Reabre el portal Nueva York – Dublín después de cierre por uso “inapropiado”

Han reabierto el “portal”. Después de una primera semana polémica y un cierre obligado, las instalaciones artísticas emplazadas en Nueva York y Dublín, Irlanda, fueron puestas de nuevo a disposición de sus ciudadanos. Las dos instalaciones consistían en pantallas y cámaras transmitiendo un “live stream” las 24 horas del día, permitiendo así a dublinenses y neoyorquinos interactuar entre sí.

Creada por el artista lituano Benediktas Gylys, la obra se volvió viral luego de que, a las pocas horas de abrirse el portal, un usuario irlandés mostrara desde su celular una imagen del atentado a las Torres Gemelas a los usuarios neoyorquinos. Este, sin embargo, no fue el único “uso inapropiado” que llevo a la decisión de cerrar las instalaciones.

Al final, los organizadores de la exhibición implementaron una “solución por proximidad”, poniendo rejas extras y espacios entre los portales y el público. La ciudad de Dublín, por su parte, tomó precauciones adicionales y limitó el horario de uso del portal, de 11 de la mañana a 9 de la noche, lo que se traducía en Nueva York en horarios para interactuar entre las 6 de la mañana y las 4 de la tarde.

“En menos de una semana de funcionamiento, el Portal ha atraído a decenas de miles de visitantes y ha obtenido casi dos mil millones de impresiones online. La abrumadora mayoría de las personas que han visitado las esculturas del Portal han experimentado la sensación de alegría y conexión que estas obras de arte público invitan a tener”, indicaron en un comunicado el ayuntamiento de Dublín, Flatiron NoMad Partnership y Portals.org .

Puesta en funcionamiento en mayo, los visitantes de las instalaciones en ambas ciudades aparecieron sonriendo y saludando a sus homólogos a un lado y otro del Atlántico, y según indicó el artista lituano Benediktas Gylys, la idea era representar la “interconexión global”.

Entre uno de los usos más “convencionales”, se hizo viral la semana pasada un grupo de jóvenes españoles por casualidad se vieron y saludaron a uno y otro lado del portal: jóvenes de Pamplona por un lado, de Cuenca otros. Muchos de los videos que se han visto en redes sociales sobre el portal muestran gente intercambiando números telefónicos, e incluso se dio de una madre estadounidense hablando con sus hijos, estudiantes de intercambio en Irlanda.

Pero una minoría de los visitantes aprovechó la oportunidad para sembrar el caos a ambos lados del Atlántico, y terminó cerrándose el portal. Se trató de casos de indecencia pública, uso de drogas en vivo y comportamiento grosero, que llevaron al ayuntamiento de Dublín a terminar con el proyecto.

“Algunas mujeres en Estados Unidos mostraron sus pechos a los espectadores en Irlanda. Un hombre reveló su trasero a la gente que miraba al otro lado. Otro arrojó huevos al portal. Otros fingieron esnifar cocaína”. Indica el diario británico The Guardian: “Un neoyorquino compartió una foto de una papa en el Portal, una aparente referencia a la Gran Hambruna que sufrió Irlanda entre 1845 y 1852. Mientras tanto, un visitante en Dublín mostró una foto de los ataques terroristas del 11 de septiembre en la ciudad de Nueva York”.

En entrevista a The Guardian, el artista lituano a cargo del proyecto indicó: “Estábamos pensando en algunos incidentes potenciales y adoptamos algunas medidas, pero ahora vemos que no fueron suficientes”.

A pesar de los contratiempos, el proyecto sigue firme. Hay portales ya planeados para Polonia, Lituania y Brasil, con la esperanza de que estos espacios continúen promoviendo el entendimiento y la unidad global.