¿Lasso contra las cuerdas? Piden juicio político contra el Presidente de Ecuador
En el marco del Caso Encuentro, donde se detallaba el rol de un cuñado de Guillermo Lasso en una trama de corrupción en las empresas públicas, se recomendó iniciar un proceso que podría terminar con la destitución del mandatario.
Este sábado, un proceso para destituir al presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, podría dar un paso clave, cuando el informe de la “comisión del Caso Encuentro” sea discutido por los 137 asambleístas del congreso ecuatoriano. De ser así, podría haber un juicio político contra el presidente, lo que llevaría a una posible censura y destitución.
El proceso, de todos modos, tiene muchas etapas y puede tomar meses: debe aprobarse un documento, el juicio político que este documento propone, y revisarse en distintas instancias como la Corte Institucional.
La historia de este intento de destitución comienza con un caso de corrupción y coimas en el seno de las empresas públicas ecuatorianas, conocido como Caso Encuentro o caso El Gran Padrino. Esto, a raíz de un informe de la Policía Antidrogas de Ecuador, en el que se investigó la relación del albanés Dritan Gjika, un empresario al que se le vincula con el narcotrágico, y Rubén Cherres, amigo y cuñado del presidente Lasso.
En una sesión de nueve horas que tuvo lugar este jueves, los legisladores señalaron las supuestas irregularidades en ese informe, y acusaron que el presidente podría estar cometiendo “traición a la patria por atentar contra la seguridad del Estado”. La comisión relacionó a Lasso con “delitos como delincuencia organizada, concusión, cohecho, peculado, enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias, fraude procesal y obstrucción a la justicia”, ya que designó funcionarios que habían pertenecido a las empresas que tejieron una red de corrupción.
En este caso, se cobraron millonarios sobornos a cambio de contratos públicos, además de revelarse en la investigación la existencia de tráfico de influencias para la designación de ministros y funcionarios. “Se diseñó un andamiaje institucional para la corrupción”, acusó Viviana Veloz, que presidió la comisión investigadora en el congreso.
Al final, la comisión emitió un documento “no vinculante”, en el que se recomienda el juicio político contra Guillermo Lasso. Con esto, mañana los asambleístas ecuatorianos deberán decidir si acogen o no tal documento, y así, continuar con un proceso que podría terminar con Lasso destituido.
Ahora bien, hay que pasar ciertos paso. El informe de la comisión, al no ser vinculante, solo podría ser “el insumo” para otro documento: una solicitud por escrito para iniciar un proceso de juicio político. Según la Constitución Ecuatoriana, esta solicitud la tiene que enviar un congresista, y debe contar con un primer apoyo de al menos un tercio de la Asamblea, o sea, 46 firmas. La coalición UNES, que precisamente tiene 47 congresistas, ya anunció que presentará el pedido.
Con eso, se espera que luego la solicitud por escrito sea enviada al Consejo de la Administración Legislativa y a la Corte Constitucional, para que verifiquen los requisitos y emitan dictámenes de “admisivilidad”. Para esto, estas instancias tendrán hasta 6 días de tiempo para resolver.
Si la solicitud pasa ambos filtros, tendrá que pasar a otro antes de ser discutido: la Comisión de Fiscalización, una mesa legislativa que tendrá 30 días para presentar un informe que “recomiende” o no el juicio político, y en el que el Presidente Lasso podrá ejercer un derecho a la defensa.
De ahí, finalmente viene el verdadero juicio político, que tendrá lugar en el Pleno de la Asamblea, y en el que el asambleísta que solicitó el enjuiciamiento tendrá dos horas para interpelar al resto. De ahí, Guillermo Lasso tendría tres horas para defenderse, y de ahí, ambos una hora para replicar. En el debate del pleno, cada uno de los 137 congresistas tiene derecho a exponer sus motivos en máximo 10 minutos cada uno.
Al final de esta sesión se necesita una mayoría calificada de 92 votos (de 137 congresistas) para censurar al presidente.
En tanto, el pleno de la Asamblea discutirá mañana a las 8 de la mañana el informe del Caso Encuentros. Según un comunicado de la comisión, Lasso habría actuado a conciencia a la hora de proteger la trama de corrupción: “El presidente de la República, Guillermo Lasso, fue advertido por el exsecretario Anticorrupción, Luis Verdesoto, de los posibles actos de corrupción y no solo (...) no los denunció, sino que intentó impedir la actuación fiscalizadora de la Asamblea Nacional”.
Hasta el momento, el presidente no ha dicho nada sobre las acusaciones que se le hacen, y se encuentra en una visita oficial en Costa Rica. De todos modos, el gobierno ecuatoriano ha negado que exista una trama de corrupción en sus filas. El ministro de Gobierno, Henry Cucalón, señaló que el informe es “un mamotreto, un documento que no tiene ni pies ni cabeza, sin valor jurídico alguno”.
Considerando la gran cantidad de instancias del proceso para destituir al presidente, algunos legisladores ecuatorianos ya están buscando otras alternativas para censurarlo. Una de esas sería cesarlo, declarando una supuesta incapacidad mental. Este jueves, la legisladora Mireya Pazmiño señaló: “Cuando el presidente un día dice una cosa y al otro día dice otra cosa, cuando el presidente se fractura un pie y al otro día está caminando, ¿qué le pasará al presidente mentalmente?”
“Aquí el grave problema es Guillermo Lasso, y hay muchos caminos para deshacernos de ese problema. Nosotros hemos escuchado decir al presidente una cosa y al otro día otra cosa; hay muchas posibilidades y muchos caminos, y si la Corte Constitucional no responde al país, también tenemos las calles y el pueblo ecuatoriano se estará levantando, pero la solución hay que darla”, indicó la parlamentaria.
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