Presidente iraní señala que el gobierno "trabaja diariamente para impedir una guerra"

Hasán Rohaní
Foto: EFE

El 8 de enero pasado, Teherán atacó con misiles dos bases iraquíes que albergan a militares de Estados Unidos, esto en respuesta a un ataque estadounidense con drones que mató a un importante general iraní en Bagdad.


El presidente iraní, Hasan Rohani, declaró el jueves que trabajaba "diariamente para impedir una guerra" en un momento en que las relaciones entre Teherán y Washington viven un periodo de gran tensión.

"El gobierno trabaja diariamente para impedir un enfrentamiento militar o la guerra", dijo, asegurando que el diálogo entre Irán y la comunidad internacional era difícil pero "posible".

El 8 de enero, Teherán atacó con misiles dos bases iraquíes que albergan a militares de Estados Unidos en respuesta al ataque estadounidense con drones que mató a un importante general iraní días antes en Bagdad.

Este episodio multiplicó los llamamientos internacionales a favor de una "distensión".

El miércoles Rohani aseguró que Irán, con su ataque con misiles, obtuvo "la compensación militar" deseada por la muerte del general Qasem Soleimani, líder de la estrategia iraní en Oriente Medio.

El jueves, Rohani, considerado un moderado dentro de la clase política iraní, defendió la apertura hacia el mundo que él inicio cuando fue elegido por primera vez en 2013 y que es blanco de las críticas de los ultraconservadores.

También mencionó el acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní, firmado en 2015, que corre el riesgo de desaparecer desde que el presidente estadounidense Donald Trump decidió abandonar unilateralmente del pacto en 2018.

Con este acuerdo "pusimos en práctica que es posible interactuar con el mundo (...) Es difícil, por supuesto", dijo Rohani.

"Se nos dice: 'Hay gente en la que cual no deben confiar'", agregó, refiriéndose a los recelos de los ultraconservadores iraníes sobre Estados Unidos y Europa.

"Y es verdad (...) Si frente a nosotros tuviéramos a personas dignas de confianza, todo sería mucho más simple y fácil", estimó, refiriéndose también al carácter "imprevisible" de Trump.

Rohani se pronunció la víspera de un discurso muy esperado del guía supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, que presidirá el viernes la gran oración musulmana en Teherán, por primera vez en ocho años.

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