Joe Macaron, experto en Medio Oriente: “Líbano está al borde de convertirse en un Estado fallido”
En entrevista con La Tercera, el analista del Arab Center Washington DC dice que la renuncia del primer ministro Hassan Diab “era inevitable” desde el primer día de las explosiones en Beirut.
En una columna publicada en el portal de la cadena qatarí Al Jazeera tres días después de las explosiones en Beirut, el analista en Medio Oriente del Arab Center Washington DC, Joe Macaron, postuló que Líbano iba camino de convertirse en un “Estado fallido” producto de la “negligencia” y la “corrupción”.
A una semana de la tragedia que dejó 160 muertos y 6.000 heridos y que ayer se saldó con la renuncia del gobierno del primer ministro Hassan Diab, Macaron mantiene sus dichos. “No hay duda que la explosión de Beirut encamina a Líbano hacia una nueva fase de un ‘Estado fallido’”, dijo el experto a La Tercera.
El Presidente libanés Michel Aoun ha rechazado los pedidos de una investigación internacional de las explosiones, diciendo que "diluiría la verdad". ¿Cuál es su opinión? ¿Cree que el gobierno tiene miedo de algo?
Las autoridades libanesas han sido escépticas durante mucho tiempo sobre las investigaciones internacionales, sobre todo esta vez debido al grado de negligencia y la red de corrupción involucradas en la explosión de Beirut en todos los niveles del aparato estatal libanés. Las élites gobernantes de Líbano no quieren exponer sus fallas en una investigación internacional, y esto no debería sorprendernos.
El líder del movimiento Hezbolá, Hassan Nasrallah, “negó categóricamente” el almacenamiento de armas en el lugar de la explosión de Beirut. Sin embargo, advirtió sobre los retrasos en la investigación. ¿Cómo evalúa el rol que está jugando Hezbolá?
Aún no hay indicios de que al menos se hayan almacenado armas de Hezbolá en esta última explosión. Nasrallah está preocupado por la creciente ira pública entre su base si no hubo transparencia y responsabilidad en esta investigación, mientras que también hubo leales a Hezbolá en el aparato de seguridad del Estado que sabían sobre el nitrato de amonio dejado imprudentemente en el puerto de Beirut durante siete años. Hezbolá tampoco quiere que su aliado, el Presidente Michel Aoun, se debilite aún más en la política libanesa, ya que está bajo presión pública para que dimita, por lo tanto, Hezbolá como las élites gobernantes del país están bajo una enorme presión a corto plazo.
Antes de la renuncia de su gobierno, Hassan Diab había dicho que la única forma de salir de la crisis era la celebración de elecciones anticipadas. ¿Cree que esto ayudaría a solucionar la crisis?
La renuncia del primer ministro Hassan Diab era inevitable desde el primer día de la explosión, pero la pregunta ahora es qué vendrá después. Algunos parlamentarios han dimitido recientemente y cada vez hay más llamados para elecciones anticipadas y, en última instancia, no hay salida a esta crisis nacional sin remodelar el escenario político con elecciones parlamentarias transparentes y justas. Sin embargo, hay interrogantes sobre qué gobierno surgirá tras estas elecciones, cómo se puede realizar esta votación general con una capital devastada y sobre qué ley electoral estará basada. Los manifestantes en las calles tienen la voluntad de cambio, pero aún no está claro cómo pueden canalizar esta voluntad en grupos políticos que puedan competir en las elecciones con los partidos políticos tradicionales y los líderes feudales.
El canciller Nassif Hitti renunció la semana pasada en protesta por el mal manejo del gobierno de la crisis económica, advirtiendo que Líbano corría el riesgo de convertirse en un "Estado fallido". ¿Líbano puede evitar esta situación?
Líbano está al borde de convertirse en un Estado fallido debido a las élites divididas en facciones, la intervención extranjera, la falta de servicios públicos básicos, las armas fuera del control del gobierno y el declive económico. Si bien todavía existen algunos elementos de gobernanza y un sólido sistema militar y de seguridad, no hay duda que la explosión de Beirut encamina a Líbano hacia una nueva fase de un “Estado fallido”.
Facciones rivales compuestas por Siria e Irán, por un lado, e Israel y EE.UU., por el otro, están ofreciendo ayuda a Líbano después de la explosión. Mientras tanto, el Presidente francés, Emmanuel Macron, ha negado que esté tratando de revivir la influencia de la era colonial francesa sobre el país. ¿Esta disputa geopolítica favorece o perjudica a Líbano?
La rivalidad de las potencias extranjeras sobre Líbano ha existido durante mucho tiempo y solo se intensificará después de la explosión debido al fracaso del Estado y su falta de recursos básicos para comenzar los esfuerzos de reconstrucción y recuperación en un país que ya estaba lidiando con un colapso financiero y el impacto económico del brote de coronavirus. El papel de París en Líbano es la única influencia francesa que queda en la región, por lo que el Presidente Macron se estaba asegurando de que un colapso en Líbano no conduciría a un vacío de poder que llenarían otras potencias extranjeras como Irán y China. Líbano está lejos de regresar a la era colonial francesa, ya que EE.UU. e Irán son ahora los actores más importantes de la política libanesa. La explosión de Beirut está cambiando gradualmente el panorama político libanés y aumentando la influencia externa, lo que podría no beneficiar necesariamente al pueblo libanés a menos que la comunidad internacional aliente un camino de reformas políticas y económicas en el país.
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