Macron apuesta al “renacimiento” de la energía nuclear para combatir el cambio climático
El presidente francés presentó un plan de reactivación de energía nuclear para Francia con la construcción de seis plantas atómicas y la posibilidad de ampliar el proyecto con otras ocho centrales más.
“Lo que nuestro país necesita es el renacimiento de la industria nuclear francesa”. Con estas palabras, el presidente Emmanuel Macron anunció la semana pasada la construcción de seis nuevos reactores nucleares, con la opción de aprobar otros ocho proyectos. Esto, con el fin de darle mayor independencia energética a Francia, y volver al país carbono neutral antes de 2050.
Además, el mandatario francés habló de reforzar las energías renovables, en un discurso que dio en la ciudad de Belfort, al este del país. Todo esto, en el contexto de campaña presidencial: Macron aún no se anuncia candidato, pero es el primero en las encuestas de intención de voto desde hace más de un año. A medida que crece la conciencia respecto a la energía en Francia, la posición del centrista respecto a la energía nuclear profundiza un debate, desde ya, muy politizado.
El mandatario galo anunció que construirá seis reactores EPR (Reactor Europeo Presurizado), que estarían operativos de aquí a 2050. Asimismo, indicó su intención de prolongar la vida útil de algunos de los reactores que están actualmente en actividad, y más allá de los 50 años: con eso, algunos reactores “viejos” seguirían funcionando después de 2030.
Los reactores en proyecto serían construidos y operados por la multinacional de energía estatal EDF, Électricité de France, que en el último tiempo se ha visto en problemas por corrosión en las soldaduras de sus centrales, y ha tenido que desconectar plantas nucleares antiguas durante largos períodos.
La energía nuclear es un elemento central en la industria francesa, ya que provee un 70% de la electricidad usada en el país. Por otra parte, la energía de bajo costo ha sido una constante en la economía francesa desde los años 70, aunque intentos recientes de construir generadores más nuevos han tenido problemas de presupuesto y sufrido atrasos en sus construcciones.
Asimismo, Macron afirmó que avanzaría en pos de otras energías renovables, con la construcción de 50 parques eólicos cerca de las costas francesas. En un campo más amplio, el presidente afirmó que espera reducir en un 40% el consumo de energía, en general, en Francia, además de llegar a la neutralidad de carbono en 2050.
Además de la inversión nuclear, el mandatario aseguró que mantendrán las inversiones en otras energías renovables, como la hidroeléctrica, la biomasa o el biogás, apuntando a que destinará mil millones de euros en un programa de inversión que lleva por nombre “Francia 2030″.
Importante como lo es para el país, la energía nuclear es un tema divisivo para los políticos galos. En general, los candidatos presidenciales de derecha se han pronunciado a favor de la energía nuclear, que opinan podría reforzar la soberanía sobre la electricidad que usa. En tanto, los candidatos de izquierda tienden a ver con malos ojos su uso, tanto por el costo como por la complejidad de construir nuevos reactores. Los grupos ambientalistas, por su parte, se muestran preocupados por el destino de los desperdicios radiactivos, que pueden significar una amenaza para cientos de años después de su generación.
El candidato de Los Verdes, el partido ecologista de Francia, Yannick Jadot, dijo que “era un imperativo moral el de acabar progresivamente con la dependencia francesa en la energía nuclear, para proteger el clima y la seguridad del pueblo de Francia”. También afirmó que el proyecto de Macron miraba al pasado, y que condenaría al país a “un siglo de energía nuclear y obsolescencia industrial”.
En el contexto europeo, el gobierno francés lidera el bloque de países que se encuentra a favor de la energía nuclear como un método para atacar el cambio climático, en oposición con el bloque antinuclear de España y Alemania. En febrero, la Comisión Europea anunció que tanto el gas natural como la energía nuclear serían considerados “energías verdes” en su taxonomía, luego de años de debates, en lo que significó un gran triunfo para Francia, Finlandia, Eslovenia, Croacia y otros países favorables a los reactores nucleares.
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