Jericó: La “capital” del Valle del Jordán en el epicentro de la anexión israelí

Jericó
Imagen de la ciudad de Jericó, en el Valle del Jordán.

La ciudad palestina, la más antigua del mundo habitada de forma permanente, corre el peligro de convertirse en una suerte de enclave si el gobierno israelí concreta sus planes de anexión del Valle del Jordán.


“Jericó va a convertirse en un enclave. ¿Quién sabe si voy a poder salir para vender mis dátiles? ¿Quién sabe si podré volver a ‘la isla de Jericó’ si tengo que ir a Kalkilia?”, se pregunta Mamun Jisr, un agricultor de esta localidad palestina ubicada en el Valle del Jordán, citado por la agencia France Presse (AFP).

Jisr manifiesta su temor ante los planes del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de anexar los asentamientos y el Valle del Jordán, donde se encuentra esta ciudad de 20 mil habitantes. Aún no se le borra de la memoria el mapa de la anexión que propuso el premier en septiembre de 2019. Con ayuda de una vara, dice, Netanyahu señalaba una larga zona azul en el plano, que representa el Valle del Jordán y que pasaría a ser israelí, y en el medio, una mancha café que corresponde a Jericó.

La ciudad es la “capital” del Valle del Jordán, una llanura acuífera en medio de dos montañas desérticas y donde hay predios agrícolas. Jericó se encuentra a solo 25 kilómetros de Jerusalén.

Israel quiere anexar esta tierra, en la que se encuentran dispersadas decenas de colonias israelíes que considera esencial para su seguridad, señaló AFP. Netanyahu iba a anunciar el miércoles pasado los planes de anexión, que se prevé irán en línea con el proyecto presentado por el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en enero. Sin embargo, a comienzos de la semana pasada el ministro de Defensa israelí y socio de la coalición de gobierno, Benny Gantz, declaró que “cualquier cosa que no tenga que ver con la batalla contra el coronavirus esperará hasta después del virus”. Netanyahu y otros funcionarios de gobierno han dicho que la anexión se producirá en julio.

En este contexto, Hamas y Al Fatah, las dos principales facciones palestinas, prometieron “unidad” contra el proyecto de anexión israelí de zonas de Cisjordania, en una inusual conferencia de prensa conjunta. “Vamos a implementar todos los mecanismos para garantizar la unidad nacional”, afirmó el secretario general de Fatah, Jibril Rajub, en una conferencia conjunta con Saleh Al Aruri, dirigente de Hamas.

“Jericó representa un símbolo para el potencial turístico y agrícola que el Estado de Palestina podría tener sin la ocupación de Israel. Si miras alrededor, estamos a cinco minutos del Mar Muerto y del Río Jordán. Todo eso ha sido anexado ‘de facto’ por Israel. Si Israel sigue adelante con la anexión se nos quitará nuestro potencial. Nos convertiremos en un símbolo de cómo el apartheid funciona en el siglo XXI”, dijo a La Tercera Saeb Erekat, secretario general de la Organización de Liberación Palestina (OLP).

“La anexión significa el fin de una posible solución negociada. Palestina ya ha comprometido 78% de su tierra histórica. Aceptamos la solución de dos Estados en base a las fronteras de 1967. Lo que está haciendo Israel es destruir las perspectivas de una paz justa y duradera”, añadió.

Valle del Jordán

El Valle del Jordán corresponde casi al 30% de Cisjordania. En 2016, sostiene la ONG B’Tselem, aproximadamente unos 65 mil palestinos y 11 mil colonos vivían ahí. Casi el 90% de esa zona ha sido designada Área C, que está bajo control completo de Israel según los acuerdos de Oslo que han regido las relaciones entre la Autoridad Palestina e Israel desde mediados de la década de los 90. El restante 10% son comunidades palestinas, entre las que está Jericó, que ha sido designada Área A o B. Como estas comunidades están rodeadas por el Área C, se encuentran separadas unas de otras.

El Valle es considerado estratégico para la industria agrícola por sus recursos hídricos en una región semidesértica. Según B’Tselem, el 56% del valle está reservado para uso exclusivamente militar y el 85% de sus tierras no es accesible a los palestinos.

El Valle del Jordán es “vital” para Israel, dijo Netanyahu, en una conferencia de prensa conjunta en Washington con Donald Trump en enero pasado, en la que anunció que en el marco del proyecto de EE.UU., su país “aplicará su soberanía” sobre esta región. Antes de las elecciones legislativas de septiembre pasado, Netanyahu prometió que si era reelegido, anexaría el valle, una medida que aniquilaría “cualquier posibilidad de paz”, advirtieron entonces los palestinos.

Infografía

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