La distante relación de Kamala Harris con su padre
La actual vicepresidenta rara vez menciona a su padre Donald Harris, tanto en entrevistas como en discursos. La prensa estadounidense ha dicho que el lazo entre ellos se tensó tras el divorcio, en el que él perdió la custodia. La candidata presidencial lo mencionó en su discurso de la convención demócrata, solo para dar cuenta cómo él la influenció para convertirse en la persona que es. Pero siempre destaca el rol que tuvo su madre en la crianza de ella y su hermana.
Kamala Harris habla con frecuencia de su difunta madre, la científica biomédica Shyamala Gopalan Harris, pero hace pocos comentarios sobre su padre, a pesar de que Donald Harris, de 86 años, vive a solo tres kilómetros de la residencia oficial de su hija en Washington, con su segunda esposa. Así, la prensa estadounidense ha dado cuenta de la delicada y tensa relación entre la vicepresidenta y su padre, quien es un reconocido economista.
Fue en la convención demócrata en agosto pasado, que la candidata presidencial del partido hizo una referencia poco usual sobre su padre en su discurso. Su idea era dar cuenta de cómo él la había influenciado para convertirse en la persona que es. Harris recordó que cuando era pequeña la motivó en un parque: “Corre, Kamala, corre. No tengas miedo. No dejes que nada te detenga”, le dijo.
Sin embargo, pese a que viven muy cerca en Washington rara vez se hablan y Donald Harris ha estado ausente en gran parte ausente de la vida de Kamala Harris, una situación que, según sus amigos, ha estado influenciada tanto por rasgos de personalidad como por la historia familiar. Los amigos de la familia Harris sugieren que el distanciamiento puede deberse en parte a las similitudes entre padre e hija: ambos son conocidos por su ambición, sus altas expectativas y su inclinación a mantener la privacidad. Estos rasgos compartidos, combinados con diferencias personales e ideológicas, han contribuido a la creciente distancia entre ellos, indicó el diario The Telegraph.
Su relación fue tensa desde el principio, tras la separación y el divorcio de Donald y Shyamala a finales de los años 60 y principios de los 70. Kamala tenía apenas cinco años cuando sus padres se separaron, y el divorcio posterior estuvo marcado por una amarga batalla por la custodia. Donald perdió el caso de custodia, un acontecimiento que más tarde describió como un punto de inflexión traumático en su relación con sus hijas, Kamala y su hermana menor, Maya.
Aunque ha expresado su amor por sus hijos, el resultado legal limitó severamente su participación en las vidas de la vicepresidenta y su hermana, y el vínculo entre padre e hija nunca se reparó por completo, indica la prensa estadounidense. La inquebrantable devoción de Kamala hacia su madre, quien la crio a ella y a su hermana como madre soltera, parece haber contribuido aún más a la ruptura.
Harris elogia frecuentemente la fuerza y el coraje que demostró su madre al criar sola a su hermana y a ella. Y a menudo le atribuye el mérito de haberle inculcado su espíritu de lucha, a través de retazos de sabiduría que utiliza con regularidad en discursos y conversaciones públicas.
En el discurso de agosto en la convención, Harris invocó a su madre para enfatizar que no era ajena a los “viajes improbables”: nació de una mujer que viajó a California desde India sola a la edad de 19 años, con un “sueño inquebrantable de ser la científica que curaría el cáncer de mama”.
“La extraño todos los días, especialmente ahora”, dijo Harris en su discurso en la convención. “Y sé que ella me mira con una sonrisa. Lo sé”.
En sus memorias de 2019, The Truths We Hold, solo hace referencia a su padre unas pocas de veces. “Pero al presentarse como una candidata que entiende el sueño americano a través de las complejas lentes de las luchas personales, familiares y sociales, Harris aprovechó la totalidad de las experiencias que la forjaron”, comentó The New YorkTimes.
Eso incluyó cuando sus padres se divorciaron-o, como escribiría en sus memorias, “dejaron de ser amables entre sí”- cuando ella estaba en la escuela primaria.
“Mi padre siguió siendo parte de nuestras vidas”, escribió Harris. “Lo veíamos los fines de semana y pasábamos los veranos con él en Palo Alto. Pero fue mi madre quien se hizo cargo de nuestra educación. Ella fue la principal responsable de convertirnos en las mujeres en las que nos convertiríamos”.
La ausencia de Donald en eventos importantes en la vida de Kamala, como el funeral de su madre y su propia boda, profundizó la división, dijo el diario neoyorquino.
Cinco años después, Donald Harris rechazó una invitación para asistir a la boda de su hija con Doug Emhoff en una pequeña ceremonia en Santa Bárbara, California. Pero después de que Kamala fuera elegida para el Senado en 2016, los tres se reunieron en Washington para cenar, donde Harris interrogó a su yerno sobre sus antecedentes, según dos personas familiarizadas con el encuentro.
“Gran parte de las dificultades entre ellos”, dijo al diario Gladstone Hutchinson, un economista jamaiquino-estadounidense que es amigo cercano del Dr. Harris, “es que son muy parecidos”.
Hutchinson no sabía cuándo habían hablado por última vez los dos, y la vicepresidenta, a través de una portavoz consultada por el periódico, se negó a abordar el tema.
Cada vez que se le pregunta en diversas entrevistas, Kamala Harris evita entregar detalles o mayor información cuando se le pregunta por su padre. Por ejemplo, en una entrevista de 2003 con SF Weekly, dijo: “Mi padre es un buen tipo, pero no somos muy cercanos”.
En 2021, Harris escribió en un correo electrónico al Washington Post que estaban en “buenos términos”, lo que sigue siendo cierto hoy en día, según dijeron personas cercanas a Harris al diario.
Sin embargo, Harris ha sido clara al afirmar que es hija de su madre. “No hay título ni honor en la tierra que atesore más que decir que soy la hija de Shyamala Gopalan Harris”, escribió Harris en su libro. “Esa es la verdad que más aprecio”.
“Camarada Harris”
Aunque Kamala prácticamente no menciona nada sobre su padre, el candidato republicano Donald Trump hace a menudo referencia sobre el tema. Incluso dijo que la demócrata era marxista que había sido influenciada justamente por Donald Harris. “Ella es marxista, todo el mundo sabe que es marxista”, dijo Trump durante el debate presidencial. “Su padre es profesor marxista de economía y le enseñó bien”.
La campaña de Trump ha buscado retratar a Harris como alguien a la izquierda de Joe Biden desde que asumió como candidata demócrata. Incluso aseguró que sus planes para abordar lo que describió como “especulación de precios” por parte de las grandes corporaciones eran comunistas, y calificó a la vicepresidenta de “camarada Kamala”. En este sentido, Harris ha insistido en que apoya una economía capitalista de libre mercado.
El profesor Harris fue el primer académico negro en recibir la titularidad en la Universidad de Stanford, una de las instituciones académicas más prestigiosas de Estados Unidos. Este nombramiento a mediados de la década de 1970 fue controvertido: el periódico estudiantil lo describió como un “erudito marxista”. Sus opiniones eran muy diferentes de las de la economía “neoclásica”, que apoyaba el libre mercado y sostenía que la oferta y la demanda dictaban la producción y los precios.
Los críticos de la época dijeron que era “demasiado carismático” y lo acusaron de ser un “flautista de Hamelin” que alejaba a los estudiantes de la economía de libre mercado.
También cuestionó la ortodoxia de que reducir los salarios aumentaría el empleo.
Nació en Jamaica, llegó a Estados Unidos en la década de 1960 para estudiar economía, completando su doctorado en la Universidad de California-Berkeley. Sus primeros puestos como profesor fueron en la Universidad de Illinois y luego en la Universidad Northwestern, antes de conseguir otro puesto en Wisconsin.
La madre de Kamala, Shyamala Gopalan, conoció a Donald Harris después de un discurso que dio en un espacio fuera del campus de la Universidad de California en Berkeley en 1962.
Harris, eso sí, ha reconocido la influencia de su padre en las raíces jamaicanas y sus gustos musicales. De hecho, Donald Harris fue quien llevó a Kamala, de 13 años, y su hermana a su primer concierto que fue de Bob Marley and the Wailers en un estadio de la Universidad de California, en Berkeley. “Nos sentamos en la parte trasera del teatro y, mientras miraba la actuación, me quedé completamente asombrada”, dijo Harris en un correo electrónico a The Washington Post.
“Mi padre, como tantos jamaicanos, está muy orgulloso de nuestra herencia jamaiquina y nos inculcó ese mismo orgullo a mi hermana y a mí”, escribió Kamala. “Amamos Jamaica. Nos enseñó la historia de dónde venimos, las luchas y la belleza del pueblo jamaiquino y la riqueza de la cultura”, indicó.
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