Irán bombardea Pakistán en medio de tensiones regionales

Los ataques aéreos de Irán el martes por la noche dentro del territorio paquistaní en la provincia suroccidental de Baluchistán -que coincidieron con otros lanzados en Irak y Siria esta semana- amenazan con arrastrar a Islamabad a un conflicto regional más amplio, advierten los analistas, a menos de un mes de las elecciones nacionales.

Los atentados, que según Irán estaban dirigidos al grupo armado Jaish al-Adl (Ejército de Justicia), provocaron la muerte de al menos dos niños e hirieron a tres más, según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Pakistán citado por la cadena Al Jazeera. La organización Jaish al-Adl fue fundada en 2012, está catalogada como grupo terrorista por Teherán y ha realizado varios ataques en suelo iraní.

El ministerio dijo el miércoles que “condenaba enérgicamente” el incidente, que tuvo lugar cerca de la ciudad fronteriza de Panjgur, calificándolo de violación de la soberanía paquistaní y anunció la retirada del embajador de Pakistán en Teherán, además de suspender todos los encuentros de alto nivel con Irán.

“Este acto ilegal es completamente inaceptable y no tiene justificación alguna. Pakistán se reserva el derecho de responder a este acto ilegal. La responsabilidad de las consecuencias recaerá directamente en Irán”, advirtió la declaración.

Irán no ofreció de inmediato ningún comentario oficial, pero su agencia de noticias estatal (Nour News) informó de que el ataque destruyó los cuarteles en Pakistán de Jaish al-Adl. El grupo yihadista confirmó que sus instalaciones fueron objeto de bombardeos con misiles y drones en suelo paquistaní por parte de las Fuerzas Armadas iraníes. “La organización Jaish al-Adl informa de que el grupo terrorista Guardia Revolucionaria ha atacado las casas de algunos de nuestros luchadores en las montañas de Baluchistán con drones suicidas y misiles”, dijo la organización en un comunicado.

Aprovechando su intervención en la 54ª Reunión Anual el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hossein Amir-Abdollahian, insistió en que ningún ciudadano paquistaní había sido el objetivo, sólo miembros de Jaish al-Adl. “Sólo atacamos a terroristas iraníes en suelo de Pakistán”, afirmó Amir-Abdollahian. Añadió que había hablado con su homólogo paquistaní y “le aseguró que respetamos la soberanía y la integridad territorial de Pakistán e Irak”.

Según Al Jazeera, horas antes de que Irán disparara misiles contra Baluchistán, el primer ministro interino paquistaní, Anwaar-ul-Haq Kakar, se había reunido con el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian, al margen del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza.

El último ataque aéreo se produce en un momento de creciente tensión en todo Medio Oriente, con una guerra entre Israel y el grupo palestino Hamas en Gaza. De hecho, la acción de Irán contra Pakistán tuvo lugar menos de un día después de los ataques iraníes contra el norte de Irak que mataron a varios civiles. Irak llamó a consultas a su embajador en Teherán y convocó al encargado de negocios de Irán en Bagdad el martes en protesta. Irán también atacó por separado a Siria.

Teherán dice que no quiere verse involucrado en un conflicto más amplio. Pero los grupos de su llamado “Eje de Resistencia”, que incluyen a los militantes hutíes en Yemen, Hizbulá en Líbano y varios grupos en Siria e Irak, han estado llevando a cabo ataques contra Israel y sus aliados para mostrar solidaridad con el grupo radical palestino Hamas, recordó la cadena BBC. Estados Unidos y Reino Unido han lanzado ataques aéreos contra los hutíes después de que atacaran el transporte marítimo comercial.

China instó el miércoles a Pakistán e Irán a mostrar “moderación” después del ataque. “Pedimos a ambas partes que actúen con moderación, eviten acciones que conduzcan a una escalada de tensión y trabajen juntas para mantener la paz y la estabilidad”, dijo la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mao Ning, en una sesión informativa periódica. “Consideramos a Irán y Pakistán como vecinos cercanos y como importantes países islámicos”, agregó.

Tal vez afectado por los recientes ataques mortales en su propio territorio, Irán parece decidido a vengarse de aquellos a quienes considera responsables. En un momento de intensificación de las tensiones regionales, Irán desea mostrar su fuerza y demostrar a su propia población que los actos de violencia no quedarán impunes, destacó la BBC.

“El régimen de Irán se siente desafiado dentro del país por el Estado Islámico, por el ataque reciente que vimos en la ciudad de Kerman. También se siente desafiado por ataques relacionados a Israel contra un comandante de la Guardia Revolucionaria en Siria recientemente. También se siente desafiado por un ataque contra uno de los altos jefes de Hamas. Entonces, para mantener su imagen de un país poderoso y mantener su reputación, el régimen de Irán atacó a estos grupos en Pakistán y en Siria. Y también en Irak”, explica a La Tercera Meir Javedanfar, comentarista iraní-israelí y profesor de política iraní en la Universidad Reichman en Israel.

“El régimen no puede atacar a Israel directamente, porque sabe que Israel es mucho más fuerte y usaría esta oportunidad para atacar y destruir toda la industria de defensa de Irán, entonces no quiere arriesgar eso”, añade el experto.

Los medios iraníes informaron en diciembre que el ministro del Interior del país había emitido una advertencia a Pakistán para que impidiera que el grupo Jaish al-Adl lanzara ataques en Irán, después de la muerte de 11 policías en la ciudad sudoriental de Rask, en la provincia iraní de Sistán-Baluchistán, que limita con Pakistán.

En mayo de 2023, seis guardias fronterizos iraníes fallecieron en enfrentamientos cerca de la frontera con Pakistán, lo que provocó que Irán emitiera una advertencia pidiendo a Pakistán que “hiciera más”. Un mes antes, cuatro soldados paquistaníes también perdieron la vida producto de disparos transfronterizos en la provincia paquistaní de Baluchistán.

Los países comparten una frontera de aproximadamente 900 kilómetros de largo en el suroeste de Pakistán y el sureste de Irán. Se han acusado mutuamente de albergar a grupos armados. Pakistán se enfrenta desde hace décadas a un levantamiento de los rebeldes baluchis que exigen la secesión.

Por otro lado, recuerda Al Jazeera, Irán ha exigido que Pakistán actúe contra Jaish al-Adl, un grupo armado sunita que ha atacado a funcionarios iraníes, exigiendo supuestamente mejores condiciones de vida para la población de Sistán-Baluchistán, la provincia más empobrecida del país.

“La respuesta de Pakistán hasta ahora es exactamente la que debería ser. Los iraníes buscan provocar una reacción innecesaria”, señaló Mosharraf Zaidi, del think tank Tabadlab, con sede en Islamabad, citado por la cadena qatarí. “El riesgo real en este momento son los peligros más amplios de que Pakistán sea absorbido por un conflicto en el que no es un actor principal y en el que se distraerá aún más”, añadió.

En tanto, Kamran Bokhari, director senior del Instituto New Lines para Estrategia y Política con sede en Washington, DC, dijo que Pakistán podría responder con sus propios ataques, aunque eso podría significar un conflicto potencialmente de más largo plazo para Islamabad. “Después de Afganistán en el oeste e India en el este, esto podría abrir un conflicto en una tercera frontera. No estoy muy seguro de si Islamabad está preparado para eso”, comentó a Al Jazeera.