Groenlandia va a las urnas con el intento de anexión de Trump como telón de fondo

Entre las intenciones expansionistas del presidente de EE.UU. y la renovada fuerza independentista de Groenlandia, los ciudadanos de la isla votarán este martes en una elección sin precedentes que podría definir un cambio radical para sus 57.000 habitantes.
La isla más grande del mundo, Groenlandia, se prepara para lo que serán unas elecciones parlamentarias sin pronósticos claros, pero donde se enfrentarán independentistas y representantes del socialismo y la socialdemocracia. Sin embargo, los groenlandeses acuden a las urnas en un contexto especial: desde que Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, llegó a la Casa Blanca, ha insistido en múltiples ocasiones en su intención de integrar la isla “de un modo u otro” a territorio estadounidense.
Entre las intenciones expansionistas de Trump -que también amenaza a Canadá con convertirla en “el estado número 51 de EE.UU.”- y la renovada fuerza independentista de Groenlandia, los ciudadanos de la isla votarán este martes en una elección sin precedentes que podría definir un cambio radical para sus 57.000 habitantes.
Fue en ese contexto que el primer ministro de Groenlandia, Múte Bourup Egede, convocó a comicios anticipados ante las demandas de que el territorio semiautónomo decida su posición ante Dinamarca, y también sobre Trump. Mientras este último clama que necesita hacerse con Groenlandia porque “la seguridad nacional” estadounidense se encuentra comprometida, opositores al republicano denuncian su interés en la isla, rica en minerales.
Según Euronews, “Estados Unidos y otras potencias mundiales codician su ubicación estratégica en el Ártico; sus valiosos minerales de tierras raras atrapados bajo el hielo necesarios para las telecomunicaciones; sus miles de millones de barriles de petróleo; su potencial para rutas de transporte y comercio a medida que el hielo sigue retrocediendo debido al cambio climático”.

Celia Møller, una groenlandesa de 37 años, dijo al citado medio de comunicación que “ni siquiera es una conversación para él (Trump). (Groenlandia) es un país, no se puede comprar. Es gente real. Si quieren ser independientes y pueden hacerlo, creo que se les debe permitir hacerlo. Si prefieren seguir siendo parte del Reino de Dinamarca, eso también es genial”.
Una encuesta financiada por el periódico danés Berlingske y el groenlandés Sermitsiaq reveló que el 85% de la población está absolutamente en contra de una eventual incorporación de la isla a Estados Unidos, mientras que solo un 6% se mostró claramente a favor.
La situación ha provocado tal remezón en la sociedad isleña del norte del mundo, que algunos votantes que jamás habían participado en elecciones están pensando en hacerlo. “El martes votaré por primera vez”, dijo al diario El País Inunnguaq Jensen, un joven de 23 años que jamás ha salido de Nuuk, la capital del territorio.
“Aún no tengo claro a qué partido (votaré), pero a alguno que sea claramente independentista. Aquí somos muy pocos, pero tenemos muchísimos minerales, gas y petróleo por explotar, además de la pesca”, añadió. “Podríamos ser tremendamente ricos. Yo tendría un empleo fijo”.
El tema independentista no es menor. Cinco de los seis partidos que estarán presentes en la papeleta abogan por la independencia, siendo la principal diferencia entre ellos el cuándo y cómo iniciar la ruptura definitiva con Dinamarca.
Otto Svendsen, miembro asociado del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), dijo a Euronews que el gobierno de Groenlandia tiene una “delicada danza” por delante, donde deberá ponderar los intereses de EE.UU. y Dinamarca, simultáneamente.

“Una cosa que está muy clara es que los groenlandeses no están interesados en simplemente cambiar la propiedad del gobierno danés a un nuevo modelo de propiedad estadounidense”, aseguró al medio europeo.
Esto porque, si bien Groenlandia obtuvo el autogobierno en 1979 tras ser colonia danesa y ahora es dirigida por el Parlamento, un tratado con EE.UU. permite la presencia de una base militar estadounidense en la isla, lo que le otorga a Washington voz y voto en materia de defensa del territorio, explicó The Associated Press.
Por encima de todo ello, está la incertidumbre por el resultado, señaló Swissinfo. El único sondeo fue publicado más de un mes atrás, y los índices de indecisos alcanzaban el 30% de la muestra total. De todos modos, en aquella encuesta aparecía liderando el partido socialista Inuit Ataqatigii, del premier Múte B. Egede, con el 31% de la intención de voto. Le seguía en el segundo lugar el partido socialdemócrata Siumut, que históricamente ha sido una de las tiendas políticas dominantes de Groenlandia.
Es más, ambos partidos gobernaron en alianza los últimos tres años y son las dos únicas fuerzas que han liderado el Ejecutivo groenlandés desde que se estableció la autonomía, en 1979.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.