Obrador”, explica.
Para Mattiace, se trata más de asunto de percepción de los ciudadanos mexicanos, de quienes él considera que no critican la estrategia de AMLO en el asunto porque han convivido por mucho tiempo con esta realidad y entienden que el problema estaba desde antes de la asunción de López Obrador. “Es como culpar al Presidente porque es invierno y hace frío”, compara Mattiace.
Un reporte actual de Oraculus, una agregadora de encuestas en México, muestra que hasta el 18 de enero el 69% de los ciudadanos mexicanos aprobaba la gestión del presidente López Obrador, mientras solo el 28% la reprobaba. A fines de 2023, AMLO cumplió su quinto año de gobierno con un 56% de aprobación ciudadana y un 44% de desaprobación, según reveló una encuesta nacional de El Financiero. En seguridad pública, su gobierno obtuvo un 24% de opinión favorable y un 63% desfavorable.
En 2019, AMLO creó la Guardia Nacional de México, como estrategia para combatir la delincuencia organizada dentro del país. En un principio esta iniciativa sería de carácter civil y sustituiría a la extinta Policía Federal, pero rápidamente el mandatario declaró como necesarias a las instituciones castrenses en el combate a la delincuencia. En julio de 2023, a cuatro años del nacimiento de la Guardia Nacional (GN), el organismo ya militarizado obtuvo resultados pobres en seguridad, todo ello en medio de las tasas más altas de desapariciones y homicidios, según concluyó un informe del Observatorio de la Guardia Nacional y Militarización de México y la organización Causa en Común.
El investigador de Human Rights Watch explica que ha existido una gran pelea política entre el gobierno y la sociedad civil tras la creación de la Guardia Nacional, ya que si bien esta es una institución gubernamental y dependería de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y Secretaría de la Defensa Nacional, la mayoría de sus empleados son militares, que aún cobran su salario base de un soldado, pese a que no se ven resultados.
“La Guardia no tiene capacidad de investigación. Han detenido a muy poca gente por delitos graves como homicidios o cosas así. La Fiscalía General es la que tiene la capacidad investigativa, pero la actual Fiscalía ha sido muy inactiva, podríamos decir. Lo que sí destaca en los informes de la Guardia es que su enfoque principal siempre ha sido el control migratorio. La Guardia Nacional detiene a muchísimos migrantes para transferirlos a la custodia de las autoridades migratorias”, explica Mattiace.
Saucedo afirma que la Guardia sigue en formación. “Por el momento la Guardia Nacional lo único que hace es rondines, presencia disuasiva, pero no tiene capacidades de investigación policial. Es una institución que está en formación y por consiguiente no da resultados. La Guardia Nacional no hace capturas de narcotraficantes de alto perfil, no desarticula redes criminales. Realmente lo único que hacen son desfiles paramilitares en varias regiones del país, pero no tienen un desempeño real en el combate a la inseguridad. Es una estrategia del Presidente”, considera el analista.
El informe publicado este martes por el Inegi indica que la tasa de homicidios entre enero y junio fue de 12 casos por cada 100 mil habitantes a nivel nacional. El principal medio usado para cometer homicidios fue la agresión con disparo de armas de fuego, con 71,3%. Siguieron el uso de arma blanca, con 9,1%, y ahorcamiento, estrangulamiento y sofocación, con 6,7%. En el caso de los hombres, la tasa fue de 21 homicidios por cada 100 mil personas, mientras que para las mujeres, fue de 2,6 por cada 100 mil.
Si bien las cifras son preliminares y pueden variar cuando se publique el informe el próximo semestre, ya en junio de 2023 quedaba claro que el gobierno de López Obrador sobrepasaría el récord de homicidios, a falta de un año y medio de terminar su mandato. De hecho, en diciembre pasado, la consultora TResearch entregó un lapidario panorama: durante el sexenio de AMLO se registran 95 asesinatos diarios y uno cada 15 minutos.
Paradójicamente, el 1 de septiembre de 2022, a casi cuatro años de haber asumido la presidencia, el mandatario escribió en Twitter: “Desde los primeros años de nuestro gobierno contuvimos el número de homicidios y está a la baja”. En 2022, de acuerdo con el registro del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de ese año, 31.895 personas fueron asesinadas en México.
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