El renovado interés ruso en Afganistán
A 30 años del retiro de las tropas soviéticas del país de Asia Central, Moscú busca recuperar su influencia en ese territorio.
"Los soldados solamente soñaban con volver sanos y salvos a casa, veíamos a lo largo del camino a los partisanos afganos descender de sus montañas para observar nuestra retirada desde lejos. La intervención en Afganistán siempre fue una aventura trágica e insensata". Así recuerda el periodista Mijail Kojujov -en conversación con la agencia France Presse- la retirada de los soviéticos de Afganistán hace 30 años. Una presencia en el país de Asia Central que ahora el Kremlin busca recuperar.
El 15 de febrero de 1989, la Unión Soviética retiró a sus últimas unidades de ese país después de 10 años de intervención en apoyo al régimen de Kabul contra la rebelión islámica. La salida, decidida por el entonces Presidente Mijail Gorbachov, fue considerada como una derrota humillante para la URSS. Durante la guerra, que se extendió desde 1979 a 1989, murieron 15 mil soldados soviéticos y 54.000 quedaron heridos. La mayoría de las fuerzas soviéticas fallecieron a manos de muyahidines islamistas, que eran armados de manera encubierta por Estados Unidos.
Además de las bajas, el conflicto dañó severamente las arcas soviéticas, contribuyendo al colapso de la economía unos años más tarde. Según un documento de la CIA, desde el inicio de la guerra hasta 1986 se estima que los soviéticos gastaron US$ 50 mil millones. Para algunos analistas esto fue posible gracias a los altos precios del petróleo. Sin embargo, a fines de los 80 el precio cayó de forma drástica, lo que, sumado a la baja en los ingresos por la venta de alcohol, provocó un gran daño a la economía.
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Imagen de las ruinas de un helicóptero soviético en Saricha, al norte de Kabul, la capital afgana.[/caption]
"Por muchos años los rusos no pudieron hablar de la guerra en Afganistán. Pero de a poco, ayudados por las películas también, han comenzado a darse cuenta de cómo fue la guerra tal como nos ocurrió con Vietnam", dijo a La Tercera Brian Williams, profesor de la Universidad Massachusetts Dartmouth.
A tal punto ha llegado esta reconciliación, que se esperaba que este mes la Duma (Parlamento) diera el voto formal a una resolución que justifica la guerra en Afganistán.
El Kremlin ha vuelto a poner los ojos en este país. Según The Washington Post, Rusia ha estado cultivando lazos con los talibanes. En agosto invitó a sus representantes a que sostuvieran reuniones en Moscú. Si bien el encuentro no prosperó por la molestia de Kabul, puso de manifiesto la influencia de Rusia en la región, sobre todo ahora que EE.UU. evalúa sacar su tropas de Afganistán. "Las razones de Rusia para estar en Afganistán son un eco de la intervención en Siria. Rusia tiene un interés estratégico en hacer frente a la inestabilidad a lo largo de su frontera sur", escribió el diario The Guardian.
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