Número de personas sin hogar en EE.UU. registra aumento récord debido al costo de la vivienda
Entre las razones del dramático incremento estarían la falta de vivienda asequible, los numerosos desastres naturales y la creciente cifra de migrantes, plantea un informe del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de EE.UU., que estima en más de 770.000 las personas sin hogar.
Autoridades de Estados Unidos, la economía más grande del mundo, informaron de un dramático aumento durante 2024 en el número de personas sin hogar en el país. En concreto, autoridades del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de EE.UU. dijeron a The Associated Press (AP) que el salto de un año al otro fue del 18,1%.
El aumento estuvo impulsado principalmente por la falta de viviendas asequibles, sumado a la tanda de desastres naturales que afectó a la poderosa nación norteamericana -como los huracanes Beryl, Debby, Francine, Helene y Milton, que dejaron al menos 400 muertes y daños que ascienden hasta los 200 mil millones, según estimaciones-. También, dijeron funcionarios federales a la agencia de noticias, contribuyó en el crecimiento del número de personas sin hogar la llegada de inmigrantes en varias zonas del país.
En total, y hasta enero, serían unas 770.000 las personas sin hogar, según los recuentos exigidos por el gobierno federal. Sin embargo, la cifra no contabiliza a algunas personas y tampoco incluye a quienes se quedan en casas de amigos o familiares debido a su falta de hogar propio, por lo que, en realidad, el número es mayor.
“Ningún estadounidense debería enfrentarse a la falta de vivienda, y la Administración Biden-Harris se ha comprometido a garantizar que todas las familias tengan acceso a la vivienda asequible, segura y de calidad que merecen”, señaló en un comunicado la jefa del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano, Adrianne Todman.
Y añadió que la atención debe seguir centrándose en “los esfuerzos basados en pruebas para prevenir y poner fin a la falta de vivienda”.
Según la agencia Reuters, “el problema de las personas sin hogar se ha ido agravando en Estados Unidos, donde es habitual ver en muchas ciudades a indigentes viviendo a la intemperie, con tiendas de campaña instaladas en las veredas de las ciudades”.
La mala noticia de 2024 se suma por sobre la de 2023, no mucho más auspiciosa. En aquel año, el mismo ente gubernamental (el HUD, por sus siglas en inglés) informó de un salto del 12% en la cifra, que achaca el aumento a la subida de los arriendos y al fin de la ayuda a los pandilleros. El aumento de 2023 también se debió a las personas que se quedaron sin hogar por primera vez. Las cifras globales representan 23 de cada 10.000 personas en Estados Unidos, según informa Euronews.
El informe también constata que, si bien los afroamericanos representan el 12% de la población, cuando se trata de personas sin hogar el 32% son afroamericanos. En total, el 21% de la población estadounidense que vive en la pobreza es afroamericana.
En la misma línea, las autoridades estadounidenses indicaron que la falta de vivienda familiar se duplicó con creces en 13 comunidades impactadas por migrantes, incluidas Denver, Chicago y la ciudad de Nueva York. Esto explica en parte, dijeron desde el HUD, el aumento de casi el 40% en el número de familias sin hogar.
El periódico The New York Times aseveró que, en una llamada con periodistas, las autoridades federales “pusieron especial énfasis en el aumento de migrantes solicitantes de asilo que abrumaron los sistemas de refugio donde se produjo gran parte del aumento”.
Al mirar el efecto de los desastres, el recuento escala rápidamente con eventos como el catastrófico incendio forestal de Maui del año pasado, donde más de 5.200 personas permanecieron en refugios de emergencia durante esa noche. Se trató del incendio forestal más mortífero en la nación en más de un siglo.
Por otro lado, añadió Reuters, entre el año pasado y el presente, los menores de 18 años fueron el grupo etario que más creció en la dramática cifra de personas sin hogar. El incremento fue del 33%, con 150.000 niños experimentando la crisis, indicaron los datos.
Renee Willis, directora ejecutiva interina entrante de la Coalición Nacional de Vivienda para Personas de Bajos Ingresos, dijo a The Associated Press mediante un comunicado que “el aumento del número de personas sin hogar es la trágica, aunque previsible, consecuencia de la falta de inversión en los recursos y las protecciones que ayudan a las personas a encontrar y mantener una vivienda segura y asequible”.
“Como han advertido defensores, investigadores y personas con experiencia vivida, el número de personas que experimentan la falta de vivienda sigue aumentando a medida que más personas luchan por pagar los altísimos costos de la vivienda”, añadió.
Un estudio desarrollado por el Centro Conjunto de Estudios de la Vivienda de Harvard destacó que actualmente el 30% de los ingresos de una familia promedio se va en cubrir los gastos del hogar como, por ejemplo, el arriendo.
El problema social se convierte rápidamente en político al complementarlo con que cada vez más urbes occidentales hacen esfuerzos por eliminar los campamentos, argumentando los peligros y la suciedad que conllevan. Es más, en algunos lugares se han impuesto prohibiciones de acampar, derechamente.
En Estados Unidos, donde lo concerniente a los veteranos de guerra suele ser objeto de preocupación y un importante tema político, las noticias fueron positivas. “La reducción del número de veteranos sin hogar nos ofrece una hoja de ruta clara para abordar la falta de vivienda a mayor escala”, señaló Ann Oliva, directora ejecutiva de la Alianza Nacional para Acabar con la Falta de Vivienda.
“Con apoyo bipartidista, financiamiento adecuado y soluciones políticas inteligentes, podemos repetir este éxito y reducir el número de personas sin hogar en todo el país”, continuó.
Pero, para el New York Times, es complejo llegar a un acuerdo de ese tipo entre los demócratas y los republicanos. Mientras los primeros a menudo culpan “a los crecientes costos de la vivienda, a los débiles subsidios de arriendo gubernamentales y a los extremos de la desigualdad económica”, los segundos señalan que el problema se origina en “la permisividad liberal y quieren exigir a las personas sin techo que busquen ayuda para enfermedades mentales o abuso de sustancias como condición para ser ayudados”, detalló el periódico neoyorquino.
El problema es uno que se arrastra desde hace algunos años. Poco menos de una década atrás, cuando en 2007 se realizó por primera vez una encuesta, la tendencia era la contraria: había progresos constantes en la reducción de la población de personas sin hogar. ¿Cómo? Mediante un esfuerzo, justamente, centrado en aumentar las inversiones para conseguir viviendas para los veteranos, lo que llevó a que el número de personas sin hogar se redujera de unas 637.000 en 2010, a unas 554.000 en 2017.
Las cifras subieron a cerca de 580.000 en el recuento de 2020 y se mantuvieron relativamente estables durante los dos años siguientes, mientras el Congreso respondía a la pandemia de Covid-19 con ayudas de emergencia al arriendo, pagos de estímulo, ayudas a los estados y gobiernos locales y una moratoria temporal de desahucios.
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