La Casa Blanca busca moderar a Israel en Gaza en medio de una creciente disidencia interna
Además de los crecientes cuestionamientos de funcionarios de la administración por el apoyo inquebrantable de Biden a Netanyahu, una encuesta reveló que el apoyo público de los estadounidenses a la guerra se está erosionando y la mayoría piensa que Israel debería llamar a un alto el fuego.
En los primeros días y horas posteriores al ataque de Hamas contra civiles israelíes el 7 de octubre, el presidente Joe Biden habló con declaraciones duras y apoyo incondicional al viejo aliado de Estados Unidos.
Ahora, un mes después, ese respaldo inequívoco ha dado paso a las complejidades y a las inquietantes bajas de la guerra, y la administración Biden está implorando a Israel que controle algunas de sus tácticas para aliviar el sufrimiento de los civiles en Gaza.
“A medida que la condena del conflicto ha crecido en todo el mundo, avivando el sentimiento antiisraelí, el presidente demócrata también se enfrenta a los límites de la capacidad de Estados Unidos para dirigir el resultado, no sólo en lo que respecta a la guerra, sino a lo que viene después de ella”, escribió Zeke Miller, corresponsal jefe de The Associated Press en la Casa Blanca.
Yasmeen Abutaleb, reportera de The Washington Post, resumía así la situación de la administración Biden la semana pasada: “La Casa Blanca está frustrada por el ataque de Israel, pero ve pocas opciones”.
“A medida que se intensifica la invasión terrestre de Gaza por parte de Israel, la administración Biden se encuentra en una posición precaria: los funcionarios de la administración dicen que el contraataque de Israel contra Hamas ha sido demasiado severo, demasiado costoso en víctimas civiles y carece de un final coherente, pero no pueden ejercer una influencia significativa sobre el aliado más cercano de Estados Unidos en Medio Oriente para cambiar su rumbo”, escribe Abutaleb.
Y agrega un antecedente más inquietante: “Desde el principio, los funcionarios de la Casa Blanca se han mostrado escépticos de que una invasión terrestre israelí de Gaza lograra su objetivo declarado de eliminar a Hamas y temían que sólo conduciría a una mayor escalada y desestabilización. Ahora, dicen los asesores de la Casa Blanca, eso es exactamente lo que está sucediendo”.
Pero del escepticismo entre los funcionarios de la Casa Blanca se ha pasado al malestar. The New York Times dio cuenta este martes de una carta enviada a Biden por más de 500 funcionarios políticos y miembros del personal que representan a unas 40 agencias gubernamentales, en que protestan por su apoyo a Israel en su guerra en la Franja de Gaza.
“Hacemos un llamado al presidente Biden para que exija urgentemente un alto el fuego; y pedir una reducción del conflicto actual garantizando la liberación inmediata de los rehenes israelíes y de los palestinos detenidos arbitrariamente; el restablecimiento del agua, combustible, electricidad y otros servicios básicos; y el paso de ayuda humanitaria adecuada a la Franja de Gaza”, dice la misiva.
La carta, que forma parte de la creciente disidencia interna sobre el apoyo de la administración a la guerra, pide al presidente estadounidense que busque un alto el fuego inmediato en Gaza y presione a Israel para que permita la entrada de ayuda humanitaria al territorio.
Según el Times, se trata de la última de varias cartas de protesta de funcionarios de toda la administración Biden, incluidos tres memorandos internos dirigidos al secretario de Estado, Antony Blinken, firmados por docenas de empleados del Departamento de Estado, así como una carta abierta firmada por más de 1.000 empleados de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Algunos de los firmantes ayudaron a Biden a ser elegido en 2020 y dijeron en entrevistas que les preocupaba que el apoyo de la administración a la guerra de Israel en Gaza chocara con la postura de los votantes demócratas sobre el tema.
“La abrumadora mayoría de los estadounidenses apoya un alto el fuego”, afirma la carta, en relación con una encuesta de octubre que muestra que el 66% de los estadounidenses, incluido el 80% de los demócratas, creen que Estados Unidos debería presionar a Israel para que establezca un alto el fuego.
“Además, los estadounidenses no quieren que sus militares se vean arrastrados a otra guerra costosa y sin sentido en Medio Oriente”.
Las cartas de protesta llegan después de una polémica reunión el 23 de octubre en el edificio de oficinas ejecutivas de Eisenhower, donde muchos empleados de la Casa Blanca tienen sus oficinas. Cerca de 70 designados políticos musulmanes y árabes se reunieron con altos funcionarios de la administración Biden, incluido Jeffrey Zients, el jefe de gabinete, y Doug Emhoff, el esposo de vicepresidenta Kamala Harris.
La reunión comenzó con una pregunta general: ¿Cuántos de los designados han enfrentado presiones de familiares o amigos para que renuncien por el apoyo de la administración Biden a Israel en el conflicto? Decenas de manos se alzaron, según un asistente y otro que fue informado sobre la reunión, consignó el Times.
El periódico detalla que altos funcionarios de la administración abrieron el espacio para recibir preguntas y comentarios. Algunos asistentes lloraron mientras exigían que la administración pidiera un alto el fuego, frenara los envíos de armas al Ejército israelí y dejara de ignorar las bajas civiles palestinas en la Franja de Gaza.
“Ha sido un secreto a voces durante semanas que una importante disidencia y frustración se han extendido por todo el gobierno de Estados Unidos, impulsadas por la creciente preocupación por la escala de la respuesta militar de Israel en Gaza”, dijo Charles Lister, investigador principal del Instituto de Medio Oriente, en declaraciones a The Guardian.
“El desencadenante de gran parte de la disensión interna fueron los comentarios públicos de Biden: inicialmente su enfoque de suma cero sobre el tema y luego su escepticismo mal informado sobre las cifras de víctimas en Gaza”, comentó.
“Abrazo de oso metafórico”
Sin embargo, el lunes, después de que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) rodearan Al Shifa, el centro médico más grande de Gaza, Biden fue categórico al exigir que “los hospitales deben estar protegidos”.
Los comentarios de Biden, destacó este miércoles el Financial Times, se produjeron después de que Blinken reconociera que “demasiados” palestinos habían muerto en el conflicto. La semana pasada, la principal funcionaria del Departamento de Estado para Medio Oriente, Barbara Leaf, dijo al Congreso que el número de muertos en Gaza podría ser “incluso mayor de lo que se menciona”.
En un ejemplo de la delgada línea que Biden parece estar tratando de pisar mientras sigue apoyando la ofensiva de Israel, John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, dijo que Hamas estaba utilizando hospitales, incluido Al Shifa, y los túneles debajo de ellos para mantener rehenes.
Pero dijo que Washington no apoyaba atacar un hospital desde el aire y no quería “un tiroteo en un hospital donde personas inocentes, personas indefensas y enfermas simplemente están tratando de obtener la atención médica que merecen”. A primera hora del miércoles en Gaza, las Fuerzas de Defensa de Israel informaron que sus tropas habían entrado en Al Shifa.
A juicio del Financial Times, hasta ahora, el acercamiento de Biden hacia Israel ha sido un “abrazo de oso metafórico”, con la esperanza de que su estrecho abrazo le dé influencia en los tratos privados con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Funcionarios y analistas citados por ese medio dijeron que Biden mantendría su enfoque de “abrazo de oso”, por ahora.
“No creo que sea indiferente a la presión sobre él, pero en esta etapa, está dispuesto a darles a los israelíes algo más de tiempo”, dijo Dennis Ross, del think tank del Instituto de Washington para la Política de Medio Oriente. “Aunque, como pueden ver, se está volviendo más explícito en términos de lo que pide”.
Con todo, Eli Cohen, ministro de Relaciones Exteriores de Israel, dijo a los periodistas el lunes que Israel tenía “dos o tres semanas” antes de enfrentar una presión diplomática significativa para un alto el fuego.
Otro funcionario israelí reconoció las presiones de tiempo y estimó que el Ejército tenía “varias semanas” para el “patrón actual de operaciones”. Pero las FDI están planificando sobre la base de varios escenarios, incluida la posibilidad de una guerra más corta o más larga.
“Estamos decididos a no detenernos hasta que se cumpla la misión, ya que se trata de una guerra con consecuencias históricas para Israel y sus ciudadanos”, añadió el funcionario citado por el Financial Times.
Erosión del apoyo estadounidense
Pese a las intenciones de la administración de Netanyahu, el apoyo público en Estados Unidos a la guerra contra los militantes de Hamas en Gaza se está erosionando y la mayoría de los norteamericanos piensa que Israel debería pedir un alto el fuego a un conflicto que se ha convertido en una crisis humanitaria, según una nueva encuesta de Reuters/Ipsos.
Alrededor del 32% de los consultados en la encuesta de opinión de dos días, que cerró el martes, dijo que “Estados Unidos debería apoyar a Israel” cuando se les preguntó qué papel debería asumir Washington en los combates. Este índice fue inferior al 41% que afirmó que Estados Unidos debería respaldar a Israel en una encuesta de Reuters/Ipsos realizada el 12 y 13 de octubre.
La proporción que asegura que “Estados Unidos debería ser un mediador neutral” aumentó al 39% en la nueva encuesta desde el 27% del mes anterior. El 4% de los encuestados dijo que Estados Unidos debería apoyar a los palestinos y el 15% señaló que Estados Unidos no debería involucrarse en absoluto, ambas lecturas son similares a las de hace un mes.
Alrededor del 68% de los encuestados por Reuters/Ipsos dijeron que estaban de acuerdo con la declaración de que “Israel debería llamar a un alto el fuego e intentar negociar”.
Aproximadamente tres cuartas partes de los demócratas y la mitad de los republicanos en la encuesta apoyaron la idea de un alto el fuego, lo que los puso en desacuerdo con el presidente demócrata Joe Biden, quien ha rechazado los llamados de los líderes árabes, incluidos los palestinos, para presionar a Israel para que firme un alto el fuego, destacó Reuters.
Hasta ahora, Israel ha rechazado cualquier conversación sobre implementar pausas más largas o un alto el fuego, diciendo que Hamas sólo usaría ese tiempo para reagruparse y endurecer sus posiciones.
“No se producirá un alto el fuego sin una liberación significativa de rehenes, ese es el precio”, dijo Aaron David Miller, miembro del Carnegie Endowment for International Peace, en declaraciones al Financial Times.
Al respecto, The Wall Street Journal informó que la Casa Blanca envió el miércoles a su principal asesor para Medio Oriente a la región para presionar por la liberación de los cautivos. Brett McGurk, coordinador del Consejo de Seguridad Nacional para Medio Oriente y Norte de África, se reunió con líderes israelíes al inicio de una visita regional, que también incluirá encuentros con funcionarios palestinos, jordanos y del Golfo Pérsico.
Según el periódico, la “frustración” de la administración Biden crece a medida que aumentan las víctimas y los riesgos para los prisioneros.
La Radio del Ejército de Israel dijo que las fuerzas israelíes, que ingresaron al Hospital Al Shifa el miércoles temprano después de rodearlo durante días, no habían encontrado indicios de que hubiera rehenes actualmente dentro del complejo hospitalario. Sin embargo, el portavoz militar israelí, el contralmirante Daniel Hagari, informó que las tropas habían encontrado armas, equipo de combate y equipo tecnológico allí.
EE.UU. negó este miércoles que haya autorizado el asalto del Ejército de Israel al Hospital Al Shifa. “No dimos nuestro visto bueno a sus operaciones militares en el hospital de la misma forma que no damos el visto bueno a otras operaciones tácticas”, dejó en claro el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
En una señal potencialmente preocupante para Israel, el sondeo de Reuters/Ipsos también mostró que sólo el 31% de los encuestados dijeron que apoyaban el envío de armas a Israel, mientras que el 43% se oponía a la idea. El resto contestó que no estaba seguro. El apoyo al envío de armas a Israel fue mayor entre los republicanos, mientras que aproximadamente la mitad de los demócratas se opusieron.
En comparación, el 41% de las personas que respondieron a la encuesta indicaron que apoyaban el envío de armas a Ucrania en su lucha contra una invasión rusa de casi 21 meses, en comparación con el 32% que se oponía y el resto no estaba seguro. En lo que respecta a Ucrania, el apoyo al envío de armas fue mayor entre los demócratas.
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