Yemen protagoniza la mayor crisis humanitaria del mundo
La guerra que se inició en 2015 ha dejado 10 mil muertos, mientras que 14 millones están en riesgo de hambruna. En el conflicto en el país árabe se han involucrado dos enemigos: Irán y Arabia Saudita.
"Cuando comenzó la guerra estábamos asustados por las balas y los bombardeos. Nos fuimos de ahí y luego volvimos, pero la situación era peor. Aquí al menos los niños pueden estar vivos", comenta la yemení Suad a la organización humanitaria Save The Children. La mujer está en un hospital en Hodeida, al oeste de Yemen, debido a que su hijo Nusair se encuentra con una desnutrición severa. "Le preparo zanahorias, papas, plátanos, naranjas y manzanas. Él come lo que le doy. No sé lo que es, pero él sigue teniendo fiebre en las noches. No sé cómo bajarle la temperatura", dice preocupada.
Suad y Nusair son el reflejo de la crisis humanitaria que vive el país árabe producto de la guerra que ha azotado a Yemen desde 2015. Según la organización británica, se estima que 85 mil niños menores de cinco años pueden haber muerto de hambre o de alguna enfermedad desde que escaló el conflicto, entre abril de 2015 y octubre de 2018.
Es más, la guerra ha dejado 10 mil muertos y la ONU estima que 14 millones de personas se encuentran en riesgo de hambruna. Según las organizaciones internacionales, la cifra ha crecido desde que la coalición liderada por Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos impusieron un bloqueo sobre Yemen hace más de un año. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, hay 10 mil casos de cólera que se reportan cada semana, siendo la peor epidemia que se haya registrado.
Orígenes del conflicto
La guerra tiene sus raíces en el fracaso de una transición política que tenía como fin darle estabilidad al país luego de la Primavera Árabe. Esto gatilló que el Presidente Ali Abdullah Saleh le entregara el poder al segundo al mando, Abdrabbuh Mansour Hadi, en 2011. Según la cadena BBC, el mandatario entró en conflicto al tener que lidiar con una serie de problemas: los ataques de Al Qaeda, un movimiento separatista en el sur, la lealtad de los funcionarios de Saleh, sumado a la corrupción, el desempleo y la inseguridad alimenticia.
El movimiento de los houtíes, que lidera a la minoría chiita de los zaidinos, sacó ventaja de la debilidad de Hadi y tomó control de la provincia de Saada y las áreas vecinas. Fue así como a fines de 2014 y comienzos de 2015 los houtíes, que consiguieron incluso el respaldo de algunos sunitas, tomaron control de la capital, Saná. Este grupo y las fuerzas leales a Saleh, que se piensa le dio el apoyo a estos otrora enemigos para retomar el poder, intentaron tomar el control de todo el país, lo que llevó a que Hadi tuviera que huir en marzo de 2015 y se refugiara en Riad.
Esta situación no dejó indiferente a su vecino, Arabia Saudita, que se alarmó por el auge de un grupo que creen podría estar militarmente apoyados por Irán, su enemigo regional. Es así como Riad comenzó, junto a otros ocho Estados sunitas, una campaña aérea destinada a restaurar el gobierno de Hadi. La cadena BBC dice que esta coalición ha recibido respaldo logístico e inteligencia de EE.UU., Reino Unido y Francia.
Las tropas de la coalición que llegaron al puerto de Aden en agosto de 2015 lograron que los houtíes salieran de gran parte de la zona sur y el gobierno de Hadi se estableció allí de forma temporal.
Los houtíes se han mantenido firmes en Saná y han asediado Taiz, en el sur. Además, han disparado morteros y misiles hacia Arabia Saudita. Así, el lanzamiento de un misil balístico hacia Riad en noviembre de 2017, provocó que la coalición fortaleciera el bloqueo a Yemen.
A esto se suma que el movimiento separatista del sur, el Consejo Transicional del Sur, que había formado una alianza con las fuerzas leales a Hadi en 2015, para evitar que los houtíes se tomaran Aden, acusó al gobierno de Hadi de corrupción y demandó la remoción del primer ministro Ahmed bin Daghar, en enero de 2018. Esto provocó enfrentamientos cuando los separatistas quisieron tomar instalaciones del gobierno en Aden.
En este contexto la coalición tampoco se encuentra cohesionada. Riad respalda a Hadi, pero los EAU respaldan a los separatistas. La coalición ha sido duramente criticada por sus ataques contra los houtíes en Hodeida, puerto clave para el ingreso de ayuda humanitaria. "El príncipe heredero debe poner fin a la violencia y restaurar la dignidad del lugar de nacimiento del islam", escribió el asesinado periodista saudita Jamel Khashoggi en una columna del 11 de septiembre en The Washington Post.
En medio de este caos, Al Qaeda en la Península Arábica y el Estado Islámico han tomado ventaja capturando territorios en el sur y llevando a cabo ataques en Aden. Según expertos consultados por The Wall Street Journal, Al Qaeda tiene entre cuatro mil y siete mil combatientes en Yemen. "Ahora Al Qaeda está severamente degradada, pero hay muchos asuntos que se están preparando que podrían permitir al grupo reagruparse", dijo al diario Elisabeth Kendall profesora de la Universidad de Oxford.
En medio de esta alarmante situación, esta semana podrían concretarse avances en las negociaciones que ambas partes mantienen en Estocolmo.
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