Rusia intensifica asedio a Mariupol y Ucrania califica ultimátum de “delirio”
El Kremlin había dado plazo hasta el mediodía de hoy para que los ucranianos que siguen en la ciudad portuaria se rindan y entreguen las armas, la advertencia llegó después del bombardeo ruso a una escuela de arte donde 400 civiles buscaban refugio.
Después de un fin de semana marcado por el recrudecimiento de los bombardeos en Ucrania y cuando este jueves se cumple un mes desde la invasión lanzada por Rusia, Kiev cerró las puertas y rechazó el ultimátum de Moscú para que las autoridades ucranianas de Mariupol, ciudad portuaria sitiada y ruta directa al mar de Azov, se rindan y entreguen el control del territorio a las fuerzas rusas antes del mediodía de hoy.
En una entrevista del diario Ukrayinska Pravda, la viceprimera ministra ucraniana y ministra de Comunicaciones, Iryna Vereshchuk, aseguró que Ucrania recibió una carta de ocho páginas del Kremlin, a la que calificó de “un regreso a la historia y un delirio”. Horas antes, la agencia estatal rusa Interfax y Tass informaron que el Ministerio de Defensa ruso ofreció una “salida segura” de la urbe asediada para todas las personas que dejen las armas, advertencia que llega después del ataque a una escuela de arte local que albergaba a 400 civiles y cuando el Presidente ucraniano, Volodimyr Zelensky impulsa una reunión con Vladimir Putin.
Al menos cuatro de los siete corredores humanitarios en Mariupol estaban activos desde anoche ante un esperado aumento del flujo de personas. La viceministra de Ucrania, Iryna Vereshchuk, informó que durante la jornada de ayer, casi 7.300 personas fueron evacuadas ante las nuevas amenazas y a nivel nacional suman más de 330 mil ciudadanos, mientras la preocupación estaba centrada sobre las operaciones de rescate en la Escuela de Arte G12.
“Hasta ahora, no hay datos operativos exactos sobre cuántas personas se escondían en el refugio o la cantidad de víctimas. Se sabe que el edificio ha sido destruido y los civiles todavía están bajo los escombros. La situación es difícil y no hay dónde obtener la información. La ciudad sigue siendo bombardeada tanto desde el cielo como desde el mar”, aseguró el alcalde de Mariupol, Petro Andrushenko, en sus redes sociales.
La ofensiva rusa adoptó una nueva estrategia en los recientes días. El miércoles, el Ejército ruso destruyó el Teatro Dramático, una instalación que estaba siendo utilizada como refugio por 1.300 personas en Mariupol y las autoridades locales denunciaron el envío forzado de miles de ciudadanos a territorio ruso.
De acuerdo a la agencia Reuters, el último diplomático de la Unión Europea (UE) en evacuar Mariupol fue Manolis Androulakis, cónsul general de Grecia. “Lo que vi, espero que nadie lo vea nunca. Mariupol pasará a formar parte de una lista de ciudades que fueron completamente destruidas por la guerra”, dijo ayer tras aterrizar en Atenas, después de viajar cuatro días desde territorio ucraniano a Rumania, junto a 10 ciudadanos griegos.
Eventual reunión
“Estoy listo para negociar con él. Estuve listo durante los últimos dos años, y creo que sin negociaciones, no podemos terminar esta guerra”. Así, el Presidente de Ucrania, Volodimyr Zelensky reafirmó la idea de llevar adelante una reunión con su homólogo ruso, Vladimir Putin, pero advirtió que no cederá territorios, como Crimea, anexada por Rusia en 2014, ni admitirá la independencia de Donbás, por lo que si el intento falla podría desencadenar una “Tercera Guerra Mundial”.
En medio de la escalada de violencia, Zelensky volvió a instar a la urgencia por conversaciones para mediar el conflicto bélico después de asegurar la semana pasada que no espera que Ucrania sea admitida en el “corto plazo” en la OTAN. En un diálogo telemático con la Knesset -el Parlamento israelí-, Zelensky comparó la ofensiva rusa con los nazis y tildó de “ridículas” las afirmación de Putin sobre fuerzas neonazis en Ucrania.
Pese a las declaraciones cruzadas, Putin habría “acordado” reunirse con Zelensky en “algún momento”, especialmente porque las solicitudes de un encuentro partieron en enero. Justamente, Turquía aseguró estar preparado para asumir un rol de mediador y albergar una posible reunión después de que su canciller, Mevlut Cavisoglu, visitó Rusia y Ucrania en los últimos días.
En una entrevista con CNN, el Jefe de Estado ucraniano se mostró dispuesto a considerar algunas concesiones a Rusia para poner fin a la violencia, incluido una política de neutralidad respaldada por fuertes garantías de seguridad, lo que generó escepticismo en Estados Unidos, Europa y la OTAN ante el estado de las conversaciones y los elementos para un posible acuerdo de paz, especialmente porque desde el lanzamiento de la ofensiva rusa, negociadores ucranianos y rusos se han reunido en cuatro ocasiones, todos encuentros con total hermetismo.
Según el diario estadounidense The Wall Street Journal, en los últimos días Rusia evidenció tensión por el estancamiento de la invasión a Ucrania, ya que en un inicio Putin tenía como objetivo tomar Kiev en dos días y en cambio, el Ejército ucraniano mantiene un fuerte contraataque.
Informes de inteligencia recibidos por EE.UU. sostienen que el jefe del espionaje ruso, el comandante de la Unidad de la Agencia de Inteligencia rusa del Servicio Federal de Seguridad (FSB), identificado como Sergei Beseda, responsable del ataque a Ucrania, fue puesto bajo arresto domiciliario y que hay información sobre disputas entre el FSB y el Ministerio de Defensa ruso, dos de los responsables del ataque a Ucrania. Esto se suma a un desgaste en las filas rusas, con estimaciones de cuatro generales rusos muertos, así como de Andrei Palii, subcomandante de la Flota del Mar Negro rusa y unos 7 mil soldados rusos fallecidos.
No obstante, la posibilidad de una nueva ronda de diálogos se ve nublada por los recientes bombardeos. En una nueva actualización, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) contabilizó que desde el inicio de la guerra 902 civiles han muerto en Ucrania, entre ellos, “179 hombres, 134 mujeres, 11 niñas y 25 niños, así como 39 menores y 514 adultos cuyo género se desconoce”.
La oficina explicó que la cifras reales podrían ser “considerablemente más altas” y que la mayoría de los fallecimientos que han podido registrar están causados por el “uso de armas explosivas con un área de impacto amplia, como bombardeos de artillería pesada, sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple, ataques aéreos y misiles”. Además, Naciones Unidas elevó a más de 10 millones los ucranianos, una cuarta parte de la población de los 44 millones de habitantes, que han debido dejar sus hogares por los combates.
La tensión en Occidente
Para esta semana, el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y los líderes de la Unión Europea (UE) darán a conocer una serie de nuevas medidas para presionar a Rusia a retirar sus tropas de Ucrania. En un intento por mostrar “unidad occidental”, el líder demócrata viajará el jueves a Bruselas donde participará de “cumbres de emergencia”, aunque la Casa Blanca descartó que el periplo tenga contemplado una visita del mandatario estadounidense a territorio ucraniano.
Según el diario británico The Guardian, Biden enfrenta una creciente insatisfacción por su enfoque sobre la guerra en Ucrania. En su agenda por Europa escuchará la propuesta de Polonia para que la OTAN envíe fuerzas de mantenimiento de la paz a Ucrania, algo que la embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, aseguró que era poco probable.
“No puedo anticipar las decisiones ni cómo responderá la OTAN a la propuesta polaca. Lo que puedo decir es que las tropas estadounidenses no estarán sobre el terreno en Ucrania por el momento. El Presidente ha sido claro en eso. Otros países de la OTAN pueden decidir que quieren enviar tropas a Ucrania”, defendió Thomas-Greenfield.
El primer ministro británico, Boris Johnson, se vio envuelto en críticas después de que durante un discurso en una conferencia del Partido Conservador mencionó que el Brexit mostró que los británicos compartían el “instinto” de “elegir la libertad”.
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