Sondeos a boca de urna dan por ganador a candidato del MAS en elecciones de Bolivia
Luis Arce habría obtenido el 52,4% de los votos. Pese a no haber resultados oficiales, la Presidenta interina, Jeanine Áñez, felicitó al abanderado de Evo Morales y le pidió "gobernar pensando en Bolivia y en la democracia".
A un año de las fallidas elecciones generales de 2019, que gatillaron la salida del poder de Evo Morales, unos 7,3 millones de bolivianos regresaron este domingo a las urnas para elegir presidente, vicepresidente, 130 diputados y 36 senadores. Sin embargo, la entrega a cuentagotas de los resultados opacó una jornada electoral tranquila y con alta participación que contrastó con la tensión vivida en los días previos a estos cruciales comicios.
Tras nueve horas de votación, los centros empezaron a cerrar a las 17.00. “A partir de las 17.00 el Tribunal Electoral inicia el cómputo de los votos en el exterior y a las 18.00 se instalan las salas departamentales para iniciar el cómputo regional, a esa misma hora se abre el sistema del cómputo oficial, esos datos son oficiales y definitivos”, recalcó el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero.
Pero los primeros resultados no llegaron a las 18.00 como se había prometido. Esto llevó a la Presidenta interina, Jeanine Áñez, a pedir a los bolivianos “paciencia para esperar los resultados sin generar violencia”. “Les aseguro vamos a tener resultados creíbles”, dijo en un mensaje al país tras el cierre de los centros de votación.
Por su parte, Romero señaló que “fue una elección compleja en un coyuntura delicada en la que conviene apuntalar la certeza de los resultados”. El presidente del TSE había dicho previamente que el resultado final podría conocerse entre tres y cinco días después de los comicios, pero anoche no dio un plazo. La ley contempla siete días.
Así, transcurridas siete horas del cierre de las urnas, solo se había escrutado el 4,04% de las actas. Con 259.811 votos computados, el candidato de la alianza centrista Comunidad Ciudadana, el expresidente Carlos Mesa, tomaba la delantera con el 52,13% de los sufragios, seguido del exministro de Economía Luis Arce, abanderado del Movimiento al Socialismo (MAS), con el 32,12%, y Luis Fernando Camacho, de Creemos, con el 13,85%.
Sin embargo, sondeos a boca de urna de la encuestadora CiesMori aseguran que Arce habría obtenido un 52,4% de los votos frente al 31,5% de Mesa.
Tras la publicación de este recuento, y sin existir todavía resultados oficiales, Jeanine Áñez felicitó a Arce. “Aún no tenemos cómputo oficial, pero por los datos con los que contamos, el Sr. Arce y el Sr. (David) Choquehuanca (candidato a la vicepresidencia) han ganado la elección. Felicito a los ganadores y les pido gobernar pensando en Bolivia y en la democracia”, tuiteó.
Bolivia “ha recuperado la democracia, quiero decirle sobre todo a los bolivianos, hemos recuperado las esperanzas”, dijo Arce a su turno, mientras Evo Morales aseguraba que “el MAS ha ganado las elecciones ampliamente, incluyendo la Cámara de senadores y diputados. Bolivia tiene a Arce de presidente”.
La decisión del TSE en horas previas de la votación de descartar el sistema rápido de difusión de los resultados, generó dudas principalmente en el partido de Morales, quien formuló un llamado desde Argentina -país donde permanece asilado tras su salida del poder- a que el resultado de las elecciones “sea respetado por todos”.
Más temprano, en medio de la tensa espera de los resultados oficiales, Morales -quien estaba inhabilitado para votar en estas elecciones- había cuestionado los motivos por los que no se publicaron encuestas a boca de urna tras el cierre de las mesas electorales y aseguró que “están escondiendo el gran triunfo del pueblo representado por el MAS”. El exmandatario consideró que “resulta muy extraño y preocupante que, a casi una hora del tiempo permitido para la publicación de los datos de los resultados en boca de urna, las empresas no lo hagan. ¿Por qué el retraso? ¿Qué se quiere esconder?”.
Asimismo, recordó que el sábado denunciaron el “sospechoso levantamiento” del sistema de Difusión de Resultados Preliminares (Direpre), “a pocas horas del día de las elecciones”.
“No fue una decisión atinada, genera duda que se haya retirado (el conteo rápido) horas antes, pero vamos a respetarla”, reaccionó Arce, quien llegó a las urnas con una estrecha ventaja en las encuestas. En tanto, Carlos Mesa, quien aparecía segundo en las preferencias en los sondeos previos a los comicios, planteó que quizá no era la mejor medida pero que “para dar más seguridad a la votación, debemos ser pacientes para esperar los resultados finales”.
Una interrupción del conteo rápido en los anulados comicios del 20 de octubre pasado por sospechas de fraude detonó un estallido social que derivó en 36 muertos y la renuncia de Morales tras casi 14 años en el poder. El temor a nuevas protestas callejeras tras los resultados de las elecciones no se ha desvanecido en el país de 11,6 millones, destacó The Associated Press.
Ante la incertidumbre, los analistas se mostraban cautos. Las elecciones fueron reñidas y “cualquier resultado puede darse” entre Arce y Mesa, “incluso con un ganador en primera vuelta. Lo importante es que todos acepten el resultado” porque “la gente se agotó de la confrontación política”, comentó la exdiputada y analista Jimena Costa a radio Panamericana. “Desconocer los resultados es el escenario menos deseable porque podría recrudecer la violencia y ya hemos agotado nuestra opción de un gobierno de transición”, dijo la socióloga María Teresa Zegada al mismo medio.
Los comicios deben poner fin al gobierno transitorio de la derechista Jeanine Áñez, quien retiró su candidatura tras críticas a su gestión de la pandemia, con 8.500 muertos y 140.000 contagios. Paralelamente, Bolivia atraviesa su crisis económica más profunda en casi 40 años, con una contracción prevista del PIB de 6,2% en 2020. Los analistas pronostican una “gobernabilidad frágil” en los siguientes cinco años, ya que ni el MAS ni Comunidad Ciudadana lograrían una mayoría absoluta, por lo que el futuro presidente gobernaría sin controlar el Parlamento.
“La gente se volcó a las urnas porque quieren de una vez descongestionar esta crisis política”, comentó a The Associated Press Franklin Pareja, profesor de Ciencia Política de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz. “Las elecciones del 18 de octubre serían los comicios más importantes desde el retorno a la democracia (1982), porque o sigue el partido de Morales o comienza un proceso de desmantelamiento del poder masista”, señaló el analista Carlos Valverde, citado por Reuters.
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