Juan Manuel Santos: “Boric y los chilenos tienen una oportunidad de oro de reescribir su Constitución de forma tal que salgan unidos”
El expresidente colombiano, que se encuentra de visita en Chile, conversó con La Tercera sobre los desafíos que enfrenta América Latina. "Si vamos a hacer una integración para volver a politizar los procesos, esa es la garantía del fracaso", advierte. Y sobre Nicaragua dice que "el continente entero debe unirse para presionar a un cambio en ese régimen".
Hace más de cuatro años que Juan Manuel Santos abandonó la Casa de Nariño tras ocupar el sillón presidencial durante ocho años. Llegó a la Presidencia de Colombia en 2010 como el “delfín político” de su antecesor, Álvaro Uribe. El exmandatario de 71 años suele destacar que su gobierno tuvo como eje la paz, la equidad y la educación.
De visita en Santiago participar de la sesión de honor de la reincorporación de Chile al CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y de otras actividades, que incluyen una reunión con el Presidente Gabriel Boric, Santos indicó que es “muy importante lo que está sucediendo y que Chile regrese a la CAF por la importancia que tiene y también por lo que la CAF puede hacer para Chile y para la región”.
“Lo interesante es que Chile, en muchos sentidos, ha sido un país innovador en América Latina y la CAF se está volviendo una entidad multilateral financiera también innovadora. Actualmente está a la vanguardia de las iniciativas para enfrentar los retos como los del cambio climático, la lucha contra la pobreza”, indicó Santos en esta entrevista con La Tercera.
En materia regional, con la llegada de Luiz Inácio Lula da Silva a la presidencia de Brasil, se consolida el giro hacia la izquierda en los gobiernos de América Latina. ¿Cómo evalúa usted esta situación y cuáles son los desafíos que enfrenta la región?
América Latina desde hace muchos, muchos años ha sido el continente del futuro y lo que tenemos es que hay que dejar de ser el continente del futuro y ser el continente del presente. Para eso necesitamos unirnos, para eso necesitamos integrarnos. Se han ensayado muchos proyectos de integración que, sobre todo por razones políticas, han fracasado. Un ejemplo que a mí me duele mucho fue la Alianza del Pacífico que iniciamos con Chile, Perú, México y que por razones políticas hoy se encuentra prácticamente inoperante, cuando fue en un momento un ejemplo de éxito. Y otros países, como Canadá, Australia, Singapur, todos querían entrar a ese proceso de integración. La región necesita unirse para afrontar el cambio climático. Tiene unas características especiales que puede aportarle muchísimo al mundo. Pero nuevamente, si deja la ideología a un lado y se une sobre lo que podría considerarse lo fundamental que la región necesita. Ojalá que eso se logre, porque lo que estamos viendo es que, a pesar de que hay nuevos gobiernos de izquierda, todavía hay unas diferencias entre los países que van a contrapelo de la necesidad de la integración.
El Presidente Lula busca revitalizar Mercosur, incluso ha hablado de una moneda en común. El Presidente López Obrador quiere una política integrada en la región para enfrentar la inflación. ¿Cree que estas políticas son posibles considerando la disparidad de la región?
Si no se politiza ese proceso de integración me parece que es algo que la región necesita. Pero si vamos a hacer una integración para volver a politizar los procesos, esa es la garantía del fracaso. Entonces bienvenido sea que hagamos algo parecido a lo que hicimos en la Alianza del Pacífico, que fue muy exitoso, o en su momento, otros procesos de integración como los que hicimos, los que tuvimos nosotros con Venezuela y con México. Pero la política, cuando comienza a utilizar esos procesos para sus objetivos políticos, echa al traste toda la integración económica.
¿Cree que uno de los problemas de estos grupos regionales ha sido la politización?
Sin duda, si la Alianza del Pacífico hubiera seguido su rumbo sin que los países comenzaran a mezclar la política con los objetivos de la Alianza, esta hubiera continuado fortaleciéndose y eso lo que hace es beneficiar a todos sus países. En este momento, por ejemplo, México, no le quiere entregar la presidencia a Perú. Entonces sí existe ese tipo de situación, pues la Alianza no va a funcionar o la propia Comunidad Andina de Naciones. Entonces, las peleas entre Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia tienen a la CAN paralizada, pudiendo acordar muchísimas políticas comunes que beneficien a los cuatro países sin necesidad de politizar las decisiones.
En América Latina hay muchas figuras que se pueden catalogar de populistas. ¿Cuáles son los riesgos para la región?
El populismo es la antítesis de la moderación. La moderación es la base del diálogo, del reconocimiento de alguien que piense diferente y de las posibilidades de hacer transacciones en una sociedad. Yo recuerdo mucho las palabras del primer presidente de la primera democracia de Estados Unidos, George Washington, cuando dejó el poder. Dijo que no se les olvide nunca la palabra moderación, porque si se les olvida esa palabra, las democracias no pueden funcionar. Doscientos y un poco más de años después estamos sufriendo eso, la falta de moderación, que es el populismo, el populismo de izquierda o el populismo derecha que comienza a socavar, por ejemplo, los poderes independientes, la justicia, los congresos, la prensa libre. Y eso nos lleva a las autocracias y a la falta de libertades y la falta de democracia. Por eso el populismo hay que tratar de combatirlo con ideas atractivas, con argumentos fuertes, para que la gente entienda que los extremos de izquierda o derecha siempre conducen a un fracaso.
Uno de los desafíos de la región es hacer frente a la migración venezolana. ¿Cree que se han tomado las medidas necesarias?
En este momento están en el proceso de buscar una negociación entre la oposición y el gobierno de Maduro y hay que tratar de buscar que esa negociación sea exitosa. A todos los países nos conviene que Venezuela vuelva a recuperar su fortaleza y su democracia, y en la medida en que todos los países puedan ayudar a que eso sea así, creo que eso se puede lograr.
Nicaragua se encuentra en un momento muy complejo, en el que a cientos de opositores se les ha quitado la nacionalidad…
Ese es un caso muy triste. Yo personalmente fui testigo desde el año 85 cómo Daniel Ortega estaba traicionando a su revolución. Yo me gané el primer Premio Rey de España de Periodismo por unas crónicas que escribimos con uno de mis hermanos sobre cómo la Revolución Sandinista había sido una farsa, porque Ortega la había traicionado. Eso fue en 1985. Hoy estamos viendo que lo que se dijo en ese momento es exactamente lo que está pasando. Es un caso muy triste en que el continente entero debe unirse para presionar a un cambio en ese régimen, para que respete los derechos humanos. Porque lo que está sucediendo para los nicaragüenses es muy deplorable desde todo punto de vista.
Este año Chile conmemora 50 años del golpe de Estado y se está comenzando un nuevo proceso constituyente. ¿Cómo evalúa esto?
Pienso que en este momento el Presidente Boric y los chilenos tienen una oportunidad de oro de utilizar este proceso, de reescribir su Constitución de forma tal que salgan unidos y fortalecidos. Paradójicamente, al haber perdido el plebiscito, hay una aforismo que dice que no hay mal que por bien no venga, pero creo que eso está ayudando a que Chile encuentre un consenso, por lo menos, que la inmensa mayoría de los chilenos se sientan identificados con la nueva Constitución, alejada de los extremos. Y eso sería un muy buen ejemplo para el resto de los países de América Latina y para el mundo, porque esa polarización está afectando al mundo entero. Entonces, yo creo que en este momento Chile está viviendo un momento muy interesante y con una gran oportunidad. Yo tengo mucha esperanza de que salga adelante, porque no solamente le conviene a Chile, por supuesto, sino a toda América Latina.
El Presidente colombiano Gustavo Petro está reviviendo el proceso de paz con el ELN, ¿qué perspectivas ve?
Yo dejé ese proceso marchando. Lo que pasa es que el gobierno anterior (Iván Duque) lo suspendió totalmente, retrocedió. El Presidente Petro está queriendo revivirlo y están sentados negociando. Yo espero que esa negociación sea exitosa. Tiene todos los elementos para ser exitosa. Está recibiendo apoyo internacional, que es muy importante, entre ellos, de Chile. Está inclusive recibiendo apoyo de Venezuela, que es muy importante. Venezuela apoyó mucho el proceso con las FARC y fue determinante y eso le convendría muchísimo a todo el mundo, que un acuerdo con el ELN se produjera lo más pronto posible.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.