Las condiciones que esperan a los primeros deportados de Trump en Guantánamo
El presidente norteamericano comenzó a enviar a los inmigrantes ilegales a la prisión cubana, conocida por ser el lugar donde se encierra a terroristas. Ya llegaron a la isla los primeros "diez inmigrantes ilegales de alta peligrosidad", como paso previo a su deportación definitiva a sus países.
No son terroristas, pero Donald Trump los pone en el mismo recinto: a partir de esta semana el gobierno norteamericano empezó a trasladar a algunos de los inmigrantes ilegales que pretende deportar a la Base Naval de Guantánamo, en Cuba. Esto, de acuerdo a lo dicho por la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Carolina Leavitt.
“Ya están en marcha los primeros vuelos desde Estados Unidos a la bahía de Guantánamo con inmigrantes ilegales”, anunció la noche del martes Leavitt en una entrevista con Fox Business. La semana pasada, el presidente Trump ordenó la construcción de un campo de detención en la Base Naval de la Bahía de Guantánamo que, según dijo, incluiría 30 mil camas de detención.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos informó luego de la llegada al centro de detención de Guantánamo de los primeros “diez inmigrantes ilegales de alta peligrosidad”, como paso previo a su deportación definitiva a sus países.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos ya tiene capacidad de detención para unos 40.000 inmigrantes, con unas 2.000 camas para las instalaciones más grandes de su red. Ahora, con Guantánamo, se marca un cambio en el modo en que Estados Unidos trata a las personas que deporta: si antes retenía ahí a los migrantes que recogía en el mar, ahora está trasladando ahí a personas que ya estaban en el país.
La orden ejecutiva firmada por Trump ordena que los migrantes sean retenidos en el Centro de Operaciones de Migrantes de la base, una instalación que ha sido utilizada por administraciones anteriores, pero que está configurada para albergar a poco más de 100 personas: no las decenas de miles que Trump ha propuesto.
Las imágenes satelitales revelan que alrededor de 59 tiendas de campaña que miden aproximadamente 5,4 metros por 10,9 metros se han erigido en la base en los últimos días, junto con 31 estructuras más pequeñas, según una revisión del diario The Washington Post de imágenes de Planet Labs.
Los funcionarios del Pentágono no dijeron dónde específicamente estarían ubicadas las tiendas de campaña que las tropas instalaron durante los últimos días en el recinto. Mientras tanto, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, anticipó el uso, no solo de las instalaciones para inmigrante, sino también del campo de detención en la base, diciendo que la bahía de Guantánamo es el “lugar perfecto para atender a los inmigrantes que viajan fuera de nuestro país... pero también a los criminales empedernidos”.
“¿Qué tal una prisión de máxima seguridad en la bahía de Guantánamo donde tenemos espacio?”, indicó Hegseth. Un funcionario de Defensa dijo que los 10 inmigrantes que llegaron el martes solo serán retenidos en el centro de detención hasta que haya espacio disponible en otras partes de la isla. Sin embargo, esa instalación también tiene espacio limitado, y dos funcionarios comentaron al medio Military.com que tiene un poco más de 100 camas vacías en este momento.
La Casa Blanca y el Pentágono tampoco han dicho nada sobre qué migrantes serán detenidos en Guantánamo, o con qué derechos o proceso entrarán al recinto. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, dijo el domingo en una entrevista con NBC News que a los deportados se les dará el “debido proceso”, sin dar más detalles, y se negó a descartar la detención de mujeres y niños, a pesar de que se lo pidieron varias veces.
Un funcionario de Defensa señaló que el Pentágono no ha contribuido a los criterios o decisiones para clasificar a los inmigrantes como “alta amenaza”. Varios oficiales militares también dijeron a Military.com durante los últimos días que ninguno de los efectivos desplegados en la bahía de Guantánamo participará en tareas de aplicación de la ley o de detención de migrantes: esa función recaerá en el Departamento de Seguridad Nacional.
Los 10 inmigrantes que fueron trasladados en avión a la isla desde Texas serían retenidos en el mismo centro de detención que presuntos terroristas encarcelados. Estos presuntos terroristas fueron encarcelados durante las últimas dos décadas, en lugares como Afganistán e Irak, dijeron varios funcionarios de Defensa a Military.com. Esos últimos no identificaron a los individuos, solo los describieron como inmigrantes “de alta amenaza” con antecedentes penales, y aseguraron que serían separados de los sospechosos de terrorismo.
Ya hace unos días un vuelo con cientos de oficiales de las Fuerzas Armadas norteamericanas, incluyendo 170 de la Marina, llegó a la Base de Guantánamo. Así, se instalaron carpas que deberían poder alojar a mil personas.
Insistiendo con su promesa de implementar la “operación de deportación más grande en la historia de Estados Unidos”, Trump ha insistido en repetidas ocasiones con presentar a los inmigrantes indocumentados como criminales, a pesar de que hay poca evidencia de que los extranjeros cometan delitos a un ritmo mayor que los ciudadanos estadounidenses. Los funcionarios de Trump recientemente ordenaron al ICE, el organismo encargado de las deportaciones, que aumentara los arrestos a al menos 75 por día en cada agencia local.
Entre los desafíos que ha enfrentado la administración Trump está el hecho de que algunos países se han negado a aceptar vuelos de deportación estadounidenses. El secretario de Estado, Marco Rubio, anunció el lunes que el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, había ofrecido “encarcelar a peligrosos criminales estadounidenses detenidos en nuestro país, incluidos aquellos con ciudadanía estadounidense y residentes legales”.
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