Esta mañana, el ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, abandonó la prisión alemana de Neumünster, luego de que la justicia le otorgara la libertad bajo fianza, tras descartar el delito de rebelión en el proceso de extradición que lleva adelante España.

A la salida, Puigdemont, que se encontraba detenido desde el 25 de marzo pasado en el recinto penitenciario ubicado al norte del país, agradeció todas las muestras de "apoyo" y "solidaridad" que recibió.

Además, exhortó al gobierno español a iniciar el diálogo. "Las autoridades españolas no tienen ningunae xcusa para no iniciar el diálogo", dijo, agregando que "hemos pedido diálogo durante años y obtenido como respuesta solamente violencia y represión".

"Tener presos políticos en la Unión Europea es una vergüenza", dijo.

Ayer, la primera sala penal de la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein consideró que la imputación del delito de rebelión era "inadmisible", ya que no se cumplía el requisito de violencia. Sin embargo, señaló que sí pueden ser aceptados los cargos de corrupción y malversación de fondos públicos, por lo que la solicitud del gobierno español sigue adelante.

El tribunal admitió que el riesgo de fuga es posible, pero que esto se reduce de manera considerable tras el fallo.

El ex líder catalán hizo el pago esta mañana de los 75 mil euros de la fianza y además informó a la fiscalía la dirección en la que permanecerá mientras se estudia su posible extradición.