Los temas que marcan la debacle de los conservadores en las elecciones británicas: Inmigración, Brexit y desgaste político
Las encuestas vaticinan que el Partido Conservador sufrirá una gran derrota el jueves, perdiendo incluso en zonas donde tradicionalmente se impone el voto "torie".
“No se termina, hasta que se termina”. Con esas palabras el primer ministro británico, Rishi Sunak, celebró el triunfo del domingo de Inglaterra frente a Eslovaquia por la Eurocopa. Su comentario futbolístico en X, hacía también una alusión a las esperanza de que un resultado similar pudiera replicarse en las elecciones generales que se celebrarán este jueves 4 de julio y en la que su partido, los conservadores, sufrirían una derrota histórica según las encuestas.
El último sondeo de YouGov indicó que el partido de Sunak tiene un 20% de respaldo frente al Partido Laborista de Keir Starmer, que posee un 37% de apoyo, alcanzando peaks del 46% durante la campaña. Esto se traduce que esta última colectividad lograría la mayoría absoluta con 425 escaños, mientras que los “tories” solo tendrían 108. Los Liberal Demócratas, 67; el Partido Nacional Escocés, 20; mientras que Reforma UK, de Nigel Farage, alcanzaría 5.
En entrevista con la cadena BBC, Sunak dijo que creía que todavía estaría en el poder al final de la semana, a pesar de las encuestas de opinión que muestran lo contrario.
“Estoy luchando muy duro”, señaló el premier. “Y creo que la gente se está dando cuenta del verdadero peligro que supone un gobierno laborista”. Si bien reconoció que los últimos años “han sido difíciles para todos”, Sunak declaró que era “total y absolutamente erróneo” sugerir que el lugar de Gran Bretaña en el mundo ha disminuido desde el Brexit.
“Rechazo de todo corazón este tipo de discurso de decadencia que la gente tiene sobre Reino Unido”, afirmó. “Reino Unido es un lugar mejor para vivir que en 2010″, aseguró.
Después de 14 años de gobiernos liderados por los conservadores, muchos votantes culpan al partido por la crisis del costo de vida en el país, las largas listas de espera para la atención médica, los altos niveles de inmigración y los trastornos causados por la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
Sunak, que se convirtió en primer ministro en octubre de 2022, ha tratado de silenciar a sus críticos argumentando que sus políticas han comenzado a resolver esos problemas y advirtiendo que Starmer, el líder laborista, aumentaría los impuestos si su partido gana las elecciones.
Así, después de cinco años turbulentos de gobierno, su base se ha fracturado. Algunos se están inclinando hacia la izquierda, y el partido está 20 puntos por detrás del laborista en las encuestas. Otros están siguiendo el atractivo de la extrema derecha: un tercio de los británicos que votaron por los conservadores la última vez dicen ahora que apoyarán al partido Reforma UK, antiinmigratorio, liderado por Nigel Farage.
A juicio del académico de Open University en Londres, Simon Usherwood, la caída del respaldo de los conservadores se explica, por un lado, a que “es un partido que ha estado en el gobierno durante 14 años, y a cualquier colectividad, en cualquier país le resultaría difícil mantener el mismo nivel de apoyo y entusiasmo por su programa”. “Además de eso, creo que los últimos cinco años realmente han socavado su competencia percibida, en general, como gobierno, pero también específicamente en cosas que son realmente importantes para su identidad partidista. Entonces, lo más obvio es que el mal estado de la economía que vino producto del Covid es una debilidad real para ellos que, por mucho que creo que los votantes entienden que el Covid fue una gran perturbación, estos sienten que la recuperación no ha sido tan fuerte como podría ser”, indicó a La Tercera.
“Los efectos del Brexit, están dando vueltas. Como mínimo, los conservadores no han podido demostrar que han logrado un gran avance económico en ese frente. Entonces, en términos de competencia económica razonable, tal vez se vea mejor en el gran fracaso de Liz Truss, hace dos años, durante su breve período como primera ministra. Un tipo de capacidad económica, de gestión que, históricamente, han considerado realmente fundamental para lo que hacen”, añadió.
En la misma línea, el académico de la Universidad de Lancaster, Mark Garnett, indicó que “el partido no hizo un buen trabajo con el Brexit a partir de 2016. Además, se ha convertido en una especie de partido populista de derecha”.
“El Partido Conservador se ha vuelto un poco más populista, un poco más parecido a algún otro, obviamente a Trump en cierto modo. Pero ha sido eclipsado por un partido que es mucho mejor en ese tipo de política. Y ese es Reforma UK. Entonces, la derecha en Gran Bretaña ahora está muy dividida entre la derecha moderada y la derecha mucho más agresiva. Y la derecha moderada lleva 14 años en el poder. Muchas cosas han salido mal. Y por eso la gente de derecha en Gran Bretaña ahora está buscando un partido más de derecha y más agresivo, más parecido a Trump”, añadió en conversación con La Tercera.
Clases más adineradas
Atrás quedaron los días cuando bajo el liderazgo de Boris Johnson los conservadores conseguían una categórica victoria en las elecciones generales de diciembre de 2019 y lograron la mayoría absoluta con 365 escaños frente a los 202 de los laboristas. El partido logró hacerse con franjas de escaños laboristas en el norte de Inglaterra, mientras acumulaba votos en escaños tradicionalmente conservadores en las zonas más ricas. En el sur y el este del país, el mapa arrojó un mar de azul, interrumpido solo por unas pocas manchas rojas del Partido Laborista.
En esta oportunidad, la debacle que sufrirían los conservadores incluso se extiende de manera impensada, incluso, a electores de barrios como Bishopsgate hasta Mayfair, el distrito parlamentario que lleva el nombre de Ciudades de Londres y Westminster y que alberga algunas de las corporaciones más ricas del mundo y de grandes millonarios. Si las encuestas no se equivocan, la mayoría de ellos votará el jueves por el Partido Laborista.
En este contexto, más de la mitad de las personas que votaron por los conservadores en las últimas elecciones dicen a los encuestadores que ahora planean votar por un partido diferente.
Los conservadores parecen dispuestos a perder escaños en sus bastiones sureños, en Londres y sus alrededores, el tipo de lugares que están habitados por ambiciosos graduados y profesionales, muchos de los cuales trabajan para empresas británicas conectadas globalmente. “Perder ante el Partido Laborista en el ‘muro rojo’ del norte del país es una cosa, pero que los conservadores pierdan escaños sólidos como las ciudades de Londres y Westminster o cómodas ciudades dormitorio como Royal Tunbridge Wells sería un desafío existencial. O como dice con una mueca un candidato conservador: ‘¿Cómo dejamos de ser el partido de la Gran Bretaña exitosa?’”, escribió el diario Financial Times.
“Esta es otra parte de la historia de que debido a que el Partido Conservador se ha vuelto más de derecha, en muchas de sus antiguas áreas donde ganaban vive gente que son moderadas, de derecha y ahora están desertando del partido. El Partido Conservador es demasiado derechista para sus antiguos partidarios, sus partidarios tradicionales, pero no lo suficientemente derechista para la gente que ahora se siente atraída por Reforma UK de Nigel Farage. Y el gran tema para Reforma UK es la inmigración. Y algunos de los antiguos partidarios conservadores eran bastante moderados en el tema de la inmigración. Pero ahora hay un gran número de personas que son muy militantes, están muy enojadas por la inmigración, y ahí es donde Reforma se llevará los votos de esa gente, porque la migración a Gran Bretaña ha aumentado bajo el gobierno de los conservadores”, explicó Garnett.
“Creo que en esas áreas se ve una caída en el apoyo, en parte debido a esa cuestión de competencia de que no parece un partido que proporcione crecimiento económico o incluso estabilidad a personas que están trabajando. Y creo que la forma en que el costo de vida ha afectado a muchas más personas de las que creo es apreciado por quienes podrían considerarse a sí mismas como personas que viven en una situación bastante acomodada. En zonas rurales, que tienen una vida bastante cómoda, se encuentran en dificultades, necesitan la ayuda de bancos de alimentos o tienen dificultades para hacer pagos de hipotecas. Todo este tipo de cosas, empiezan a poner en duda si el gobierno está haciendo un buen trabajo o no. Entonces, creo que además de eso, también hay un problema más amplio, que es que el apoyo conservador está fuertemente asociado con la edad. Entonces, cuanto mayor sea uno, más probabilidades tendrá de votar por los conservadores. Y en general, a medida que pasa el tiempo, te das cuenta de que algunos de los seguidores más fuertes del partido simplemente están muriendo y que los votantes más jóvenes sienten mucho menos un apoyo intrínseco a los conservadores, en gran parte porque su situación es mucho más difícil”, explicó Usherwood.
El profesor Tim Bale, historiador del Partido Conservador, explicó a La Tercera que pese a que los conservadores llevan 14 años en el poder, “no tienen muchos logros concretos de los que puedan presumir. Ni la economía ni los servicios públicos -en particular el Servicio Nacional de Salud- están en buena forma y han perdido el control de la inmigración”.
“Por eso parecen estar perdiendo en todas partes, además del hecho de que su retórica de línea dura sobre la inmigración, ‘woke’ y de reducción de gases de efecto invernadero, resulta desagradable para los votantes con educación universitaria y razonablemente acomodados que no sólo valoran la competencia, sino también son socialmente, relativamente liberales”, añade.
Como si fuera poco, el nivel de derrota sería tal que muchos de las figuras del partido perderían sus escaños; Liz Truss, Jeremy Hunt, Ian Duncan Smith, entre otros, estarían en esa situación. Incluso, algunos sondeos prevén que el mismo premier Sunak perdería su asiento, una situación sin precedentes.
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