Muere exguerrillero Hugo Torres, uno de los opositores presos en Nicaragua que arriesgó su vida para liberar al presidente Daniel Ortega

El exguerrillero Hugo Torres Jiménez, quien alguna vez arriesgó su vida para liberar al hoy presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, murió este sábado, tras haber sido encarcelado el año pasado junto con varios opositores, por el gobierno del mismo hombre que él rescató.

“Comunicamos con profundo dolor el fallecimiento de nuestro adorado padre”, dijeron sus hijos en un comunicado difundido por el bloque opositor Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab), que Torres Integraba.

Detenido desde el 13 de junio de 2021 en la cárcel de El Chipote, Torres formó parte de un grupo de 46 opositores detenidos el año pasado tras ser acusados por el gobierno de Ortega de conspirar en su contra, con el apoyo de Washington, y los consideró “criminales”.

En diciembre, Torres fue llevado a un hospital por complicaciones en su salud, según cercanos.

“Por voluntad expresa de nuestro padre no se celebrará honra fúnebre ni ceremonias públicas”, agregó la familia.

“Vilipendiado y tratado como un criminal, Hugo murió de tristeza y de saber que toda su vida heroica la pisoteaban aquellos por los que arriesgó su vida tantas veces”, dijo en Twitter desde el exilio la poetisa Gioconda Belli.

“Las traiciones son el cáncer más duro que puede sufrir un hombre íntegro y bueno como Hugo”, aseguró Belli. El gobierno de Ortega no se ha pronunciado hasta el momento.

Torres, de 73 años, era vicepresidente de la opositora Unión Democrática Renovadora (Unamos), antes conocido como Movimiento de Renovación Sandinista (MRS, centroizquierda), que surgió en 1995 con militantes que estaban en desacuerdo con la conducción política de Ortega.

Su organización, como muchas otras opositoras, se agrupaba en la Unab.

Fue un destacado guerrillero sandinista y general retirado del ejército. En 1974, arriesgó su vida en un operativo para liberar a un grupo de presos políticos de la dictadura de los Somoza, entre ellos Ortega.

“Hace 46 años arriesgué la vida para sacar de la cárcel a Daniel Ortega”, recordó Torres en un video que dejó grabado antes de ser detenido en junio, bajo cargos de menoscabo a la integridad nacional.

En el poder desde el 2007 y líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Ortega tiene como vicepresidenta a su esposa, Rosario Murillo. Logró su cuarto mandato consecutivo en noviembre del año pasado, tras las detenciones de 46 opositores, entre ellos siete de sus posibles rivales.

Todos ellos fueron acusados por la Fiscalía de menoscabar la integridad nacional y promover la injerencia extranjera. De todos ellos, 18 ya fueron declarados culpables por la justicia en las últimas dos semanas, y siete fueron condenados a penas que van desde los ocho a los 13 años de prisión.

Según la exguerrillera y la exiliada disidente sandinista Mónica Baltodano, Torres murió en el hospital, donde fue llevado en condición de prisionero.

“Sabemos que salió de (la cárcel de la policía) El Chipote (al hospital) gravemente enfermo”, dijo Baltodano, quien atribuyó la muerte a la “brutal detención y “falta de respuesta oportuna” por parte de las autoridades.

“Ortega también es responsable de esta muerte”, afirmó Baltodano.

“Lamentamos muchísimo esta muerte de un verdadero héroe de las luchas contra las dictaduras que han dominado a Nicaragua, la dictadura de Somoza y ahora la dictadura de Ortega qué es una dictadura es brutal y criminal”, dijo Baltodano al canal 100 Noticias, que se transmite por internet.

La agrupación Unamos había denunciado en enero pasado que la salud de Torres se había deteriorado en la cárcel y exigido al gobierno que informara sobre su situación.

“Fue sometido a torturas físicas y psicológicas en el centro de detención”, dijo Unamos el sábado.

La mayoría de los opositores presos son personas mayores de edad, que han presentado complicaciones de salud, y que permanecen en la cárcel de policía de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) en Managua, conocida como El Chipote y unos pocos bajo arresto domiciliario.

Torres participó en dos operativos guerrilleros de gran repercusión durante la lucha contra la dictadura de la dinastía Somoza, que gobernó casi medio siglo hasta su derrocamiento por una revolución armada del FSLN en 1979.

“Tengo 73 años de edad, nunca pensé que en esta etapa de mi vida iba a estar luchando de manera cívica y pacífico contra una nueva dictadura”, dijo antes de ser detenido en junio.

“Si había un héroe de aquella lucha, esa persona era Hugo Torres”, sostuvo su compañero y disidente sandinista Julio López.

Su muerte “no solo es dolorosa, es una vergüenza” que “tuviese que morir como prisionero y que su carcelero sea aquel que libero de las cárceles del somocismo”, repudió.

“Ánimo, que la historia está de nuestro lado”, fue el último mensaje de Torres a los nicaragüenses.