Investigación deja al descubierto los millonarios y controvertidos ingresos de la monarquía británica
Reporte del diario The Guardian señala que tanto el rey Carlos III como su fallecida madre, Isabel II, se beneficiaron durante décadas de un gran aumento de los ingresos provenientes de los ducados.
A un mes de que se lleve a cabo la coronación del rey Carlos III de Reino Unido, se reveló que el monarca y su fallecida madre, la reina Isabel II, recibieron pagos equivalentes a más de mil millones de libras esterlinas (US$ 1.250 millones) de dos terrenos y propiedades.
Así lo dio a conocer una investigación realizada por el diario The Guardian que estableció la escala total de ingresos extraídos por la realeza de los ducados de Lancaster y Cornualles, que administran carteras gigantes de tierras y propiedades en toda Inglaterra.
El periódico británico señaló que al momento de consultar al Palacio de Buckingham respecto de los pagos de la realeza o cuánto reciben de ingreso, las respuestas fueron: “pregúntale a alguien más”, “arréglalo tú mismo” o simplemente “no tienes derecho a saber”.
Los ducados funcionan como una suerte de imperios inmobiliarios que son gestionados profesionalmente y tienen a su haber extensiones de tierras de cultivo, hoteles, castillos medievales, oficinas, tiendas y algunas de las principales propiedades inmobiliarias de lujo de Londres. También poseen importantes carteras de inversión, pero no pagan impuesto de sociedades ni impuesto sobre las ganancias de capital, indicó el periódico.
El estatus de los ducados sigue siendo ambiguo. No son empresas, fideicomisos ni organizaciones benéficas, dijo The Guardian. Eso sí, el monarca y el heredero al trono no pueden vender los activos de capital para beneficio personal, así queda garantizado que ambos ducados puedan pasar intactos a la futura realeza. Los ducados están obligados, según una ley del siglo XIX, a enviar sus cuentas anuales al Parlamento. Pero están exentos de la Ley de Libertad de Información.
El diario dice que las cuentas del ducado, que se encuentran en los archivos parlamentarios y estatales, revelan cómo la reina y su hijo primogénito, en su calidad de duque de Cornualles, se beneficiaron de un gran aumento en sus ingresos de los ducados durante su reinado de siete décadas.
Por ejemplo, el año pasado, los ingresos de su ducado ascendieron a 41,8 millones de libras esterlinas (US$ 52 millones). Con el ajuste de la inflación, la pareja ha recibido el equivalente a más de 1.200 millones de libras esterlinas en ingresos totales de las dos propiedades.
Las ganancias del ducado de Lancaster, que consta de 18.481 hectáreas de tierra rural, principalmente en el norte de Inglaterra y las Tierras Medias (Midlands), pasan automáticamente al rey o la reina. La propiedad en sí está valorada en 652 millones de libras esterlinas (US$ 812 millones).
El ducado de Cornualles, que abarca 52.450 hectáreas, principalmente en el suroeste de Inglaterra, tiene un valor de más de 1.000 millones de libras esterlinas (US$ 1.246 millones). El periódico aclara que el Estado británico no se ha desarrollado al mismo ritmo que la legislación, aprobada en 2013, para llevar la igualdad de género a la sucesión real. Esto porque las ganancias siguen yendo automáticamente al heredero varón al trono.
Cuando Carlos, de 74 años, se convirtió en rey el año pasado, el ducado de Cornualles pasó automáticamente a su hijo, el príncipe Guillermo, de 40 años, transformándolo, sobre el papel, en multimillonario y uno de los mayores terratenientes de Inglaterra. Puede esperar un pago anual de al menos 20 millones de libras esterlinas (US$ 24,92 millones).
El derecho de la familia real a los ingresos de los ducados se deriva de estatutos arcaicos que datan de cuando el país estaba dividido en feudos medievales. Sin embargo, desde el advenimiento de la democracia parlamentaria, generaciones de legisladores han desafiado el arreglo y han pedido que las ganancias del ducado se paguen al Tesoro en su lugar. El debate parlamentario a menudo ha coincidido con la ascensión de un nuevo monarca, en medio de un renovado escrutinio sobre sus fuentes de riqueza públicas y privadas, indicó The Guardian.
Los miembros de la realeza insisten en que los ingresos de sus ducados son “privados” y el gobierno los trata como algo completamente separado de la subvención soberana, el pago anual que la familia real recibe del gobierno para cubrir sus costos oficiales. Eso también ha aumentado drásticamente en los últimos tiempos y le cuesta al contribuyente 86 millones de libras esterlinas al año (US$ 107 millones) .
El palacio ha declarado durante mucho tiempo que los ingresos recibidos de ambos ducados se gastan en gran parte en los deberes oficiales de la familia, obras públicas o causas benéficas. Sin embargo, la realeza nunca proporcionó una descripción detallada de cómo se gasta el dinero de las propiedades, describiéndolos como “acuerdos financieros privados”. Carlos ha informado que entre el 49% y el 51% de los ingresos de su ducado se gastaron en cubrir funciones públicas y caritativas en los últimos años.
Se informó que la difunta reina usó los ingresos del ducado de Lancaster para ayudar al Príncipe Andrés a pagar una suma no revelada, más de 9 millones de libras esterlinas (US$ 11 millones), para finalizar el caso de agresión sexual presentado contra él por Virginia Giuffre.
El diario también señaló que el rechazo público del rey Carlos III a un aumento sueldo de hasta 250 millones de libras esterlinas (US$ 311 millones) al año en dinero extra de los contribuyentes ha dejado al descubierto el acuerdo de financiamiento introducido por el ex primer ministro David Cameron.
El acuerdo de concesión soberana, iniciado por Cameron y su secretario del Tesoro, George Osborne, en 2011, resultó en un fuerte aumento del dinero público destinado a la monarquía durante la última década.
En el primer año financiero del acuerdo, 2012-13, el presupuesto para financiar la monarquía se fijó en 31 millones de libras esterlinas (US$ 38,6 millones). El año pasado, el monarca recibió 86,3 millones de libras esterlinas (US$ 107 millones), incluida una cantidad sustancial para renovar el Palacio de Buckingham. De acuerdo con los términos de la subvención soberana prescritos en la legislación, Carlos estaría potencialmente en línea para pagos futuros superiores a los 330 millones de libras esterlinas al año (US$ 411 millones).
Coronación
Por otro lado, el Palacio de Buckingham avanza en los preparativos para la coronación de Carlos III. Su esposa, Camila, será coronada junto a su esposo el 6 de mayo en la Abadía de Westminster.
Esto, porque la ahora reina consorte tiene mismo estatus en las ornamentadas invitaciones de estilo medieval que serán enviadas a más de 2.000 personas y fueron dadas a conocer el martes.
El palacio dio a conocer el martes algunos detalles más sobre la coronación, y anunció que el príncipe Jorge, de 9 años de edad y que es el nieto más grande del rey y el segundo en la línea de sucesión al trono, será uno de los cuatro pajes de honor que asistirán al monarca durante el servicio. Camila también tendrá cuatro pajes.
Los ocho pajes son amigos de la familia o familiares cercanos de Carlos y Camila y cargaran las túnicas de las figuras importantes durante el día.
Las invitaciones a la coronación incluyen el antiguo estampado del “Green Man” (hombre verde) en referencia a la trayectoria del monarca en apoyo de la conservación y la protección del medio ambiente.
El “Green Man” es “una antigua figura del folclore británico, que simboliza la primavera y el renacimiento, para celebrar el nuevo reinado”, señaló el palacio.
“La forma del ‘Green Man’, coronada con un follaje natural, está formada por hojas de roble, hiedra y espino, y las flores emblemáticas de Reino Unido”.
El diseño, creado por el artista heráldico e ilustrador de manuscritos Andrew Jamieson, estará impreso en una tarjeta de material reciclado con detalles en hoja de oro.
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