Sebastián Umpierrez, sobre el decreto de muerte cruzada de Lasso: “El primer ganador es el correísmo”
Según el cientista político y profesor visitante de la Universidad Casa Grande de Ecuador, "tenía que ocurrir" el juicio político o la muerte cruzada para detener esta riña entre el Congreso y el Ejecutivo. "El presidente no iba a ningún lado durante su gobierno", sostiene.
Este miércoles en cadena nacional el Presidente ecuatoriano Guillermo Lasso decretó la “muerte cruzada”, una figura constitucional a través de la que puede disolver el Congreso, “en caso de conmoción interna”. En medio de un proceso de juicio político en su contra, era “el as bajo la manga” que terminó usando, antes de ser él mismo destituido por los congresistas.
En entrevista a La Tercera, el cientista político de la Universidad Diego Portales y profesor visitante de la Universidad Casa Grande (Ecuador), Sebastián Umpierrez, comenta la situación ecuatoriana, destacando las posibilidades del expresidente Rafael Correa y su movimiento político luego del “reinicio” que supondrá la convocatoria a elecciones hecha por Lasso.
De momento, ¿cómo reacciona la oposición ecuatoriana al anuncio del Presidente Lasso?
Las fuerzas se están realizando constantemente y en este gobierno no ha sido sorpresivo. En los años 90 los partidos de izquierda y derecha se unían y desunían cada tres meses para gobernar. Lo que no había entonces era la muerte cruzada, y eso es nuevo.
¿Qué significa esto para la “situación de conmoción interna” que estaría viviendo Ecuador, según el mandatario?
Esa es una causal bastante interesante: es la única que Lasso podía invocar para la muerte cruzada, según la Constitución, y que le asegura que la Corte Constitucional no la revoque. Ese es el miedo de todos: si la corte revoca esto, la situación va a seguir, el deadlock, el ping-pong entre el Ejecutivo y el Legislativo va a seguir.
Es bastante probable que la Corte Constitucional valide el decreto, es la causal con más sustento, y hay antecedentes que acreditan tal conmoción interna, no solo por la situación política, ya que la Asamblea no lo ha dejado gobernar, sino por la ley de terrorismo y con la inseguridad de como está todo, por lo que sí amerita subrayar esta causal.
¿Cuán probable era, a estas alturas, que el Congreso decidiera destituir a Lasso?
Si me lo hubieras preguntado el lunes, te hubiera dicho 98% a 100%. La reelección del presidente de la Asamblea marca pautas, y Virgilio Saquicela es uno de los que promueven juicio político. De alguna manera los asambleístas tienen que jugar a este rol de hacerle caso al partido, o a los mandantes. Con el voto tan fragmentado en 2021, los asambleístas tienen amplio margen de decisión. Pero este martes la posición era mucho más impugnada o contestada que lo que uno hubiese supuesto, como ciudadano de a pie. Había alguna esperanza de que el juicio político fracasara.
Sin embargo, con los mecanismos que tenemos para frenar una crisis política, y esto es una opinión personal, me parece a mí que tenía que ocurrir el juicio político o la muerte cruzada, para detener esta riña entre el Congreso y el Ejecutivo.
El presidente no iba a ningún lado durante su gobierno: durante las vacunas iba todo muy bien, en comparación con el plan sanitario de Lenín Moreno. Pero después de eso vino la crisis del narcotráfico y vino la crisis de la inseguridad, y el país se está hundiendo.
En los próximos meses se realizarán elecciones en Ecuador. ¿Qué grupo estaría saliendo favorecido para esos comicios?
Es muy interesante eso: el primer ganador es el correísmo. Sabemos que Rafael Correa no se puede reelegir, no se puede candidatear, pero seguramente va a mandar a sus delfines, y seguramente llegarán a la presidencia. Y esto habiendo visto las recientes elecciones locales, donde muchos de los bastiones de la oposición tradicional, como Guayaquil, que llevaba 20 años bajo el Partido Social Cristiano (PSC), ahora ganó allí la coalición de Correa.
Hay que tomar eso en cuenta: hay un barómetro que nos cuenta que los correístas son el 25% a 30% de los votantes, y como tenemos listas cerradas, puede que esto les favorezca aún más.
Guillermo Lasso, honestamente, ganó las elecciones por timing, contexto y favor de la elite. De hecho, aún cuenta con ese apoyo, el del Ejército y de la elite. Si no hay nadie que le compita a Lasso en términos de acceso a la elite política y económica, pues es muy probable que se lance de nuevo.
Eso es muy probable. Lasso tiene estos apoyos, y también hay que ver cómo se mueven los otros partidos. El PSC se ve como el segundo beneficiado, también.
Ahora, hay que ver otro asunto importante: cuando hay muerte cruzada, gane Lasso o gane el candidato correísta, eso solo es para los próximos 18 meses. Lo que quiero decir: habrá elecciones en 2025. Y no sé hasta qué punto eso le conviene al correísmo. Por ejemplo, imaginémonos que gana la presidencia, y tiene 18 meses para hacer algo por el país, y quizás cambie la ley en miras a que Rafael Correa pueda salir electo en 2025. Es una posibilidad.
Un grupo de militares fue a la Asamblea Nacional un poco después del anuncio de la “muerte cruzada”. ¿Es eso algo normal en estos casos?
Como observador de la situación, como no hemos tenido esto antes, no sé si es normal o no que el presidente mande militares a la Asamblea. Lo que sí es normal es que intervengan para que se salvaguarde el orden nacional, que es lo que ha pasado en otras situaciones, por ejemplo, en el caso de los indígenas o la crisis de los forajidos.
Yo creo que es por eso, y no con una intención autoritaria, que esto se hizo en la Asamblea. Lasso tiene una percepción errada de la realidad, de lo que está pasando en Ecuador, pero él cree ser democrático. El mecanismo se está haciendo por circunstancias justas, constitucionales, pero el timing fue arriesgado.
¿A qué hay que estar atento en las próximas horas, días?
Yo tomaría nota de lo que haga la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que es un buen indicio de la inestabilidad o crisis política. Es ella la que llama a paros nacionales, un estado de movilización social álgido. De ahí, me encontraría observando a los asambleístas que apoyen a Lasso, para hacer una correlación indirecta y decir que éstos quieren seguir siendo asambleístas. Y otro tema, hay que ver la Corte Constitucional, que puede dar un dirimendo sobre el decreto.
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