¿Por qué los estadounidenses están almacenando “comida del fin del mundo”?
Conservar alimentos para casos de emergencia es parte de la tradición norteamericana desde hace años, pero ahora la tendencia ha llamado la atención, debido a tiktokers que muestran cajas con comestibles que pueden durar hasta 30 años sin cambiar su sabor ni calidad.
Un mercado que va en ascenso en Estados Unidos desde la pandemia ha llamado la atención en varios países, entre ellos Brasil ,y se convirtió en tendencia en las redes sociales: la venta en los supermercados de cajas con alimentos destinados para emergencias, que prometen durar hasta 30 años en la despensa sin deteriorarse su sabor ni calidad.
Aunque la costumbre de las familias de abastecerse de alimentos en caso de emergencias (como por ejemplo, desastres naturales o la necesidad de confinamiento) es antigua en el país, estas comidas, vendidas en cajas, se convirtieron en tendencia en TikTok, a raíz de que brasileños viviendo en el norte de Estados Unidos viralizaron los productos.
Los tiktokers han mostrado que en las estanterías de cualquier supermercado de Estados Unidos, lejos de la sección de alimentación y más cerca de las estanterías con productos como cuerdas, navajas y tiendas de campaña, se encuentran las cajas de comida con la promesa de sabor garantizado durante 30 años, según reportó el diario brasileño Folha de Sao Paulo.
El menú varía, desde lasaña hasta huevos revueltos y arroz con pollo, y la promesa común es que durarán décadas en la despensa. Se trata de alimentos preparados previamente y generalmente deshidratados, que requieren una preparación mínima (a menudo, simplemente mezclar un poco de agua) y están listos para usarse en caso de emergencia.
La variedad de los kits de “comida del fin del mundo” es amplia. Dentro de los cubos puede haber diferentes tipos de comidas, para desayuno, almuerzo y cena. Incluso las bebidas y los postres están en el menú. También existen versiones individuales, con platos como stroganoff, lasaña y pasta. Incluso existe una opción vegetariana sin gluten, con menos azúcar y menos sodio. La mayoría de estos alimentos están deshidratados o incluso en polvo, describe el portal de noticias brasileño G1.
La tiktoker brasileña Aline de Souza, por ejemplo, acudió a Walmart y mostró bolsas de pollo stroganoff con pasta, lasaña y hasta arroz frito con pollo: “Déjenme mostrarles la fecha de vencimiento... junio de 2053. Treinta años de validez, amigos. Incluso hay un método de preparación, simplemente agregue agua y espere. Revuelva y espere”, dijo de Souza, según consignó el portal de noticias O Tempo.
El mercado de alimentos de emergencia crece cada año en Estados Unidos. Según datos de la empresa de análisis de mercado Technavio citados por Folha de Sao Paulo, el sector debería crecer un 7% anual y alcanzar los 2.900 millones de dólares en 2026.
Dicho mercado creció durante la pandemia, período en el que la empresa internacional Finder realizó una investigación sobre el sector y descubrió que el número de personas que se preparan para las emergencias y el “fin del mundo” se duplicó con creces durante 2020 y 2021. Según los datos citados por Terra, el 25% de las personas se abastecieron debido a la emergencia sanitaria, el 9,4% a causa de acontecimientos políticos y el 5,4% citaron desastres naturales.
La tecnología varía, pero la mayoría de las veces, los alimentos más consumidos son sometidos a un proceso llamado liofilización, en el que primero los alimentos se congelan y luego se deshidratan, lo que permite que duren años. No obstante, los beneficios nutricionales de este formato de alimentos no son muchos. Según la nutricionista Greice Arraes, quien habló con G1 sobre el consumo diario de este tipo de alimentos, la mejor forma de conservar las vitaminas y minerales de los alimentos es consumirlos frescos, o con una mínima cocción para conservar sus características.
“Es poco probable que los alimentos deshidratados o que hayan pasado por algún proceso industrial tengan los mismos micronutrientes. Además, analizando las listas de ingredientes de los ‘alimentos del fin del mundo’ nos damos cuenta de que la gran mayoría son bajos en fibra, bajos en proteínas y altos en azúcar y colorantes. Por lo tanto, dejémoslos para cuando sea necesario y no los consumamos diariamente”, advirtió la nutricionista.
Entre la variedad de kits se puede encontrar alimentos sin gluten, veganos, vegetarianos, orgánicos, entre otros. Los precios pueden variar, un balde con 24 porciones de Mountain House, una de las principales marcas de este tipo de alimentos, cuesta US$ 120, pero hay otras marcas con precios variables en el mercado.
El kit de otra empresa, Augason Farms, con alimentos como tortitas, pastas, sopas y verduras, que promete alimentar a una persona durante 30 días con 1.236 calorías diarias y 30 gramos de proteínas, cuesta 105 dólares en un gran mercado.
La mayor parte del mercado global se encuentra en América del Norte, pero otros países como Alemania, India, China y Reino Unido ocupan cuotas importantes del sector. Aunque estos kits no se venden en Brasil, los brasileños ya han pensado en formas alternativas de conservar los comestibles, como en botellas de PET, por ejemplo, que conservarían los alimentos con una validez de supuestamente 10 años.
Según coincide la prensa de dicho país, el argumento más frecuente para recurrir a esta técnica es el miedo de los brasileños a perder inesperadamente su trabajo en tiempos de crisis económica. Otros recolectores hablan de profecías del fin del mundo o del temor de que resurja una nueva pandemia. En los vídeos también se menciona la escasez, el aumento de los precios o incluso una nueva pandemia. Los alimentos como arroz, pasta, leche en polvo, azúcar, sal y conservas son los más mencionados.
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