Liberación de talibanes presos tensiona a Afganistán

Ejército EE.UU.
Soldados estadounidenses protegen sus caras de la tierra mientras un helicóptero se acerca a recoger a sus compañeros heridos en Afganistán, en agosto de 2011. Foto: AFP

Los rebeldes rechazaron la propuesta del gobierno de liberar a 1.500 prisioneros, exigiendo que sean 5.000.


Vuelve a agudizarse la crisis en Afganistán luego de que los talibanes rechazaran ayer la propuesta del gobierno de liberar a 1.500 prisioneros como un “gesto de buena voluntad” antes de empezar las negociaciones. Además, los insurgentes advirtieron que están dispuestos a reanudar los combates.

La oferta del Presidente afgano, Ashraf Ghani, había dado esperanzas de que los talibanes se sentaran en la mesa de negociaciones.

El decreto establece la liberación progresiva durante los próximos meses de los 5.000 insurgentes que se encuentran presos, a cambio de una disminución “importante” de la violencia en el país, según detalló a France Presse un vocero talibán, quien agregó que “los 5.000 prisioneros tienen que ser liberados al mismo tiempo”.

Para ello, es necesario que se lleven a cabo negociaciones entre los insurgentes y el gobierno. Sin embargo, estas conversaciones -que iban a empezar el martes- se retrasaron precisamente por la falta de acuerdo sobre el tema de los prisioneros.

Para los talibanes, el intercambio -que está estipulado en el acuerdo firmado en Doha el 29 de febrero- es un requisito para empezar las conversaciones de paz. Aunque Ghani en un principio había rechazado la idea, ayer hizo una nueva propuesta.

Ahora la liberación de los presos empezaría el sábado, según el vocero del Mandatario, quien asegura que se pondría en libertad a 100 detenidos diarios en promedio. Cuando empiecen las negociaciones, se liberaría a 500 presos cada dos semanas hasta llegar a los 5.000, bajo la condición de que “la violencia disminuya de manera importante”, explicó el portavoz.

Los presos serán liberados “en consideración de su edad, estado de salud y tiempo pendiente del cumplimiento de sentencia”, precisó la cadena de televisión afgana ToloNews. Además, se les exigirá “un compromiso escrito de que no van a retomar las armas”.

Sin embargo, este nuevo plan no fue aceptado por los talibanes, lo que genera dudas sobre el futuro del conflicto.

Represalias

El gobierno anunció ayer, además, que reanudará su ofensiva contra los rebeldes la próxima semana si no disminuye la violencia, poniendo fin al alto el fuego parcial establecido unilateralmente antes de las negociaciones. “Nuestras fuerzas actualmente están en ‘defensa activa’, pero a partir de la próxima semana, si los talibanes continúan con la violencia, tomaremos represalias”, advirtió.

“El fracaso de este proceso será responsabilidad de los talibanes”, dijo el portavoz presidencial. “Nosotros hemos tomado las medidas políticas necesarias, pero la otra parte todavía insiste con la violencia”, agregó.

El enviado estadounidense para Afganistán, Zalmay Khalilzad, celebró el decreto e hizo un llamado al gobierno y los talibanes a reunirse “inmediatamente” en Qatar para resolver sus diferencias sobre el intercambio de prisioneros.

El decreto fue hecho público horas después de que EE.UU. anunciara que sus fuerzas habían empezado a retirarse de dos bases en Afganistán, en el marco de su compromiso de abandonar ese país en un plazo de 14 meses, a cambio de que los talibanes les entreguen ciertas garantías en materia de seguridad.

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