Putin advierte que una intervención externa en Ucrania tendrá una “respuesta fulminante”

Russian President Vladimir Putin delivers a speech during a meeting of the Council of Legislators at the Federal Assembly in Saint Petersburg
El Presidente ruso, Vladimir Putin, pronuncia un discurso durante una reunión del Consejo de legisladores en la Asamblea Federal en San Petersburgo, Rusia, el 27 de abril de 2022. Foto: Reuters

Las declaraciones del mandatario ruso coincidieron con el corte de suministro de gas de Gazprom a Polonia y Bulgaria por su negativa a pagar bajo los nuevos términos de Moscú, en lo que fue considerado una importante escalada en su enfrentamiento con Europa por la guerra en Ucrania.


El Presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió el miércoles que cualquier intervención externa en la operación militar lanzada por Rusia en Ucrania recibirá una respuesta instantánea de parte de Moscú.

“Si alguien tiene la intención de intervenir desde el exterior en los actuales acontecimientos (de Ucrania), creando inaceptables amenazas de carácter estratégico para nosotros, debe saber que nuestra respuesta será fulminante”, dijo Putin ante el Parlamento ruso.

El gobierno ruso, añadió, no dudará en recurrir a su más moderno armamento. “Disponemos de las herramientas para ello, de las que nadie más puede alardear. Nosotros no haremos alardes, [pero] las usaremos en caso de necesidad. Y quiero que todos lo sepan”, indicó el mandatario ruso. “Ya hemos adoptado todas las decisiones al respecto”, subrayó.

Putin destacó en varias ocasiones la modernización del armamento ruso, con arsenales de misiles hipersónicos o con el misil balístico intercontinental Sarmat, que fue ensayado con éxito a inicios de mes.

Russian President Vladimir Putin delivers a speech during a meeting of the Council of Legislators at the Federal Assembly in Saint Petersburg
El Presidente ruso, Vladimir Putin, pronuncia un discurso durante una reunión del Consejo de Legisladores en la Asamblea Federal en San Petersburgo, Rusia, el 27 de abril de 2022. Foto: Reuters

Estos dichos se producen luego de que las potencias occidentales han decidido mostrarse menos cautelosas a la hora de respaldar con armamento a Ucrania. Así, Estados Unidos reunió a 40 de sus aliados en su base de Ramstein, en Alemania, y dijo que estaba dispuesto a “remover cielo y tierra” para conseguir que Ucrania se imponga en la guerra. Mientras que un consejero del ministro del Interior ucraniano subrayó que las tropas rusas apuntaban ahora a puentes y vías ferroviarias para ralentizar la entrega de armas occidentales a Kiev.

Las declaraciones del mandatario coincidieron con el corte de suministro de gas de Gazprom a Polonia y Bulgaria por su negativa a pagar bajo los nuevos términos de Moscú, en lo que fue considerado una importante escalada en su enfrentamiento con Europa por la guerra en Ucrania.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, acusó a Moscú de “chantaje” e indicó que el bloque ya se encontraba preparado para este escenario, con planes de contingencia a nivel nacional de los países afectados y con un compromiso de solidaridad por parte del resto.

En este sentido, les avisó a las empresas importadoras que ceder a medidas que no están previstas en los contratos sería “un incumplimiento” de las sanciones adoptadas contra Rusia. Cerca del 97% de los contratos firmados por empresas y países europeos para comprar gas ruso establecen pagos en euros o dólares, según Von der Leyen.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, explicó, sin embargo, que la suspensión de las entregas es consecuencia de “unas acciones inamistosas sin precedentes” de esos dos países, miembros de la OTAN y la UE. Bulgaria y Polonia, sumamente dependientes del gas ruso, aseguraron que sus suministros se mantenían gracias a otras fuentes.

Los precios del gas natural en Europa subieron un 3,1%, a 106,42 euros, equivalente a 112,83 dólares, debido a que el mercado sopesó los crecientes riesgos de los ya escasos suministros. Si bien los precios se mantienen alrededor de la mitad de su máximo en marzo, se encuentran muy por encima de sus niveles de hace un año, lo que representa una fuerte clave de presión inflacionaria en las frágiles economías de Europa.

Putin exigió el mes pasado que los países considerados hostiles a Moscú, como los miembros de la Unión Europea, paguen el gas ruso en rublos. La mayoría de los países europeos han denunciado la demanda y se han apegado a su método anterior de pagar el gas de Rusia. Los contratos de gas suelen estar denominados en dólares o euros.

El gigante energético ruso Gazprom dijo el miércoles que había detenido los suministros a Bulgaria y Polonia “debido a la falta de pago en rublos”. Bulgaria y Polonia dijeron que la medida era un incumplimiento de contratos. Otros grandes consumidores europeos de gas, como Alemania e Italia, no se han visto afectados hasta el momento.

Gasolinera en Chiren, Bulgaria, el 17 de marzo de 2003. Bulgaria. Foto: AP

Los funcionarios y analistas europeos ven la medida de Moscú como una forma de ejercer más presión sobre Europa, que, antes de la guerra en Ucrania, obtenía alrededor del 45% de su gas de Rusia. Ante la demanda de que se pague en rublos, dice The Wall Street Journal, el Kremlin también busca reforzar su moneda y obligar a Europa a seguir comprometida con su sistema bancario nacional, que de otro modo ha quedado aislado de gran parte del mundo por las sanciones occidentales.

Los analistas de la consultora energética Rystad dijeron que “Rusia ha disparado el primer tiro contra Occidente”, utilizando la energía como arma, consignó el periódico.

“La pérdida conjunta de Polonia y Bulgaria del acceso al gas ruso no ha tenido un gran impacto en el mercado europeo total, pero es probable que se produzca una consecuencia más grave si otros países grandes o compradores individuales se ven privados, como Alemania e Italia”, añadió.

El presidente de la Duma estatal rusa, Vyacheslav Volodin, dijo el miércoles que Moscú debería ampliar las medidas contra otros países hostiles. En este sentido, tras la invasión de Ucrania por parte de Moscú, Berlín se ha apresurado a reducir su dependencia del gas ruso. El gobierno del canciller Olaf Scholz está tratando de limitar esta dependencia acelerando las inversiones en energía renovable y construyendo terminales de gas natural licuado, pero hasta ahora ha rechazado un embargo de gas ruso por temor a las consecuencias económicas.

Alemania ha apostado a que Rusia no lo cortará. Rusia tiene pocas alternativas para vender la mayor parte de su gas en otros lugares, con la mayor parte de su capacidad de gasoducto orientada a Europa. Mientras que los oleoductos a China ya funcionan a plena capacidad y los nuevos tardarán años en construirse.

Ofensiva en el este de Ucrania

El conflicto, que ya cumplió dos meses, se intensifica sobre todo en el este y el sur de Ucrania. El Ministerio ucraniano de Defensa informó que las tropas rusas habían tomado varias localidades del este, tanto en la región de Khakiv como la de Donetsk.

Rusia bombardeó también hangares en Zaporiyia (sureste), destruyendo “gran cantidad” de armas suministradas por los países occidentales, indicó en Moscú el Ministerio de Defensa, sin precisar el tipo de armamento que se hallaba en el lugar.

El gobernador de esta región afirmó, sin embargo, que “ningún depósito de municiones y armas fue alcanzado en Zaporiyia”.

A destroyed bridge is seen near Sviatohirsk, amid Russia's invasion of Ukraine, in Donetsk region
Puente destruido cerca de Sviatohirsk, en medio de la invasión rusa de Ucrania, en la región de Donetsk, Foto: Reuters

El objetivo de Rusia es crear una conexión terrestre entre la anexionada península de Crimea y los territorios separatistas de Donbás, donde las tropas de Kiev luchan contra los separatistas prorrusos desde 2014. Sin embargo, recientemente, un general ruso afirmó que la ofensiva pretendía crear incluso un corredor hacia la región separatista moldava de Transnistria.

“Si cae Ucrania, mañana las tropas rusas estarán a las puertas de Chisináu”, la capital moldava, escribió en Twitter Mijailo Podoliak, asesor del Presidente ucraniano, Volodimyr Zelensky.

Las autoridades de Transnistria aseguraron que un pueblo fronterizo con Ucrania, que aloja un importante depósito de municiones del Ejército ruso, fue blanco de disparos. El lunes y el martes, la zona registró una serie de explosiones y el gobierno moldavo anunció medidas para reforzar su seguridad.

Por otro lado, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, anunció el miércoles su llegada a Kiev, procedente de Moscú, donde abordó con el Presidente ruso, Vladimir Putin, la guerra entre los dos países.

“He llegado a Ucrania, tras haber estado en Moscú. Seguiremos trabajando para ampliar la ayuda humanitaria y garantizar la evacuación de civiles de las zonas de conflicto (en Ucrania)”, afirmó Guterres en su cuenta en Twitter.

Durante las conversaciones que mantuvo con Putin en Moscú, Guterres repitió sus peticiones a Ucrania y Rusia para que trabajen juntos en crear corredores humanitarios “seguros y eficaces” en las zonas en conflicto.

Por su parte, Putin le dijo a Guterres que esperaba que las negociaciones pudieran permitir el fin del conflicto, desencadenado tras la invasión de Ucrania por tropas rusas el 24 de febrero.

“A pesar de que la operación militar se está desarrollando, seguimos teniendo esperanza en la capacidad de alcanzar acuerdos por la vía diplomática”, dijo Putin a Guterres, en comentarios transmitidos por televisión.

Ucrania y Rusia habían mantenido conversaciones en Turquía, pero estas se estancaron después de que se descubrieran cuerpos de civiles en áreas cercanas a Kiev que habían sido, hasta entonces, ocupadas por las fuerzas rusas.

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