Scott Morgenstern, cientista político de la U. de Pittsburgh: “No me sorprendería si la Convención Constitucional experimenta con una forma de democracia nueva”

Vocales de mesa esperan la apertura de la puerta de la sala donde se almacenaron las urnas con votos en el Liceo Pedro Montt, en Valparaíso, durante las elecciones municipales, de gobernadores regionales y convencionales constituyentes. Foto: Leonardo Rubilar/Agencia Uno

En entrevista con La Tercera, el experto sistemas electorales y legislaturas en América Latina sostiene que “es claro que hay una crisis de representatividad” de los partidos políticos tradicionales en Chile.


Profesor de Ciencias Políticas, Scott Morgenstern es académico de la Universidad de Pittsburgh desde 2005. Director del Centro de Estudios Latinoamericanos de esa casa de estudios estadounidense entre 2014 y 2018, su investigación se enfoca en partidos políticos, sistemas electorales y legislaturas, con especialización regional en América Latina.

En enero pasado, pocos días después del asalto al Capitolio en Washington por parte de seguidores del Presidente Donald Trump, Morgenstern publicó una columna de opinión en La Tercera, titulada “Lecciones de América Latina para la democracia de EE.UU.”, donde hace varias alusiones a nuestro país. “Citamos a Chile con la esperanza de que la espantosa secuencia de acontecimientos ocurridos en Estados Unidos pueda dar lugar a una evaluación de la situación y, posteriormente, a la adopción de medidas para abordar las innumerables insuficiencias de la democracia estadounidense”, argumenta en el texto coescrito con Peter Siavelis, profesor asociado de Ciencias Políticas en la Universidad de Wake Forest.

Manifestaciones en Plaza Italia, el 25 de octubre de 2019. Foto: Patricio Fuentes

En esta entrevista con La Tercera, Morgenstern se refiere a las recientes elecciones en Chile, la crisis política que enfrenta el país y su visión de la próxima Convención Constitucional. “Generalmente el problema con los constituyentes es que consideran intereses de corto plazo en vez de establecer retos y principios”, advierte.

En una columna de opinión publicada en enero en nuestro periódico, usted señala que el estallido social de Chile en 2019 “muestra efectos potencialmente positivos derivados de una violencia social destructiva”, como fue forzar al gobierno de Sebastián Piñera a iniciar el proceso para redactar una nueva Constitución. ¿Cree que este proceso que llevó a las elecciones para la Convención Constitucional solo fue posible gracias a la presión de las calles?

Es muy dudable que Piñera o cualquier líder se sometiera a un proceso que pudiera limitar (o terminar) su poder. Entonces, mientras que al principio pareció que el movimiento no tenía mucha probabilidad de producir tal proceso, es aún menos probable que el proceso hubiera empezado sin el estallido.

Una de las grandes sorpresas de la jornada electoral del fin de semana en Chile fue el amplio triunfo de los candidatos independientes a la Convención Constitucional. Se estima que la cifra de independientes en el órgano llega a un 64%. ¿El triunfo electoral de este sector es evidencia de la crisis de representatividad de los partidos tradicionales? ¿Por qué el elector prefiere votar hoy por el candidato independiente?

Es claro que hay una crisis de representatividad. Se ve claramente en el altísimo porcentaje -por lo menos 80% en encuestas- de chilenos que no escoge un partido cuando se pregunta su afiliación en encuestas. La falta de afiliación no es algo nuevo en Chile, pero estas cifras han aumentado, y nos indican que hay mucha gente disponible para ser movilizada por un movimiento contra la clase política.

Machi Francisca Linconao, candidata constituyente por un escaño reservado, realiza su votación en Colegio Guido Beck de Ramberga de Padre Las Casas, el 16 de mayo. Foto: Rocío Cumina/Agencia Uno

Los expertos electorales y las encuestas no anticiparon el sorpresivo resultado de los candidatos independientes. ¿Considera que es posible medir la intención de voto de la opinión pública en momentos tan volátiles como los que vive Chile hoy?

Se ve en muchas partes del mundo que candidatos independientes pueden ganar porcentajes altos del voto. Cuando se puede atraer votos por las redes sociales, se bajan los bloqueos contra candidatos que no tienen lazos a partidos tradicionales. Además, las redes sociales crean más volatilidad entre el electorado, porque los votantes reciben noticias distintas y de diferentes fuentes. Y por supuesto cuando hay más volatilidad en el voto, es más difícil predecir el voto. Hay otros retos para encuestadores hoy -el uso de teléfonos móviles, por ejemplo-, pero con cada fracaso/error se aprende más y se ajustan sus métodos. Tal vez tendrán más éxito en el futuro, pero hemos visto en todas partes del mundo que las encuestas frecuentemente carecen de la precisión a la que nos habíamos acostumbrado.

A la luz de los resultados de la elección de constituyentes en Chile, ¿cree que este fenómeno del voto independiente puede marcar el inicio de una restructuración mayor del sistema democrático, donde los partidos tradicionales pierdan cada vez más representatividad?

Desde lejos, a mí me parece que hay una alta probabilidad de que los nuevos constituyentes intenten reconstruir el sistema desde su base, de una manera que no apoye el sistema de partidos tradicionales. Hay un sinfín de sistemas para escoger representantes y otros líderes políticos, y todos tienen impactos para los partidos políticos. Algunos sistemas facilitan la construcción de partidos más fuertes, pero parece muy dudable que un grupo de independientes crearía tal sistema. A la vez, siempre hay impactos no previstos, y entonces tendremos que esperar para ver si los partidos pueden reorganizarse para aprovechar los incentivos inherentes del nuevo sistema. Hay una pregunta más. Si crean un sistema donde los partidos son muy débiles, ¿tomaría en cuenta la eficacia en el sistema? Quiero decir que cualquier sistema político tiene que balancear eficacia y representatividad. Si crean, por ejemplo, un sistema donde no hay bloques políticos, privilegian la representatividad con el costo de hacer difícil la toma de decisiones. A la vez, si hay una persona (un/a presidente/a) que puede tomar decisiones, el sistema ha puesto demasiado peso en la eficacia.

Scott
Scott Morgenstern, académico de la Universidad de Pittsburgh desde 2005. Su investigación se enfoca en partidos políticos, sistemas electorales y legislaturas, con especialización regional en América Latina.

¿Cómo observa la redacción de una nueva Constitución en Chile? ¿Qué factores pueden poner en riesgo el proceso? ¿Puede estar en riesgo la democracia en algún momento? ¿Qué muestra la experiencia de otros países de América Latina que han enfrentado procesos constituyentes?

Generalmente el problema con los constituyentes es que consideran intereses de corto plazo en vez de establecer retos y principios. Con tan poca influencia por parte del actual presidente o los partidos existentes en la constituyente, es difícil prever la dirección del grupo. Tal vez la predicción sería que crearán un sistema que entregue poco poder al presidente (si quieren tener un presidente), suponiendo que no haya un grupo que espera ocupar esa oficina. En general, no veo un riesgo a la democracia per se, pero no me sorprendería si la Convención Constitucional experimenta con una forma de democracia nueva.

¿El actual momento político de Chile es motivo de interés en EE.UU., considerando que siempre fue visto como el país modelo en América Latina?

Para los que miran a América Latina, Chile (además de Uruguay y Costa Rica) desde 1990 ha sido el ejemplo de la región, que es estable en términos políticos e económicos. Por supuesto el estallido ha sido una sorpresa, pero en el futuro supongo que los analistas apuntarán como causas a las presiones sociales y económicas, además de la pandemia y el bajísimo -y en caída- apoyo a los partidos. Desde una perspectiva, entonces, tal vez Chile debe seguir siendo un modelo, pero ahora con precaución de lo que puede pasar aún en un país hasta ahora estable. Desde la otra cara, Chile no parece tan diferente de otros países que también están enfrentando presiones hacia el populismo.

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