Presidente sirio viaja a China en busca de salida a su aislamiento diplomático

El Presidente sirio, Bashar al-Assad, viajó a la ciudad oriental china de Hangzhou, iniciando así su primera visita al país asiático desde 2004, en un nuevo intento de poner fin a más de una década de aislamiento diplomático en medio de las sanciones occidentales.

Assad llegó a bordo de un avión de Air China en medio de una densa niebla que, según los medios estatales chinos, “aumentó la atmósfera de misterio”, en un guiño al hecho de que el líder sirio rara vez ha sido visto fuera de su país desde el inicio de una guerra civil que se ha cobrado más de medio millón de vidas.

Está previsto que asista a la ceremonia de inauguración de los Juegos Asiáticos, junto con más de una docena de dignatarios extranjeros, antes de encabezar una delegación que se reunirá en varias ciudades chinas, incluida una cumbre con el Presidente Xi Jinping.

Assad se reunirá con Xi el viernes, un día antes de que el presidente sirio asista a la inauguración de los juegos, dijo un miembro de la delegación siria, que tiene previsto celebrar otras reuniones en Beijing el domingo y el lunes.

Ser visto junto al presidente chino en una reunión regional debería añadir más legitimidad a la campaña de Siria para volver a la escena mundial, durante la cual se unió a la Iniciativa del Cinturón y Ruta china en 2022 y fue readmitida en mayo en la Liga Árabe.

“En su tercer mandato, Xi Jinping busca desafiar abiertamente a Estados Unidos, por lo que no creo que sea una sorpresa que esté dispuesto a ir en contra de las normas internacionales y acoger a un líder como Assad”, dijo Alfred Wu, profesor asociado de la Escuela Lee Kuan Yew de Políticas Públicas en Singapur. “Marginará aún más a China en el mundo, pero no le importa”.

Assad visitó China por última vez en 2004 para reunirse con el entonces Presidente Hu Jintao. Fue la primera visita de un jefe de Estado sirio desde que se establecieron lazos diplomáticos en 1956.

China, al igual que los principales aliados de Siria -Rusia e Irán- mantuvo esos lazos incluso cuando otros países aislaron a Assad por su brutal represión de las manifestaciones antigubernamentales que estallaron en 2011.

El viaje de Assad a China, que durará varios días, supondrá una de sus ausencias más prolongadas en Siria desde que estalló la guerra civil en su país.

Assad se enfrenta a sanciones impuestas por Australia, Canadá, Europa, Suiza y Estados Unidos, pero los esfuerzos por aplicar sanciones multilaterales no han conseguido el apoyo unánime del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, del que forman parte China y Rusia.

China ha vetado en al menos ocho ocasiones mociones de la ONU que condenaban al gobierno de Assad y pretendían poner fin a un conflicto de una década que ha absorbido a vecinos y potencias mundiales.