Caso Barros marca la 115 Asamblea del Episcopado
La reunión, que parte hoy en Punta de Tralca, transcurrirá a la espera de las repercusiones del informe de Scicluna.
Hoy, en Punta de Tralca, comenzará la 115 Asamblea de la Conferencia Episcopal chilena. Si bien el diseño original establece que se discutirá sobre el próximo Congreso Eucarístico 2018 y los contenidos de las clases de religión, hubo tres coyunturas que tuvieron como protagonista a la Iglesia la semana pasada y que marcarán esta nueva reunión eclesiástica.
Se trata de los cuestionados dichos del arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, respecto a la discusión por la ley de identidad de género; la querella contra Cristián Precht y otros Hermanos Maristas, así como la renuncia que presentó Juan Barros a su cargo como obispo de Osorno.
Junto a todos estos hechos, se está a la espera de los alcances que podría tener el informe entregado por el arzobispo de Malta, Charles J. Scicluna, quien estuvo en Chile para conocer antecedentes sobre Barros y a quienes lo acusan de presuntos encubrimientos a Fernando Karadima.
Respecto de todos estos hechos, el obispo y vicario apostólico de Aysén, Luis Infanti, explicó que los temas de actualidad es casi seguro que se aborden en la reunión. "Seguramente se hablará en la asamblea, en profundidad. Más opiniones podrán surgir luego del encuentro donde, imagino, habrán también decisiones", dijo.
Como un "tiempo de reflexión importante, pensando en el futuro de la iglesia", definió las próximas jornadas en Punta de Tralca el obispo auxiliar de Santiago, Cristián Roncagliolo.
Osorno en la mira
Barros realizó ayer la celebración de la misa de la Fiesta de Cuasimodo en la Parroquia del Espíritu Santo, en Osorno. La actividad comenzó a las 9.00 y terminó cerca de las 11.00. Luego de la misa, el obispo se retiró sin dar la comunión. En la tarde, Barros tomó el avión hacia Santiago para asistir a la asamblea.
Juan Carlos Claret, vocero de los Laicos y Laicas de Osorno, explicó que "ahora que se sabe que Barros presentó su renuncia por tercera vez, hay que preguntarse por qué el Papa decidió mantener al obispo. La responsabilidad de todo esto no es solo de Juan Barros, hay una estructura que lo ha mantenido. Ahora es ineludible que Francisco se pronuncie frente a su renuncia. Si el Papa, pudiéndolo hacer y teniendo la información sobre la mesa, decide no hacerlo, es porque hay que cerrarlo todo", dijo.
Desde la diócesis de Osorno, el párroco Américo Vidal confía en que Francisco tomará, en relación a Barros, la mejor decisión posible. "En Osorno hay llagas que no se han cerrado y no podemos hacer un trabajo eclesial. Es la oportunidad que tiene el Papa", dijo.
La situación de la Iglesia en Chile, y específicamente del obispo de Osorno, es analizado más allá de las fronteras chilenas.
Richard Raho, profesor estadounidense de Teología y entendido en los temas del Vaticano, ha seguido de cerca el caso. "La resolución del caso Barros es de suma importancia para el Papa. Si Barros y otros renuncian a raíz de la caída de Karadima, esto podría marcar el comienzo de la curación de la Iglesia chilena. Sería necesario un nuevo liderazgo episcopal para forjar un camino por delante", explicó.
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