La noticia, anticipada durante semanas por los tabloides británicos, finalmente se hizo pública hoy. Los duques de Sussex, Harry (34) y Meghan (37), esperan un bebé a solo cinco meses de su boda, anunció el Palacio de Kensington a través de Twitter.

El anuncio se hizo unas horas después de que la pareja llegara a Sydney para una visita de 16 días por Australia, Fiji, Tonga y Nueva Zelanda. "Sus altezas reales aprecian todo el apoyo que han recibido de la gente alrededor del mundo desde su boda en mayo y están encantados de poder compartir esta feliz noticia con el público", dijo el palacio en un comunicado.

El nacimiento está previsto para marzo o abril próximos, en coincidencia con la salida de Reino Unido de la Unión Europea, por lo que será, a su modo, otro hecho histórico. La formalización del Brexit está prevista para el 29 de marzo. Hoy la primera ministra británica Theresa May expresó sus "más cálidas felicitaciones" tras el anuncio, que proporcionó algo de alivio ante las preocupaciones sobre las negociaciones atascadas del Brexit. "Mis mejores deseos para ellos", tuiteó May.

El bebé, el último de una serie de "royal babies", está destinado a ser el primer heredero o heredera de sangre real con genes interraciales en la historia moderna. Además, será séptimo en la línea de sucesión al trono de Isabel II.

Por lo tanto, se estima que no tendrá oportunidad de usar la corona. Y precisamente por eso, las casas de apuestas, ya listas para lanzar las opciones de nombres, se inclinan casi por unanimidad que se llamará Diana si es niña.