Las Coreas conmemoran 70º aniversario del armisticio en formas distintas en medio de tensiones
Corea del Norte invitó a delegaciones de Rusia y China mientras se prepara para escenificar enormes conmemoraciones, para celebrar el armisticio que el país considera una victoria en la “Gran Guerra por la Liberación de la Patria”. En Corea del Sur, el presidente Yoon Suk Yeol recibirá a docenas de veteranos de guerra extranjeros para honrar a los soldados caídos en el conflicto de 1950 a 1953 y que dejó millones de muertos.
La tregua que detuvo el derramamiento de sangre en la Guerra de Corea cumplirá 70 años el jueves y las dos Coreas conmemoran el aniversario en formas marcadamente distintas, lo que pone de relieve las crecientes tensiones en medio del desarrollo de armas nucleares por parte de Pyongyang.
Corea del Norte ha invitado a delegaciones de Rusia y China mientras se prepara para escenificar enormes conmemoraciones, con miles de ciudadanos que han ensayado durante meses, para celebrar el armisticio que el país considera una victoria en la “Gran Guerra por la Liberación de la Patria”. Es probable que las festividades sean coronadas por un gran desfile militar en la capital Pyongyang, donde el gobernante Kim Jong Un podría exhibir sus poderosos misiles con capacidad nuclear diseñados para atacar blancos en sus vecinos y el territorio continental estadounidense.
El estado de ánimo es más sombrío en Corea del Sur, donde el presidente Yoon Suk Yeol ha invitado a docenas de veteranos de guerra extranjeros para honrar a los soldados caídos del conflicto de 1950 a 1953, el cual dejó millones de muertos y heridos y preparó el terreno para décadas de animadversión entre ambas Coreas y entre el gobierno norcoreano y Estados Unidos.
El conservador Yoon, al que Pyongyang llama “traidor”, probablemente aprovechará los eventos de esta semana para destacar la creciente amenaza que representa Corea del Norte y enfatizar sus metas de fortalecer la defensa surcoreana y su alianza con Washington.
Las tensiones entre los rivales se encuentran en su nivel más elevado en años, en un momento en que el ritmo de las pruebas de misiles norcoreanos y los ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur se han incrementado en un ciclo de respuestas a cada medida que se toma. El duelo de actividades militares se ha visto salpicado por amenazas verbales, incluidas las amenazas norcoreanas de ataques nucleares preventivos, y Washington se ha comprometido a “poner fin” al régimen de Kim Jong Un en caso de un ataque así.
Península coreana “técnicamente en guerra”
Las fricciones proporcionan un renovado recordatorio de que el armisticio dejó a la península coreana técnicamente en estado de guerra. A través de sus 70 años de altas y bajas diplomáticas, las Coreas se han visto mutuamente como amenazas existenciales, lo que en esencia es la razón por la que el armisticio nunca fue reemplazado por un tratado de paz como se pretendía en un principio.
El manejo de las tensiones es ahora más complicado que nunca, ya que Kim sigue rechazando el diálogo con Estados Unidos y a la vez amplía enérgicamente un arsenal nuclear que considera su mayor garantía de supervivencia.
Kim también procura una cooperación más profunda con sus aliados China y Rusia, los cuales están enfrascados en sus propias confrontaciones con Washington en torno a la influencia regional y la guerra en Ucrania, en un intento por contrarrestar las gestiones estadounidenses para fortalecer la cooperación trilateral de seguridad con Seúl y Tokio.
Medios estatales norcoreanos destacaron el miércoles la llegada de una delegación rusa encabezada por el ministro de Defensa Serguéi Shoigu, que fue recibido en el aeropuerto de Pyongyang por altos funcionarios norcoreanos, entre ellos el ministro de Defensa Kang Sun Nam. El Partido Comunista de China también está enviando a un funcionario de nivel medio, Li Hongzhong, con la esperanza de facilitar más los intercambios bilaterales.
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