La Convención Republicana: un asunto de familia
Los familiares de Donald Trump, la mayoría con cargos en el gobierno, son los protagonistas del evento partidista.
Donald Trump Jr. y su novia la noche del lunes, Melania, Eric y Tiffany esta noche, Lara el miércoles e Ivanka el jueves: la Convención Republicana gira totalmente en torno a los Trump, una señal de la inédita implicación de la familia presidencial en los asuntos políticos de Estados Unidos.
La intervención de los hijos y cónyuges de los candidatos estadounidenses forma parte del ritual de las campañas presidenciales estadounidenses. En la Convención Demócrata de la semana pasada, los hijos y nietas de Joe Biden, rival de Trump para las presidenciales del 3 de noviembre, también subrayaron las cualidades del exvicepresidente de 77 años.
“Pero lo que es inhabitual en los Trump es que pueden hablar no solo de la personalidad del candidato y sus cualidades, sino también del fondo, de orientaciones políticas en las cuales están directamente implicados”, dijo Costas Panagopoulos, profesor de ciencias políticas en la Universidad Northeastern de Boston.
“No son simples integrantes de la familia, sino funcionarios de gobierno, personalidades políticas”, agregó.
De hecho, Donald Jr., Ivanka y Eric Trump, los tres hijos que el exmpresario inmobiliario de Nueva York tuvo con su primera esposa, Ivana, trabajan como asesores en la Casa Blanca o son arduos defensores de sus políticas y están involucrados en su campaña a la reelección.
El mayor, Donald Trump Jr., de 42 años, designado por su padre junto a su hermano Eric para dirigir la Organización Trump en Nueva York, se ha convertido en una estrella de la base trumpista: tan adicto a Twitter como su padre, defiende ferozmente su política, retuiteando “memes” y teorías conspirativas con notorios deseos de provocar.
El lunes de noche, Donald Jr., que sueña abiertamente con alcanzar un día la Presidencia, pronunció un discurso particularmente contundente contra los demócratas, a quienes acusó de “atacar a los padres fundadores” del país y de alentar “protestas, saqueos y vandalismo” en las ciudades que gobiernan.
Un poco antes, su novia, Kimberly Guilfoyle, expresentadora de Fox News que se ha convertido en una de las responsables de las finanzas de la campaña Trump 2020, denunció a los gritos a los demócratas que quieren que los estadounidenses sean “esclavos” de una ideología de izquierda.
Este miércoles sería el turno de Melania. La primera dama, tercera esposa del Presidente, buscará dejar atrás las acusaciones de plagio que suscitó su discurso en la Convención Republicana de 2016, cuando algunas de sus frases se asemejaron al discurso de Michelle Obama en 2008.
Eric, también involucrado en la campaña de su padre aunque es el que sigue más a diario los negocios de la Organización Trump, también hablará en la convención, antes de su esposa Lara, el miércoles.
Ivanka, que ha acompañado a su padre en grandes reuniones internacionales y forma parte, al igual que su marido Jared Kushner, del equipo de asesores de la Casa Blanca, será la vedette de la noche del jueves, y presentará a su padre, cuyo discurso cerrará la convención.
Pero ciertamente, no todos los familiares concuerdan sobre la idoneidad de Trump para dirigir el país cuatro años más. La sobrina del mandatario, Mary Trump, autora de un libro que lo describe como un narcisista patológico y mentiroso, no participará de la convención.
Tampoco la hermana de Donald Trump, Maryanne Trump Barry, una exjueza federal de 83 años, quien dijo que el Presidente es un “mentiroso y “cruel”.
Nunca en la historia reciente de EE.UU. la familia de un Presidente desempeñó un papel tan prominente. “El paralelo más cercano es el de los Kennedy”, dijo Katherine Jellison, politóloga de la U. de Ohio, recordando la influencia del padre de John F. Kennedy y de su hermano Robert en el Presidente electo en noviembre de 1960, y asesinado en 1963. Pero contrariamente a los Trump, los Kennedy pensaban que lo mejor era no andar mostrando esta influencia familiar, dice.
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