Un "lío de faldas" remece a la Casa Blanca
El secretario presidencial renunció tras la denuncia de abusos de sus dos ex esposas. Pero Rob Porter tiene aún influencia en el Salón Oval gracias a su romance con la directora de comunicaciones de la Casa Blanca.
El nuevo escándalo que sacude a la Casa Blanca tiene todos los ingredientes de una teleserie: violencia doméstica, romance y encubrimiento. Si bien la historia está lejos de terminar, sus coletazos podrían tumbar al poderoso jefe de gabinete de Donald Trump, John Kelly.
Todo estalló cuando el tabloide inglés Daily Mail publicó el 6 de febrero pasado una entrevista a Jennifer Willoughby, ex esposa del entonces secretario presidencial de la Casa Blanca, Rob Porter, en la que describió los abusos a los que fue sometida durante su matrimonio con el asesor. La mujer de 39 años relató cómo Porter comenzó a insultarla incluso en la luna de miel. La violencia llegó hasta tal punto que ella incluso presentó una orden de protección contra Porter porque había violado el acuerdo de separación que tenían al no abandonar su vivienda. Según la denuncia ante la policía, Porter rompió el vidrio de la puerta de su casa, hecho que le provocó una herida en su mano, razón por la que Willoughby llamó a la policía.
En el mimo artículo, la primera esposa de Porter, Colbie Holderness, confirmó también la violencia en su matrimonio: "Él era abusivo de manera verbal, emocional y física y es por eso que lo dejé".
Una vez conocidas estas denuncias, todos los ojos se posaron sobre este funcionario, que pese a cultivar el bajo perfil, gozaba de gran influencia en la Casa Blanca. Lo que se sabía de él, por ese entonces, era que había estudiado en Harvard junto con el yerno de Trump, Jared Kushner. Además su cargo era considerado como uno de los más importantes del Salón Oval, trabajando codo a codo con el jefe de gabinete John Kelly. De hecho, controlaba toda la información que llegaba al mandatario.
A nivel personal, el mismo Daily Mail reveló que tenía un romance con la directora de comunicaciones de la Casa Blanca, la ex modelo Hope Hicks.
Un día después del artículo del Daily Mail, Kelly dijo en una declaración que "Porter es un hombre de verdadera integridad y honor. No puedo decir suficientes cosas buenas sobre él. Es un buen amigo, un confidente y un profesional confiable". Según la cadena CNN, Hicks estuvo detrás de la elaboración de este comunicado.
Poco después el editor de la revista electrónica The Intercept subió a Twitter una fotografía de la primera esposa de Porter con el ojo morado. Esa misma publicación señala que el FBI había interrogado Holderness y Willoughby sobre estas denuncias de violencia, en el marco de la investigación para otorgarle "autorización de seguridad".
Ante este panorama, ese mismo día en la tarde, Porter presentó su renuncia, aunque insistió que era inocente: "Estas indignantes denuncias son simplemente falsas".
Si bien hasta ese minuto el escándalo parecía ser otro más de los tantos que han rodeado a Trump desde la campaña presidencial, fue aumentando debido a los cuestionamientos respecto de que Kelly no sólo defendió a Porter, sino que habría sido informado de estas denuncias y no tomó ninguna medida. Es más, según un reporte de CNN, el jefe de gabinete sabía que la "autorización de seguridad" de Porter se encontraba pendiente y que dos de sus ex esposas habían hecho denuncias en su contra.
"Inocente"
El diario The Washington Post señaló que Porter, en enero de 2017, le había dicho al abogado de la Casa Blanca, Don McGahn, que sus ex esposas podrían hacer denuncias en su contra.
Dos días después de que estallara el escándalo, Trump se refirió a Porter: "Le deseamos que esté bien. Él hizo un buen trabajo cuando estuvo en la Casa Blanca. Él dice que es inocente y yo creo que hay recordar eso", dijo. Sin embargo, CNN reportó que el mandatario estaba muy frustrado por el romance de Porter con Hicks, porque ella era una de sus asesoras más cercanas. El mandatario, según la cadena, le habría dicho a sus cercanos que siente que Hicks puso sus prioridades primero antes que las de Trump. En todo caso, advirtieron que el cargo de la ex modelo no estaba en peligro. En ese sentido, Kellyanne Conway, una de las asesoras más cercanas a Trump, aseguró en una entrevista con la cadena ABC que el mandatario confía plenamente en Hicks. Además señaló que Trump también confía en Kelly y negó que estuviera buscando reemplazos. Esto, pese a que cada día se suman más voces que exigen su dimisión.
En todo caso, la teleserie está lejos de terminar. Esta semana Trump cambió de postura y condenó la violencia doméstica. Mientras que el martes, el director del FBI, Chris Wray, dijo que esta agencia había reportado la investigación sobre los antecedentes de Porter en julio de 2017 y que cerró su investigación en enero. Eso contradice las declaraciones del portavoz de la Casa Blanca, Raj Shah, de que estas pesquisas aún continuaban.
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