¿Qué tan letal es el Covid-19?
Las investigaciones sugieren que el nuevo coronavirus mata a entre cinco y 10 personas por cada mil que infecta, aunque la tasa varía dependiendo de la edad y el acceso a la salud. Después de seis meses de pandemia, los investigadores se acercan a responder una de las preguntas básicas del virus.
Cuando han pasado seis meses de pandemia, los investigadores se acercan a resolver la respuesta a una de las preguntas básicas del virus: ¿cuán mortal es?
Los investigadores, que inicialmente analizaron la información de los brotes en los cruceros y más recientemente de encuestas a miles de personas contagiadas en los lugares más afectados, ahora han llevado a cabo docenas de estudios para calcular la tasa de mortalidad por infección de Covid-19.
Esa investigación -que examina las muertes respecto del número total de infecciones, que incluyen casos no reportados- sugiere que el Covid-19 mató a cerca del 0,3% al 1,5% de las personas contagiadas. La mayoría de los estudios sitúa la tasa entre 0,5% y 1%, lo que significa que de cada mil personas infectadas, entre cinco a 10 morirían en promedio.
Las estimaciones apuntan a que el nuevo coronavirus es más letal que la gripe estacional, aunque no tanto como el ébola y otras enfermedades infecciosas que han surgido en los últimos años. Sin embargo, el coronavirus está matando a más personas que las enfermedades más letales y esto se debe -en parte- a que es más contagioso.
“No se trata solo de la tasa de fatalidad por infección, sino que también de lo contagiosa que es la enfermedad y el Covid-19 es muy contagioso”, dice Eric Toner, un médico de emergencias y académico en el Centro de Seguridad de Salud en Johns Hopkins, que estudia la preparación de los sistema de salud para las epidemias y las enfermedades infecciosas. “Es la combinación de la tasa de fatalidad y el riesgo de contagio que hace que esta enfermedad sea tan peligrosa”.
Las autoridades de salud y los investigadores han estado trabajando para medir la tasa de muerte del coronavirus y entender mejor el riesgo de la enfermedad, estimar cuántas personas podrían morir y responder con las medidas de salud pública necesarias.
Sin embargo, ha sido desafiante establecer en detalle esa tasa, debido a que un importante número de casos tienen pocos o ningún síntoma o no han sido testeados. La tasa también varía dependiendo de factores como la edad de la persona y la fortaleza del sistema de salud de una jurisdicción.
“Es muy difícil medir, pero los estudios están encontrando una clara señal”
Timothy Russell, investigador en el London School of Hygiene and Tropical Medicine
Un estudio publicado por el doctor Russell y sus colegas en febrero, que examinó la información de China y un brote en el crucero Dianmond Princess, situó la tasa de fatalidad por infección en cerca de 0,6%.
Más de 14,9 millones de personas se han contagiado con SARS-CoV-2 en todo el mundo y más de 610 mil personas han muerto. Casi un cuarto de esos fallecimientos se registraron en Estados Unidos, según la información recopilada por la Universidad Johns Hopkins. Eso significa que entre los casos globales confirmados, casi un 4,2% de esas personas murió.
El porcentaje de muertos entre las personas con infecciones confirmadas es más alto, dicen los investigadores, debido a que muchos casos de Covid-19 con síntomas leves o asintomáticos no se registran.
En junio, los funcionarios en el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) estimaron que por cada caso conocido de Covid-19, cerca de 10 más no se registraron a comienzos de mayo.
“La parte más dura es dilucidar cuántas personas se han infectado”, dijo Lucy Okell, que junto con los colegas en el Imperial College London estimaron la tasa de fatalidad por infección en China era de 0,66% en un reporte publicado en marzo.
Para llegar con un estimado de la tasa de mortalidad, algunos investigadores consideran los casos conocidos y los números de muertos, luego estiman la proporción que no se ha considerado o los casos asintomáticos. Sin embargo, el conteo de muertes podría también no considerar a las víctimas de Covid-19 que no han sido detectadas y los investigadores deben ajustar eso también.
Otros investigadores desarrollan estimados basados en los resultados de los test de anticuerpos, que hacen un escaneo de la sangre de los participantes, buscando señales de infecciones pasadas.
Pero el testeo de anticuerpos tiene sus propias fallas, a medida que los científicos trabajan en entender la respuesta inmune del virus. Los investigadores deben también afinar sus estimaciones para compensar el riesgo de resultados de test fallidos o retrasos entre las infecciones y las muertes.
Al margen del enfoque que utilicen, los investigadores usan modelos matemáticos complejos y técnicas de estadística para afinar sus estimaciones.
Un análisis de 26 estudios diferentes estima que la tasa de fatalidad por infección en diferentes partes del mundo encontró un agregado estimado de cerca de 0,68%, con un rango de 0,53% a 0,82%, según un reporte subido en julio en el servidor medRxiv, que no ha sido revisado todavía por otros investigadores.
“Decir que siempre tendremos un estimado absolutamente verdadero es erróneo. Podemos tener una idea de una tendencia, pero necesitamos tener en cuenta que esto puede cambiar y variar”, dijo Lea Merone, una experta en salud pública y economista en la Universidad James Cook en Australia, que coescribió el reporte. “Esto depende del contexto”, precisó.
El CDC está usando ahora el informe como base para sus propias mejores estimaciones de la tasa de fatalidad por infección de cara a los escenarios de planificación de la pandemia. La estimación de la agencia es de 0,65% al 10 de julio, más alto que las estimaciones anteriores.
La tasa de mortalidad para un individuo varía, a veces de forma clara, dependiendo de factores como la edad, el sexo y las preexistencias médicas, según muestran los estudios.
Los investigadores en Estados Unidos y Suiza examinaron la información de la ciudad de Ginebra para calcular la tasa de mortalidad para diferentes grupos etarios. Ellos encontraron que aquellas personas por sobre los 65 años tenían una tasa de mortalidad por infección de 5,6%, que es 40 veces el riesgo de alguien en sus cincuenta.
La calidad y el acceso a los sistemas de salud y tratamientos podrían cambiar la tasa de mortalidad. Un mejor tratamiento en el futuro podría impulsar a bajar la tasa, pero en una situación en el que el sistema hospitalario está colapsado puede hacer subir la tasa, dijo Gideon Meyerowitz-Katz, un epidemiólogo en la Universidad de Wollongong, que coescribió el informe de medRxiv de julio.
Una tasa de mortalidad por infección de alrededor de 0,6% es seis veces mayor que la estimación de 0,1% para la influenza estacional, que se basa en información del CDC. Aunque los investigadores apuntan que las estimaciones se calculan de diferentes formas y la estimación de la influenza no considera los casos asintomáticos.
Enfermedades como el SARS o el síndrome respiratorio agudo grave; MERS o el síndrome respiratorio por coronavirus de Medio Oriente; y el ébola son mucho más letales, (porque) sus tasas de mortalidad van desde alrededor del 10% al 50%.
Ha habido muchas menos muertes de esas enfermedades que del nuevo coronavirus e incluso de la influenza estacional, debido a que no son tan contagiosas o no se han propagado de la misma forma. SARS y MERS han matado a 774 personas y 858 personas, respectivamente. Más de 11.300 personas han muerto de ébola.
También muchos doctores están preocupados de que Covid-19 podría resultar en que algunos pacientes tengan complicaciones a largo plazo, especialmente aquellos que han pasado semanas en el hospital antes de ser dados de alta.
“Existe esta narrativa creo que muchas personas tienen la idea de que te enfermas y mueres o estás bien. Eso no es verdad”, dijo el doctor Toner. “Existe una gran gama de consecuencias de salud para las personas que están gravemente enfermas, no solo la muerte”.
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